#MAKMAEscena
‘Doble o nada’, de Sabina Berman
Dirección: Quique Quintilla
Intérpretes: Miguel Ángel Solá y Paula Cancio
Teatre Talia
Caballeros 31, València
Del 16 al 20 de noviembre de 2022
“Hay que distinguir entre abuso y poder”, afirma Miguel Ángel Solá, quien encarna al director de un medio de comunicación en ‘Doble o nada’, de la escritora mexicana Sabina Berman. “Es la erótica del poder que generan ciertos puestos privilegiados y que resulta muy atrayente. Es el espejo de lo que nos gustaría alcanzar”, añade Paula Cancio, en su caso interpretando a la subdirectora que compite por la dirección del medio, tras plantearse ese relevo en la cúpula.
“Es un thriller psicológico muy tramposo”, dice la actriz. “Una obra rara que gira sobre sí misma”, apostilla el actor. Entre ambos -bajo la dirección del tristemente desaparecido Quique Quintilla- tejen ese thriller extraño en torno al poder, la ambición y las diferencias existenciales de un hombre y una mujer enredados en ese mundo laboral de las altas esferas comunicativas.
Un cuarto poder que, en el caso de ‘Doble o nada’, está representado mediante el último piso de una oficina, porque “lo importante es el trabajo de los actores”. Un trabajo que ha merecido ya diversos galardones (nominados a los Premios ACE concedidos por la Asociación de Cronistas del Espectáculo de Argentina, y ganador del ACE a mejor actor) y que transcurre entre una noche y la mañana siguiente.
El director que encarna Solá “es un tipo sin escrúpulos” y cuyo pensamiento se articula en torno a esa línea “vertical” del poder, mientras que la subdirectora “es más horizontal y que cree en la justicia”, resume Cancio, para quien la obra “ha ido cambiando con el público y con el avance de los movimientos sociales”.
“Antes la gente se reía sin pudor y hoy esa risa se la cuestionan”, apunta la actriz con respecto a determinados comportamientos, de corte machista, que aparecen en la obra. “México, por ejemplo, es un país donde ‘Doble o nada’ se sigue viendo como una comedia, cuando no lo es”. Eso sí, advierte que en el espectáculo “no hay juicio sobre los personajes, porque todos tienen sus luces y sus sombras. No somos buenísimos, ni malísimos”.
“El director de un importante medio de comunicación debe dejar su puesto en manos de uno de sus dos subdirectores. Uno es mujer, varón el otro. ¿Qué influirá en esa decisión?: ¿la capacidad?, ¿el sexo?, ¿la experiencia?, ¿la audacia?, ¿el engaño?, ¿la trampa?”. He ahí la sinopsis de un montaje que habla de dos subdirectores, cuando sobre el papel solo se cita a uno: el que interpreta Cancio.
“Bueno, hay otro, pero nunca aparece en escena. Ya digo que es una obra rara”, explica Solá, atribuyéndole un papel importante a ese tercer personaje, sin llegar a desvelar nada más, aunque sí algo más del suyo: “Es un director cuya vocación periodística se tiñe de cosas que le ha ido imponiendo la realidad. Digamos que la verdad está relacionada con el nacimiento de su vocación y la realidad, con la descomposición paulatina de esa vocación”.
El cuarto poder de los medios de comunicación piensa Solá que ha ido cambiando a lo largo del tiempo. “Antes no sé si era tan notoria la influencia del poder económico sobre los medios. Sigue siendo el cuarto poder, pero atenazado por lo económico y la política”, destaca el actor.
“Los medios hacen el juego a los que de alguna forma dependen y las personas, el público en general, somos rehenes de ellos, porque seguimos la actualidad en función del punto donde ponen la atención”, resalta Cancio, para quien ‘Doble o nada’ “no es un cuadro pintado, sino que suceden cosas que lo van transformando”.
La obra estuvo dirigida por Quique Quintanilla, fallecido hace dos años, aunque todavía presente en el ánimo de los actores. “Seguimos la pauta que nos marcó”, afirma Solá. ‘Doble o nada’ estará en el Teatre Talia del 16 al 20 de noviembre, con solamente cinco funciones, tras su éxito en Argentina. Una propuesta de “doble o nada” que, más que ver con el aumento o no de sueldo, se circunscribe a esta sentencia de Solá durante la función: “Te doblo el sueldo o te despido”. Ahí es nada.
