Marta Negre
#MAKMAEntrevistas
Marta Negre, artista visual y diseñadora gráfica

Con un marcado carácter experimental y el objetivo de abordar la crisis de la identidad contemporánea, el trabajo de Marta Negre revisita y genera nuevas relecturas de autoras y autores a través de narrativas audiovisuales actuales. Sus “cápsulas” reflexionan sobre el influjo de ciertos paradigmas de pensamiento en nuestra sociedad.

Actualmente se pueden visionar en València algunos de sus trabajos, como ‘Egomaniac Digital Customize’, en la colectiva ‘Territorio y refugio’ de la Galería Luis Adelantado (hasta el 8 de enero); ‘Twenty Real Fiction Time‘, en la muestra ‘Cultura Online‘ del CCCC Centre del Carme Cultura Contemporània (hasta el 24 de enero), o ‘Liminal’, en el Museu de la Ciutat de València junto al resto de obras seleccionadas en el Premio Senyera de Artes Visuales 2020 (hasta el 28 de febrero).

Su trabajo ha estado expuesto en Bòlit Centre d’Art Contemporani de Girona, CCCB Centre de Cultura Contemporània de Barcelona, IVAM Institut Valencià d’Art Modern, MuVIM Museu Valencià de la Il·lustració i la Modernitat, Centro Cultural Las Cigarreras de Alicante, Drassanes de València o el Museu de Belles Arts de Castelló, y difundido en À Punt TV o la Filmoteca de València.

En tu vídeo Los Referentes, 2016, te mostrabas crítica con la reducción del pensamiento contemporáneo a meras referencias bibliográficas ¿Dónde situarías el punto medio entre el exceso de referencialidad teórica y el abuso de la subjetividad? 

‘Los Referentes’ surgió de una experiencia en el aula, en la que observé cómo había ciertos autores del recetario bibliográfico recomendado que siempre aparecían citados en muchos trabajos y prácticas de los estudiantes. Uno de ellos era Zygmunt Bauman, el otro Walter Benjamin, coincidentemente dos autores mainstream muy publicados y de accesible lectura. Quise plantear por qué, con la diversidad de pensamiento que existe, siempre se citaba a los mismos, como un mantra educativo.

Creo que el tema de la ausencia de referentes se produce sencillamente por desconocimiento o desinterés, o puede que el pensamiento requiera de una abstracción demasiado laboriosa en estos tiempos ultrarrápidos. Sobre dónde colocar el punto medio…, no lo tengo claro. No está nada mal tener muchos referentes. Del mismo modo, también es igual de válido el trabajo de artistas que focalizan su creación en subjetividades, sin tener en cuenta referencias externas. El foco puede que esté, más bien, en plantear por qué los referentes siempre son los mismos y cada vez más banales.

Marta Negre. Los Referentes, 2016. Cápsula de video digital. 16:9, Full HD, color, sonido 1’50’’.

Durante las últimas décadas, el arte contemporáneo ha atravesado varios momentos marcados por la posmodernidad, tales como el apropiacionismo, el simulacro, la deconstrucción… ¿Qué crees que sigue vigente?

Todo lo posmoderno valdría y, posiblemente, todo se haya superado de alguna manera. Bauman, Lyotard, Baudrillard, Benjamin, Lipovestky, fueron certeros en su momento. Para mí la función que debe acometer el arte es que hable de nuestro tiempo, que cuestione los temas de la contemporaneidad desde los lenguajes más actualizados y experimentales posibles.

La práctica artística nos ayuda a vehicular cuestiones inherentes a nuestra experiencia como personas, a nuestros planteamientos e incertezas como seres humanos, y lo hace de manera diferente a cómo lo hacen otras disciplinas, como la novela o el cine, entre otras. Sin embargo, teniendo en cuenta que vivimos un tiempo histórico convulso, quizás sea un buen momento para reformular, honestamente, algunas cuestiones necesarias.

En una entrevista anterior defendías la necesidad de “acercar el pensamiento a la cotidianeidad y abrirlo a la calle” ¿Pueden ser los memes una buena oportunidad para ello? 

Sí, son geniales. Creo que los memes, y otras fórmulas articuladas con sentido del humor, son necesarios porque facilitan la comprensión de algunos temas que, de otra manera, resultarían más complejos o, directamente, no se tratarían. Aligeran y hacen que los límites sean más holgados, más difusos. También me parece muy interesante cómo se articulan las nuevas narrativas y los relatos en géneros como la novela gráfica, las series de ficción o el cómic, porque generan maneras más digeribles de tratar conceptos que desde prácticas más convencionales resultan demasiado abstractos.

Egomaniac Digital Customize, 2020, habla de lo virtual y las redes sociales como un terreno estupendo para “la sofisticación, la vacuidad y la impostura”. ¿Podría llegar a ser, también, un lugar favorable para la felicidad y el bienestar colectivo? 

Aparte de la serotonina temporal que puedan producir algunos likes de nuestra comunidad de amigos y algoritmos, creo que no. La red nos ha atrapado demasiado y puede que como usuarios activos, consumidores o generadores de contenido que somos nos urja reflexionar sobre este paradigma. La propuesta del vídeo ‘Egomaniac Digital Customize’ trata justamente de eso, de cuestionar la obnubilación que nos produce el medio digital, así como la digitalización del sujeto en un entorno en el que existen cruces entre la identidad física y la digital, y muchas brechas. ‘En el Enjambre’, de Byung Chul Han, y ‘L´Ull i la navalla’, de Ingrid Guardiola, han sido ensayos de cabecera de esta propuesta y lo explican muy bien.

Marta Negre
Marta Negre. Liminal, 2020. Video-instalación. Cápsula audiovisual, cinema 4K, panorámico, color, sonido, 3’, V.O inglés, texto inglés, subtítulos castellano

Tus breves cápsulas audiovisuales contrastan, temporalmente, con aquel plano fijo del Empire State Building que Andy Warhol filmó durante 8 horas y 5 minutos. ¿Qué separa a ambos vídeos? 

Hay muchas diferencias, pero, sobre todo, tiempo. Warhol, que era un artista provocador, propuso un video de 8 horas aun sabiendo que nadie sería capaz de visionarlo en su totalidad. Paradójicamente, lo que realmente importó fue la experimentación y el concepto, ya que rompió algunos cánones fílmicos de su época. Por mi parte, todas las cápsulas audiovisuales tienen una duración expresa de entre 1 y 3 minutos, aproximadamente. En ese lapso se compacta el mensaje al máximo para generar un impacto acorde a la velocidad de consumo de nuestro tiempo.

Ismael Teira