Vangar. Llet Llum Mel

#MAKMAArte
‘Llet Llum Mel’, de Alba Abellán, María Marchirant y Lara Ordóñez
Galería Vangar
Pedro III el Grande 22, València
Hasta el 11 de mayo de 2024

“Creo que ‘fluir’ y ‘diálogo’ han sido las palabras clave”. Así describe Lara Ordóñez la facilidad con la que ha surgido una exposición como ‘Llet Llum Mel’, inaugurada el pasado viernes 2 de febrero y presentada por las artistas Alba Abellán, María Marchirant y la propia Ordóñez en la Galería Vangar, dirigida por Amalio Vanaclocha y Elisa Montesinos.

En ‘Llet Llum Mel’, las piezas encajan prácticamente solas. A pesar de provenir de distintas vertientes, el trabajo de las tres artistas se conjuga a la perfección en el resultado final. Caminos dispares que consiguen hilvanarse “de manera extraordinaria en esta galería”, tal y como apunta María Sánchez, escritora y autora del texto crítico de la muestra. Las artistas logran, de este modo, satisfacer con creces la idea que les vino dada por parte de la galería: unir sus tres propuestas.

Entre Abellán, Marchirant y Ordóñez todo fluye con gran facilidad. Se conocen, se admiran y dialogan; dialogan mucho. Por muy dispares que sean los materiales y las técnicas usadas entre una artista y otra, somos capaces de leer, entre obra y obra, los tres conceptos en los que han querido unir sus trabajos.

‘Llet’, ‘llum’ y ‘mel’ no solo son impecables a nivel fonético, sino que también muestran, combinadas, lo mucho que une a las tres artistas la lengua y su relación con el territorio: “[El título] vino dado por el tema de poner en valor la tradición, la tierra, la luz de València”, explica Alba Abellán. «Conceptos que nosotras, subjetivamente, consideramos propios de la identidad valenciana”.

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Obras como las que aquí presenta Abellán suponen, también, un paso importante en su trayectoria como artista. Siguiendo con su particular unión con el territorio, sus piezas tienen una gran conexión con el agua. Para una Abellán que se vinculaba ya al mar en obras anteriores, realizar piezas para esta exposición le ha permitido no solo cambiar el tono –pues antes recurría a tonos más azulados, mientras que en Vangar es evidente el empleo de ocres–, sino que, en realidad, «también la composición es nueva”.

Por su parte, María Marchirant puede ver en una pieza como ‘Comptar’ el “sentir de la exposición”. En ella, indica, se ve la huella final detrás del proceso en el que se vio inmersa a la hora de realizar obras para la muestra. “Yo buscaba un gesto pictórico que pudiese ser repetitivo y que entrase en el proceso de elaboración más artesanal; que conectara con lo que pudiese estar haciendo Lara desde el tejido o en el hacer del grabado de Alba”.

El cambio en su obra tampoco es indistinto en Lara Ordóñez, para quien en todas las obras presentes en la galería se evidencia cómo “van surgiendo texturas a partir de la pintura, el material y el proceso”. En el caso de Ordóñez y de la recuperación de esas técnicas –como el tejer, que empiezan a perderse–, su aportación a la exposición ha ido un paso más allá y, sin abandonar su característica verticalidad, ha incorporado la volumetría al telar. Además, a través de sus propios recursos, argumenta que ha querido “trabajarlos de forma que aportaran a la idea que teníamos las tres”.

Es así como una oportunidad conjunta como esta permite a las artistas explorar nuevos horizontes que ya habían estado barajando de forma individual. Apuntaba a ello, también, Abellán: “Ir hacia tonos tierra era algo que, realmente, me apetecía y esta excusa me ha parecido maravillosa para hacerlo”.

Más allá de las obras, las tres artistas insisten en la relevancia que tiene para todas ellas el proceso del trabajo, lo más destacado en la mayoría de las ocasiones; mucho más que el resultado final que, como se ha indicado previamente en referencia a Marchirant, es tan solo “una huella” de todo lo expuesto.

Todas y cada una han tomado como punto de partida la obra de las demás –que, de hecho, ya conocían– para la elaboración de piezas dentro de su exposición conjunta. Por otro lado, elogian con regocijo la libertad que tanto Vanaclocha como Montesinos les han ofrecido con su propuesta, dado que eso ha permitido que el proceso de materialización de la idea inicial haya sido muy fluido.

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Resumiéndolo en una palabra, para Lara Ordóñez esta oportunidad ha sido un “lujo”. Especialmente, explican todas ellas, teniendo en cuenta que como artistas contemporáneas aún se están dando a conocer. Su secreto es trabajar constantemente, con el fin de que aparezcan proyectos tan satisfactorios como el que presentan ahora en ‘Llet Llum Mel’. “Tenemos una ilusión loca por producir y buscar la ocasión de poder mostrar nuestro trabajo”, comenta Abellán.

Como la llet, la llum y la mel, las tres artistas se unen en una exposición encabezada por el fluir y el diálogo. Sus obras trascienden la materia y las temáticas, las texturas y las palabras. Entre las líneas tejidas por Lara, las huellas del mar en Alba y las redes de María, podemos leer todo aquello que las vincula tanto artística como personalmente.

Esto es algo que no deja de ser, cuando menos, curioso, si tenemos en cuenta que sus manifestaciones son esencialmente diversas. Así lo expone María Marchirant: “Me parece precioso que seamos de tres lenguajes completamente distintos, pero que a nivel conceptual hablemos de una cosa muy similar”.

De hecho, tanto María Marchirant como Alba Abellán tienen una particular vinculación con el mar, lo cual tenemos ocasión de ver en las obras presentadas en Vangar. Sin embargo, mientras que la aproximación de la primera se vincula a la técnica –ella usa la aguada mayoritariamente–, la segunda ríe ante la diferencia entre ambas, quizás algo menos perceptible en el resultado final: “Para mí la cosa es mucho más de territorio”.

‘Llet Llum Mel’, como vemos, son ellas, sus piezas y su relación tan perfectamente trenzada. Y es que, como bien comenta Abellán, “el compartir es muy enriquecedor”. Tanto ella como Ordóñez y Marchirant nos invitan, hasta el 11 de mayo, a disfrutar y compartir, también entre nosotros, parte de sus identidades, texturas y nexos.