Entrevista a Raquel Córcoles
Moderna de pueblo
Raquel Córcoles es ‘Moderna de pueblo’. Moderna, porque se fue a Madrid con una beca y descubrió que “todo era fascinante”. Y de pueblo, porque es de Reus. Con tan sólo 26 años y un optimismo a prueba de crisis, Raquel aprovechó esa mezcla entre ingenua y explosiva para convertir su Moderna de pueblo en un fenómeno dentro del mundo del cómic. Ahora acaba de publicar una segunda entrega “más autobiográfica” de sus andanzas en la capital, bajo el título de Los capullos no regalan flores. Raquel Córcoles supera ya los 80.000 fans en facebook. Y todo por comportarse con la naturalidad de quien se lanza a la escritura sin temores ni dudas. He aquí lo que nos contó durante su estancia en Valencia, adonde acudió para narrar su experiencia en el marco de las Quedadas de Florida Universitària. Lo hizo en el Paseo Sur de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, acompañado de otro joven emprendedor, el escritor y guionista Albert Espinosa.
– Tan joven y ya Moderna de pueblo.
Sí, la verdad es que me mudé a Madrid con una beca y me pareció que todo era fascinante. En el trabajo se reían de mí por ese intento de parecer moderna, siendo de pueblo. Y de tanto decirme que parecía una moderna de pueblo, me lo apropié para contar mi experiencia en una ciudad tan grande.
– ¿Cómo se lleva eso de ser moderna y de pueblo?
Es una manera de querer ser diferente y vivir en contradicción constante. Cambias de ambiente y tratas de imitar lo que ves, quizás por falta de personalidad, de manera que idolatras a gente que en principio crees que es mejor que tú. Yo lo que hago es reírme de todo eso y contarlo.
– ¿Moderna y de pueblo vienen a ser al final lo mismo?
Yo cuando llegué a Madrid iba por Malasaña y me parecía todo muy guay, con gente cool de la que quería hacerme amiga. Luego la conocí y me di cuenta que no eran tan interesantes, que era todo postureo. Vamos, que el aparentar del pueblo, era aquí postureo.
-A ti la crisis, con el carrerón que llevas, ¿qué te dice?
Yo estoy como dando gracias. Me arriesgué a dejar mi trabajo por esto. Siempre he sido optimista. Confié en mi proyecto y me lancé a por ello. Se analiza mucho todo y creo que hay que arriesgarse. Además, en primero de Publicidad ya te dicen que encontrar trabajo es muy difícil.
– ¿Quién dijo miedo?
El miedo está en todo, eso sí, hasta a la hora de colgar un twit, pero pienso que hay que arriesgar un poco. Además, nunca llegas a estar tan mal como para dormir debajo de un puente.
-Los capullos no regalan flores, ¿por qué?
A mí no me las han regalado nunca, por eso he hecho un libro más autobiográfico que hablara de las relaciones personales. En la ciudad hay tanta gente que llegas a rechazar citas, porque piensas que ya habrá otras oportunidades. Al final, nadie queda con nadie, ni apuesta por alguien. Cuando un chico me regaló flores en mi primera cita, no sabía qué hacer con ellas.
-Moderna y de pueblo, capullos y flores, ¿te gusta jugar con las palabras?
Sí, la verdad es que me han llegado a hacer parodia por el juego que hago con las palabras. Pero a mí me viene de dedicarme a la publicidad, de pedirme constantemente titulares. Al final te acostumbras a expresar mucho con pocas palabras, de ahí que tirara con juegos de palabras, frases rotundas e ingeniosas.
-¿Somos modernos o más bien de pueblo con la cultura en este país?
Yo creo que hay muchísima gente haciendo cosas interesantes, ilustradores, gente realizando cortos, montando festivales y con proyectos extraños. Y con Internet te enteras de todo. Yo veo muchísima actividad y con mucho nivel. Me llega a saturar ver tanto. No sé si habrá un lugar para mi.
– Pues el lugar parece que te lo estás ganando…
Bueno, llevo cinco años desde que abrí el blog y empecé con mi pequeña campaña de publicidad. Antes necesitabas trabajar para algún medio y ahora con Internet puedes llegar directamente a la gente.
– ¿Necesitamos más ilustración, en todos los sentidos?
Estamos en una situación económica difícil, aunque la cultura siempre se ha visto aquí como algo secundario. A veces es como una lucha, porque no hay más que problemas para la gente que estamos empezando y queremos hacer algo. Además, parece que sabemos más, pero luego tengo la sensación de que está más dictado todo, que hay poca exploración por parte de todos. Pienso que me falta todavía mucha cultura y si encima escatimamos en educación tampoco saldremos adelante.
– Y el cómic, encima, tenido como un género menor.
Bueno, ahora se le llama novela gráfica y así parece más respetado. Pero nos falta mucho para alcanzar el nivel que tiene el cómic en Francia.
– ¿Qué les dirías a los jóvenes que empiezan como tú?
Que trabajen día a día y confíen en las posibilidades de las redes sociales. Y que no crean que por subir cuatro cosas ya está todo hecho. Hay que tener constancia, currar todos los días y explotar las oportunidades que ofrecen las redes sociales.
Salva Torres
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