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‘Primera sangre’
Texto y dirección: María Velasco
Reparto: María Cerezuela, Javiera Paz, Vidda Priego, Francisco Reyes y Valèria Sorolla
Una coproducción del Centro Dramático Nacional, Teatre Nacional de Catalunya, Ana Carrera y María Velasco (Pecado de Hybris)
Teatre El Musical (TEM)
Plaza del Rosario 3, València
29 y 30 de noviembre de 2024
El arte se nutre de belleza y bondad, pero también bebe en fuentes oscuras, y de ese contraste surge la luz que hace visibles los íntimos secretos del alma humana. A partir de un hecho terrible, el asesinato de una niña de 9 años, un caso real ocurrido en Burgos en los años 90 que no se llegó a resolver, la dramaturga y directora María Velasco compuso una pieza que expresa, «con una delicadeza exquisita, el terror que provocan los abusos y las muertes de mujeres y niñas».
Este fue el dictamen del jurado que el pasado 26 de septiembre concedió a la autora burgalesa el Premio Nacional de Literatura Dramática 2024 por ‘Primera sangre‘, que llega este fin de semana al Teatre El Musical (TEM) de València tras su estreno en el Centro Dramático Nacional, el pasado mes de abril, y la primera fase de su gira en Barcelona.
«Este premio me permitirá crear montajes durante algunos años nuevos sin tener que pensar en los medios de producción», dice María Velasco, que hasta el 12 de diciembre estará en Quito (Ecuador) impartiendo un taller de dramaturgia.
Un bienvenido impulso en su carrera, aunque tiene muy claro que no le permitirá dormirse en los laureles. «Mi profesión es una carrera de larga distancia en la que siempre eres un valor emergente. En el arte no puedes vivir de rentas. Por otra parte, nunca he sido condescendiente en mi trabajo, me reafirmo en las dificultades, y gracias al premio podré seguir con un tipo de teatro incómodo, con un enfoque pedagógico abordando los temas que me interesan con libertad de expresión».
Por su manera de pensar y por el hecho de haber crecido en un ambiente tradicionalista, a Velasco le interesa lo autobiográfico y confesional. «Me gusta profundizar en los procesos de desaprender lo aprendido, los estigmas con los que crecemos», apunta. «La alteridad, el otro, la extranjería, el miedo a lo diferente y cómo reinventar las relaciones personales para que fluyan mejor que en el pasado».
‘Primera sangre’ tiene un componente autobiográfico porque Velasco tenía la misma edad que la niña desaparecida y asesinada cuando ocurrieron los hechos. «Empecé a escribir el texto treinta años más tarde, después de que una amiga de la infancia me comunicara que estaba embarazada de una niña, pero siempre albergué un recuerdo nítido de la foto de Laura: ese cartel, ‘Se Busca’. Tenía la misma edad que ella, y estaba aprendiendo a distinguir lo conocido de lo desconocido, el temor de la temeridad. Toda mi pubertad basculé entre estos polos, hasta hacer muy mío eso que Hölderlin expresa sublime: ‘Donde está el peligro, crece también lo que salva’».
La historia cobra forma sobre el escenario a través de las voces de cinco personajes: tres niñas y dos adultos. Las niñas son la propia víctima, que regresa del más allá, y dos vecinas, una de ellas la que fue Velasco, a quienes el trágico suceso causa una impresión indeleble, aunque cada una reacciona de distinta forma. «Las dos crecen con ello, algo que va a marcar todas las decisiones de sus respectivas vidas, aunque cada una intenta curar a su modo esa herida».
Laura, la víctima, la niña muerta violentamente, representa la figura del revenant, el regresado o regresada, renacidos en escena, que pueden articular su historia post mortem. ‘Primera sangre’ la invoca para que interpele a las vecinas de su edad, al comisario encargado del caso y a un educador.
Entre los temas que aborda destaca la educación en el miedo, las estructuras del abuso con las que convivimos y la cultura de la violación. ¿Educamos en el miedo?, ¿el miedo evita el peligro o evita la vida? ¿Es la cultura de la violación una sociedad secreta a la luz del día, como dice la antropóloga y activista Rita Laura Segato?¿Con qué estructuras del abuso convivimos hoy? ¿Cómo vivirán los hombres el cambio de paradigma que se avecina? El comisario encargado del caso no resuelto y una monja franciscana son los adultos que intentan dar algunas respuestas a esas preguntas.
‘Primera sangre’ se expande como un duelo diferido por todas las menores asesinadas en los 90 y por las niñas que salían a la calle pidiendo perdón, con la sensación de que el espacio público no era suyo. Texto, música y danza se funden en un ejercicio de hauntología –estudio de las ausencias– y de nigromancia –adivinación del futuro por los muertos–.
A medio camino entre el memorial y el documento, el thriller y el cuento de fantasmas, esta autoficción, también galardonada con el XXXI Premio SGAE de Teatro Jardiel Poncela, plantea una reflexión en torno a los abusos sobre la infancia que se escriben en el cuerpo de las mujeres. Con un lenguaje lírco, la poesía como llave y rotundidad, invita a recuperar la memoria de las que ya no están para multiplicar nuestra existencia.
María Velasco es escritora y creadora escénica, doctora en Comunicación Audiovisual y máster en Práctica Escénica y Cultura Visual. Su obra se caracteriza por un tono confesional, un lirismo violento y la oposición a las narrativas convencionales.
La autora repetirá en el TEM, el 26 de enero de 2025, con ‘Amadora’, un musical dramático donde colabora con Miren Iza, líder del grupo Tulsa. Esta propuesta transgresora consta de canciones, monólogos y diálogos para visibilizar la labor de las mujeres más abnegadas y resilientes: las madres.
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