#MAKMAEscena
‘Ai, Carmela!’, de José Sanchis Sinisterra
Director: Joan Peris
Intérpretes: Pilar Almeria y Josep Manel Casany
Companyia Teatre Micalet
Teatre Micalet
Guillem de Castro 73, València
Del 1 al 26 de febrero de 2023
Han pasado treinta y tres años, pero muchos recordarán ¡Ay, Carmela!’, una de las películas más humanas y conmovedoras ambientadas en el Guerra Civil, dirigida por Carlos Saura e interpretada por Carmen Maura y Andrés Pajares. Estrenada en 1990, fue uno de los grandes éxitos de la cartelera de ese año y recibió un Premio Goya.
El argumento se inspiraba en la tragicomedia homónima del dramaturgo valenciano José Sanchis Siniesterra que narra las peripecias de dos cómicos que acaban por error en el lado equivocado del conflicto y sufren un trágico final. Siete años después del estreno de la película, en 1997, la Companyia Teatre Micalet decidió producir la obra de Sanchis Sinesterra tras una adaptación al valenciano de Manuel Dueso, Joan Peris y Mari Carmen Narbón.
‘Ai, Carmela!’ se repuso en la primavera de 2021 y regresa esta semana al Teatre Micalet para despedirse definitivamente del carismático personaje femenino, una mujer brava y decidida que supo morir por una buena causa. Interpretada por los mismos actores que en la anterior ocasión dieron vida a los personajes, Carmina y Paulino -Pilar Almeria y Josep Manel Casany-, el argumento es un largo flashback a partir de los recuerdos del segundo tras la muerte de su compañera.
La obra es también un homenaje a los cómicos marginados y a veces maltratados por la sociedad y una pieza indispensable de la memoria histórica. La veterana compañía valenciana revisita este clásico del teatro contemporáneo en un momento de polarización política, ante las próximas elecciones, y también como expresión de su esencia, del espíritu que anima su larga trayectoria.
“Joan Peris, que dirigió también el montaje en 1997, nos propuso retomarla con el mismo reparto”, dice Pilar Almeria. “Volver a hacer de Paulino y Carmela 24 años después nos daba a Josep Manel y a mí un poco de respeto, pero de eso hace ya más de un año. Hicimos la temporada en el Teatre Micalet, estuvimos de gira y ahora volvemos a Guillem de Castro para despedir este montaje”.
Cómo fue tu reencuentro con Carmela. ¿Qué es lo que más te seduce de ella?
El paso del tiempo ha madurado mi punto de vista sobre lo que pasa en la obra y sobre lo que le pasa a Carmela. Cuando leí el texto por primera vez pensé, ¿por qué no se calla lo que piensa? Ahora la entiendo mejor, no deberíamos callarnos nada.
Carmela es una luchadora sensible a las injusticias. ¿Qué crees que le indignaría más de la España de hoy que, pese a vivir en democracia de izquierdas, tiene muchos temas pendientes?
No veo a Carmela como una activista, la veo valiente y con una carga de humanidad fuera de serie, sensible y empática con lo que ocurre. Por desgracia cada vez somos más insensibles a lo que nos rodea. El bombardeo continuo de imágenes de sucesos, de guerras y catástrofes ha hecho que podamos estar comiendo y viendo sin inmutarnos cómo dan una paliza a un ser humano. Pienso que Carmela no entendería algo bastante habitual en política, que pocas veces se cumplen las promesas electorales. Hemos asumido que nos mientan como una parte del juego. La democracia es el sistema de gobierno más deseable, pero por descontado no es perfecto.
Lo que sí le encantaría, evidentemente, son los cambios respecto a la igualdad de la mujer…
Estoy convencida de que le encantarían como ferviente partidaria de la justicia. El futuro pasa por las mujeres que, en general, tienen capacidad de empatizar más con los problemas de la humanidad.
¿Qué cambios respecto a la película de Saura notarán los espectadores?
Hay una parte fundamental en la obra de teatro que no está en la película, las escenas en las que Carmela regresa del ‘más allá’. Un recurso dramático magnífico para juzgar, para tomar distancia con lo que ocurrió y plantear una reflexión. Son mis escenas preferidas. El momento de la función de varietés, que es el que aparece en la película, es muy divertido para Josep y para mí, pero las escenas que quedarán para siempre en nuestro corazón son las del regreso de ultratumba de Carmela.
¿Por qué decidisteis producir la obra la primera vez y cuál es su vigencia?
Porque es una obra maestra de la dramaturgia contemporánea que habla de forma maravillosa de la intolerancia, de la falta de memoria histórica, de la implicación social de los cómicos… Todo ello a partir del hecho de que dos artistas de varietés, en plena Guerra Civil, pasen sin darse cuenta del bando republicano al nacional. Y lo más importante es la manera como se desarrolla esta tragicomedia empapada de ternura, humor, poesía y humanidad. ‘Ai, Carmela!’ es un clásico y hablar de la intolerancia no pasará nunca de moda por desgracia. Pero si, además se plantea con humor, ironía y ternura, es un gozo para los intérpretes y el público.
¿Qué tal se te da cantar? ¿Es tan fácil como dicen por eso de coser y cantar?
(Risas) Soy una actriz que puede cantar alguna canción si hace falta, pero el reto que plantea José Sanchis Sinisterra, cantar ‘Suspiros de España’, un tema difícil de entrada y en un momento de la obra tan especial que hay que trabajar la emoción a flor de piel, es casi un salto mortal para cualquier actriz.
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