La barraca

#MAKMAEscena
‘La barraca’ de Vicente Blasco Ibáñez
Dirección: Magüi Mira
Adaptación: Marta Torres
Intérpretes: Daniel Albaladejo, Antonio Hortelano, Jorge Mayor, Antonio Sansano, Patricia Ross, Claudia Taboada, Elena Alférez y Jaime Rubio
Producción: Magüi Mira, Teatro de Malta, Pentación Espectáculos y Olympia Metropolitana
Teatro Olympia
San Vicente Mártir 44, València
Del 23 al 28 de septiembre de 2025

Los enfrentamientos entre miembros de las clases trabajadoras alentados por los intereses de quienes los explotan ha sido una constante a lo largo de la historia, desde guerras entre países a todo tipo de conflictos internos. Vicente Blasco Ibáñez plasmó esta lacra universal en un relato ambientado en la huerta valenciana del siglo XIX, ‘La Barraca’, su debú como novelista que se publicó en 1898 un mal año para España marcado por la pérdida de las últimas colonias.

Esta tragedia rural que se desenvuelve entre odio, sangre y fuego fue llevada al cine en México, en 1945, por Roberto Gavaldón y, en 1972 a la pequeña pantalla en una serie de RTVE dirigida por León Klimovsky, con Álvaro de Luna, Lola Herrera y Victoria Abril.  Ahora sube por primera vez a los escenarios gracias a un montaje dirigido por Magüi Mira sobre una adaptación de Marta Torres que se podrá ver en el Teatro Olympia del 23 al 28 de septiembre.

Escena de ‘La barraca’, de Magüi Mira, en el Teatro Olympia de València.

Incluida en la serie de novelas valencianas junto a ‘Cañas y barro’, ‘Arroz y tartana’ y ‘Entre naranjos’ consideradas por muchos lo mejor de su obra, ‘La barraca’ es un relato naturalista ambientado en el siglo XIX. Se especula que su autor lo concibió mientras se ocultaba en algún pueblo cercano a Valencia cuando huía de las fuerzas del orden debido a su actividad política.

Cuenta el rechazo al que se ve sometida la familia de Batiste Borrull al instalarse en una explotación agrícola de la que fue desahuciada por impago del arrendamiento la familia del tío Barret que vivió y trabajó en ellas durante varias generaciones. En muestra de solidaridad con los expulsados, los hortelanos de la zona liderados por Pepeta y Pimentó, pretenden mantenerlas yermas como protesta frente a sus dueños.

Cuando Batiste y los suyos se instalan allí, sufren el acoso y la hostilidad de sus vecinos que culmina con la muerte de uno de los cinco hijos de los recién llegados. Su muerte parece calmar la tensión, pero el conflicto irá creciendo de intensidad hasta convertirse en tragedia.

Escena de ‘La barraca’, de Magüi Mira, en el Teatro Olympia de València.

«Marta Torres ha hecho una adaptación muy respetuosa del texto de Blasco y yo lo he trasladado, tanto estética como éticamente a la actualidad, porque esta historia trasluce realidades que por desgracia siguen vigentes», dice Magüi Mira, que a sus 81 años confiesa mantener una ingenua ilusión que le permite meterse en estos proyectos teatrales. «Hemos cambiado los perdigones por los drones y misiles», afirma, «la violencia se impone a las palabras como vía de entendimiento, como si la ciencia política hubiera sido secuestrada por las universidades».

Blasco Ibáñez no fue un hombre de campo sino de ciudad. En realidad, un hombre de ciudades, un cosmopolita que viajó por todo el mundo hasta instalarse en su residencia de Menton (Francia).  Sin embargo, era muy consciente de la necesidad de enraizarse en un territorio. De ahí la idea que le llevó a emprender una aventura agrícola en Argentina con un grupo de labradores valencianos. Fue un fracaso que le condujo a la ruina, pero tras el éxito internacional de ‘Los cuatro jinetes del Apocalipsis’ el político y escritor conquistó fama y riqueza envidiadas por algunos de sus coetáneos.

La historia que cuenta ‘La barraca’ conmociona por la actualidad de sus personajes y de sus conflictos. A través de un drama rural ambientado en la huerta valenciana del siglo XIX nos interpela sobre temas candentes de hoy, como la subida de los alquileres, los desahucios, el acoso infantil y enfrentamientos con los inmigrantes. Una historia que nos conecta con la estrecha relación de la identidad y la autoestima, con la vida real, la que percibimos y entendemos a través de los sentidos.

«’La barraca’ es una historia de siempre», añade Mira. «Nos habla de la eterna lucha entre la razón y la violencia. Nos habla de una comunidad enferma con comportamientos salvajes, de la identidad necesaria que nos da el arraigo a la tierra en la que nacemos; esa tierra que se convierte en desierto sin su alimento principal, el agua.
Una historia que nos hace tomar conciencia de la necesidad imperiosa de progresar en el conocimiento».

Los ingredientes que concurren en la situación que describe Vicente Blasco Ibáñez en esta obra de ficción, podrían concurrir hoy en muchos lugares del mundo. «El hambre, la miseria, la violencia. La guerra brutal, a la que tristemente estamos acostumbrados nos saca del oxígeno que permite la existencia. Blasco Ibañez lo sabe, y desde su pensamiento y su palabra nos ofrece el gran antídoto que nos lleva a la vida: la cultura y el conocimiento», concluye Magüi Mira.