La confiança. Julia Vicario

‘La confiança’, escrita por Guadalupe Sáez y dirigida por Eva Zapico
Con Mertxe Aguilar, Diego Ramírez y Clara de Luna
Produccions d’Ultramar
Sala Ultramar
Alzira 9, València
Hasta el 13 de junio de 2021

Los caballitos de mar son una de las contadas especies en la que es el macho quien alberga los huevos que le traspasa la hembra y, al cabo de diez o doce días, pare decenas de alevines, la mayoría de las cuales son devorados. Un caso peculiar en el reino animal en el que, habitualmente es la hembra quien lleva el peso de la función reproductora. «Parirás con dolor», sentencia la maldición bíblica del ‘Génesis’, y la posicíón erguida adoptada por el homo sapiens hace que el parto de las mujeres sea más doloroso que el de las otras mamíferas.

En el momento de traer una nueva vida a este mundo, tras nueve meses de experimentar profundos cambios físicos y psicológicos, la mujer se encuentra en un estado de máxima vulnerabilidad. La confianza en sus seres queridos y quienes la rodean en el momento cumbre es esencial para que supere indemne el duro trance. Sin embargo, el sistema sanitario, en vez de acompañarla de forma natural y empática, la somete a la violencia obstétrica, una de las vertiente más olvidadas en la lucha por la igualdad de género.

Mertxe Aguilar y Diego Ramírez durante ‘La confiança’. Fotografía de María Cárdenas cortesía de Sala Ultramar.

Plantear este tema es el objetivo de la dramaturga Guadalupe Sáez, que firma el primer montaje de Produccions d’Ultramar, ‘La confiança‘, dirigido por Eva Zapico e interpretado por Meritxel Aguilar; Diego Ramírez, que representa a diferentes personajes; y Clara de Luna, trasunto de la voz femenina protagonista y responsable de la atmósfera sonora de la pieza. La representación se completa con una serie de talleres asesorados por la oenegé El Parto es Nuestro.

‘La confiança’ no explica qué significa parir, ni representa el parto de forma naturalista, sino que se centra en un aspecto que trasciende el acto en sí mismo: la violencia obstétrica. “Se trata de un poderoso texto de denuncia en el que se explica cómo se enmudece a la mujer para poder convertir el acto de dar vida en un hecho protocolario, medicalizado, práctico y violento. Parir como un elemento más de la cadena de producción del mercado”, dice Eva Zapico.

La propuesta busca hacer valer los derechos reproductivos de las personas gestantes, valorar el cuidado, y atender a la violencia que se produce dentro de un paritorio y en las clases de preparación al parto, a fin de evitar reproducir esquemas que aíslan y hieren a las mujeres durante el acto de dar a luz.

Mertxe Aguilar y Diego Ramírez durante ‘La confiança’. Fotografía de María Cárdenas cortesía de Sala Ultramar.

La construcción escénica del dolor, del sudor y del placer de dar a luz por parte de Zapico no pretende la verosimilitud. El lenguaje evita la representación naturalista del acto para partir en busca “de lugares más abstractos que pasan por una ejecución física y vocal muy exigente de la protagonista para representar toda esa violencia ejercida sobre el cuerpo de la mujer y materializar la rebelión frente al intento constante de doblegar sus necesidades y su voluntad”.

Durante una hora en escena, Mertxe Aguilar da voz y cuerpo al acto del alumbramiento sometido a los imperativos de una sanidad todavía machista y patriarcal. La actriz tiene dos hijos biológicos y aunque la llegada al mundo del primero se asemeja a la experiencia que plasma la obra –el bebé es separado de su madre–, para dar vida a su personaje, asegura, no le hacía falta haber pasado por un paritorio: “La interpretación es técnica, investigación y trabajo creativo”, afirma Aguilar. El ritmo del texto es muy importante, pues las palabras de Sáez le sirven a la intérprete de guía para encontrar esos estados entre luces y sombras por los que pasa la mujer cuando da a luz.

La obra se fraguó durante un taller con el dramaturgo francouruguayo Sergio Blanco en el que se planteaba trabajar a partir de un relato personal, un objeto, una imagen y una noticia. Así, ‘La confiança’ parte de la experiencia de Sáez al dar a luz, de la litera como objeto, de la noticia de la detención de una mujer embarazada de 42 semanas y de la imagen de una oranguntana luchando a muerte en la selva de Borneo para proteger su hábitat.

Desde finales del pasado siglo se considera que ambas luchas van de la mano, pues la degradación ambiental y la desigualdad de género son dos caras de la misma moneda. De este vínculo surge en la obra la presencia paralela de una primate luchando contra una excavadora de las industrias madereras. La música de Clara de Luna, además de acompañar el texto de manera descriptiva, crea los sonidos que actúan de enlace entre el mundo hospitalario y la selva.

La confiança. Julia Vicario
‘La confiança’. Collage de Julia Vicario.

Bel Carrasco