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Museos, alientos, memorias*
MAKMA ISSUE #08 | Entornos Museográficos
MAKMA, Revista de Artes Visuales y Cultura Contemporánea, 2025
* (Este título hace un guiño al libro de Edwidge Danticat ‘Aliento, ojos, memoria’)
Los museos han intentado en los últimos tiempos huir de discursos unidireccionales y abrirse a la complejidad del mundo, de los mundos que conforman un presente incierto, constituido cada vez más por una superposición de memorias en disputa. De ojos, piernas, bocas y lenguas diversas, desiguales, que friccionan en sus relatos y necesidades.
¿Qué memorias está generando? ¿Qué memoria(s) le constituye(n)? El IVAM, desde una ciudad mediana europea, con su sede principal en el barrio del Carmen de València, no es ajeno a esta corriente vibracional que poco a poco va transformando ciertas maneras de hacer, de exhibir y de coleccionar en los museos que se ocupan de lo contemporáneo.
El Institut Valencià d’Art Modern está trabajando para subrayar esa faceta suya de ‘Institut’, que lo nombra y por tanto conforma. ‘Institut’ (Instituto, definición RAE: 1. m. Centro estatal de enseñanza secundaria; 2. m. Institución científica, cultural, etc.; 3. m. Organismo oficial que se ocupa de un servicio concreto; 4. m. Establecimiento público en el que se presta un servicio o cuidado específico; 5. m. Cierto cuerpo militar o congregación religiosa; 6. m. desus. Estatuto, regla o ley que rige la vida de una comunidad religiosa; 7. m. desus. Finalidad, objetivo, competencia), entendiéndolo como espacio de investigación, de aprendizaje, pero también de diálogo y de búsqueda, de crecimiento y transformación.

‘Institut’, inspirándose en un centro de educación secundaria, como lugar al que llegamos con cierto bagaje, con algunas compañías ya conocidas, pero del que salimos siendo otras personas, donde hemos generado otros vínculos, conocido otras perspectivas y negociado ciertas posiciones.
‘Institut’ que (con su apellido: ‘d’Art Modern’; su subtítulo: museo; y su misión: desarrollar el conocimiento, tutela, fomento y difusión del arte moderno y contemporáneo) deja de ser lugar de educación reglada para serlo de educación informal, experimental, crítica, política.
Educación crítica porque enfoca lo contemporáneo, y mirar al presente no puede hacerse si no es con una distancia crítica que incluya el pasado y el futuro (varios pasados y futuros), que huya de aseveraciones categóricas y de tópicos estériles. Política, término también en disputa, vaciado de significado para poder ser manipulado fácilmente en esta época de crispación y polarización que atravesamos.

Educación política porque vivimos en sociedad, formamos parte de la polis, participamos (en diferentes escalas, no siempre consensuadas) de ella, de la polis y de la vida. Informal, experimental, abierta, procesual: porque no tiene que cubrir y cumplimentar un expediente que nos permita seguir construyendo nuestra carrera académica, sino que se afirma como espacio de autoaprendizaje, de formación dialógica y relacional, de mediación.
Quizás eso podría ser un museo más allá de su colección y sus exposiciones temporales: un ‘Institut’ que se renombra a sí mismo, buscando en ese renombrar una coconstrucción. Podríamos quemar los museos –como varios ismos propusieron y proponen–, pero también, tal vez, podemos renombrarlos. Apostar por poner el foco en las maneras de hacer, en lo vibracional, y no tanto, aunque también, en la exhibición.
Sea por intuición, por coger aliento, por abrir los ojos, por custodiar la memoria y reescribir otras; sea por estar atento, alerta o por cuestionar certezas; o sea por responsabilidad con el presente, el IVAM ha implementado en los últimos años programas que han abierto el museo a personas que no participaban de él.
Así ha sucedido con ‘Poliglotía’, que ha acogido a vecinas y vecinos migrantes que no se sentían interpelados ni escuchados. Ha invitado también a bebés lactantes y sus familias, generando unas visitas con tiempos laxos y extendidos, en las que se puede llorar y reptar. O se ha desplazado a pueblos pequeños de la Comunitat Valenciana con su línea de trabajo ‘l’IVAM al territori’ y el proyecto ‘Confluències’, que aúna residencias, intervenciones artísticas específicas y mediaciones. Porque la cultura es un derecho, independientemente de tu lugar de residencia.
Y propiciado distintos ritmos y duraciones, como los de ‘Art i Context’, programa bianual para incentivar el joven tejido artístico local (conectándolo con el internacional); ‘Els Grans’, un espacio de autoaprendizaje y mediación para seniors; o ‘Articulacions’, en colaboración con la UV-Universitat de València, la UPV-Universitat Politècnica de València y con un gran número de agentes y profesionales involucrados.
Todos ellos, y otras tantas acciones, han tejido un ritmo continuo, un habitar y no solo transitar, han empujado unas posibilidades que han generado aliento, escrito memorias y renombrado al ‘Institut’, que seguirá siendo museo y espacio político.
- Museos, alientos, memorias - 17 agosto, 2025