Los pazos de Ulloa

#MAKMAEscena
‘Los pazos de Ulloa’
Obra teatral basada en la novela homónica de Emilia Pardo Bazán
Dirigida por Helena Pimienta y adaptada por Eduardo Galán
Con Pere Ponce, Marcial Álvarez, Ariana Martínez, Francesc Galcerán, Lluna Castera y David Huertas
Secuencia 3, La Villarroel, Saga Producciones y Olympia Metropolitana
Teatre Principal
Barcas 15, València
Hasta el 16 de octubre de 2022

Se abre el telón y sobre el escenario un sacerdote. Una decoración austera, luces cálidas y una música de fondo que acompaña a las palabras de un clérigo que rompe el silencio de la sala con un alegato a una historia maldita: un relato de crueldad y violencia que analiza la lucha entre el amor, la clase social, el deseo y la conciencia. Se trata de ‘Los pazos de Ulloa‘, una obra basada en la novela homónima de Emilia Pardo Bazán, publicada en 1886 y considerada como uno de los clásicos esenciales de finales del siglo XIX.

Un año después de la conmemoración del centenario de la muerte de Emilia Pardo Bazán (A Coruña, 1851-Madrid, 1921) la obra recala en el Teatre Principal de València con la adaptación de Eduardo Galán y la dirección de Helena Pimenta. El texto dista de reinterpretaciones y añadidos; resulta ser fiel a la esencia de la historia original, pero con una plantilla de seis actores principales y secundarios que sacan adelante una trama tan compleja como básica.

Una historia que empieza por el final: anticipa una tragedia que los espectadores conocerán desde el primer momento a través del lamento del sacerdote, don Julián, quien será también el hilo conductor.

‘Los pazos de Ulloa’ cuenta la historia de don Julián Álvarez (Pere Ponce), un joven sacerdote que llega al palacio del marqués don Pedro Moscoso (Marcial Álvarez) para servirle en asuntos de administración. Al llegar a los pazos –una zona rural de Galicia–, el clérigo se escandaliza ante el ambiente vulgar y violento.

Primitivo (Francesç Galcerán) y su hija Sabela (Ariana Martínez) trabajan en la finca y mantienen un relación estrecha con el marqués. Sabela, cocinera y amante de Don Julián –con quien tiene un hijo no legítimo de cinco años, llamado Perucho– vive bajo las órdenes de los hombres que la rodean, una mujer desdichada, sometida e infeliz.

Tras una violenta escena de celos, don Julián decide desposarse con Nucha (Claudia Taboada), su prima de Santiago de Compostela: mujer beata que personifica la inocencia y la devoción. Entre romances, celos desmesurados y dilemas políticos de una sociedad feudal arcaica, desgastada y empobrecida, prevalece a lo largo de la historia el amor y el odio.

Un instante de ‘Los pazos de Ulloa’. Fotografía de Pedro Gato cortesía del IVC.

En este relato aparecen todos los polos opuestos: el marqués arruinado, el libertino y el casto; la mujer aristocrática e inocente y la mujer trabajadora y soñadora; la violencia, el amor, la pasión y la crueldad, instituidos en los ingredientes que hacen de ‘Los pazos de Ulloa’ una tragicomedia que sirve de reflejo de la condición de las mujeres de finales del siglo XIX. No en vano, Emilia Pardo Bazán fue la primera mujer catedrática de Universidad de España, una intelectual que se vio enfrentada a una sociedad dominada por hombres, una feminista revolucionaria y abanderada de la igualdad.

Como el eterno dilema de Shakespeare entre la vida y la muerte, la obra de Pardo Bazán analiza el papel de la mujer a través de Isabel y Nucha, quienes encarnan el perfil prototípico de mujer maltratada, humillada y denigrada, aunque también son mujeres valientes, luchadoras y decididas a sobrevivir en un mundo de hombres. Sin ser protagonistas, su papel es fundamental. Evocando al escritor francés Alphonse de Lamartine: “Hay una mujer al principio de todas las grandes cosas”.