#MAKMAArte
Montserrat Soto
‘Doom City. Del Ser nómada al Ser sin lugar’
Comisariado: Alicia Murría
Naves de Gamazo
Avenida Severiano Ballesteros 3, Santander
Del 27 de marzo al 15 de junio de 2025
Espacios vacíos: huecos dejados por el hombre en los que la soledad parece arrasar con todo a su paso; lugares donde la única fuente de vida es la huella humana dejada entre los cascotes de edificios derruidos, vehículos consumidos por un tiempo en el que las cosas iban mejor o pisadas secas en una tierra yerma que fue testigo mudo de acontecimientos ocurridos en, lo que parece ahora, una vida pasada.
Las imágenes que presentó la fotógrafa catalana Montserrat Soto (Barcelona, 1961) en la exposición ‘Doom City. Del Ser nómada al Ser sin lugar’, en Naves de Gamazo, nos adentran por una senda de recuerdos de guerras y devastaciones, espacios que parecen sacados de una novela de ciencia ficción post apocalíptica en el que la humanidad ha conseguido por fin terminar con todo rastro de vida, o sencillamente donde esa vida ha decidido no volver a posarse.
Como señaló la comisaria de la exposición, Alicia Murría, “el ser humano no aparece, pero sí su sufrimiento”. Y es que las instantáneas mostradas aluden a espacios vacíos, carentes de la vida y la calidez que otorgan a las personas los espacios que resultan habitables.

La obra de Montserrat Soto se encuentra repartida entre las sedes de Naves de Gamazo y el aeropuerto Severiano Ballesteros de Santander. “Se trata no solo de recibir con arte a los viajeros, sino también de desacralizar el arte llevándolo a un lugar que no es un centro de arte o un museo, para acercar las propuestas expositivas de Fundación ENAIRE a todos los públicos y atraer el interés por visitar la exposición completa en Naves de Gamazo”, apuntó la directora gerente de Fundación ENAIRE, Margarita Asuar.
Lo expuesto en estos dos enclaves santanderinos solo es una porción del mastodóntico proyecto que inició la artista catalana en el año 2004 y no concluyó hasta el pasado 2021, creando un atlas personal y visual realizado a base de fotografías, vídeos y libros.
La propia Montserrat Soto explicó que este proyecto “pretende registrar, a través de la cámara fotográfica y la grabación en vídeo, esos accidentes a modo de pequeños detalles que nos enseñan los cambios importantes a los que estamos asistiendo”. De manera que en ‘Doom City’ se pueden ver murales plagados de edificios en ruinas y paisajes desolados.
“El espectador introduce su propia experiencia en esta exposición”, subrayó la propia artista, que invita al público a la reflexión sobre el ser humano, la imagen y el papel del arte, a partir de su implicación en las fotografías a modo de mapas desgarrados.
‘Doom City. Del Ser nómada al Ser sin lugar’ se encuentra dividida en seis espacios individuales, pero con el mismo nexo común. Como escribe la comisaria de la exposición, en el texto que da la bienvenida a la sala: “El propósito de este proyecto ha sido intentar comprendernos a través de las formas organizativas, tanto colectivas como individuales, y pretende mostrar a través de estos procesos algunas particularidades del planeta como lugar y del ser humano como especie”.
Los espacios que encierra la exposición se distinguen por las placas que llevan su nombre: ‘Reserva de tiempo roto’; ‘La legalidad de lo ilegal’; ‘Carretera al imperio’; ‘Distrito miedo divino’; ‘Limbo Bulevar’ y ‘Avenida de la ilegalidad de lo legal’. Seis lugares, seis ámbitos, donde las fotografías de Montserrat Soto conforman una especie de atlas de lugares en los que la inconexión entre esos emplazamientos parece el único punto en común.
Ciudades como Damasco, Madrid, Sao Paulo, Nueva York, Caracas, La Habana, Barcelona, Nápoles, Pompeya y diferentes puntos de Túnez y Marruecos, como enclaves donde la artista ha puesto el punto de mira de su objetivo para buscar esa ‘Doom City’.
La huella del ser humano depositada en el entorno nos hace cuestionar el juego simbiótico entre el propio ser humano y el entorno que lo rodea, pues, ¿son los espacios los que juegan con nosotros? O, por el contrario, ¿somos nosotros los que jugamos con el espacio? Dudas que afloran al ver en esta exposición de Montserrat Soto los espacios vacíos dejados tanto por el paso del tiempo como por la acción del ser humano.