Kuartk Valley

#MAKMAAudiovisual
Kuartk Valley, de Maider Oleaga
DocsValència
Festival Internacional de Cine Documental
Del 28 de octubre al 6 de noviembre de 2021

Durante ocho años, Kuartango, un valle de la provincia de Álava, fue escenario del western independiente ‘Algo más que morir’. Estrenada en 2014, fue la gran triunfadora del Almería Western Film Festival de ese año, galardonada con los premios del Público y el especial Almería Collection. Seis años más tarde, Maider Oleaga rinde homenaje a esta historia grabada ya en la memoria popular del municipio, con un western documental, ‘Kuartk Valley’.

El Festival Internacional de Cine Documental DocsValència ha acogido en su programación el metraje de Maider Oleaga. Un homenaje a la memoria de un pueblo, al colectivismo, a las ambiciones, al cine, también una reflexión sobre el hacer desde los márgenes. El cine es mucho más que su industria. El cine lo hacen las personas. Y así fue como Oier Martínez de Santos y José Luis Murga emprendieron esa aventura que se extiende hasta el día de hoy: con una historia de la infancia, una promesa y mucha capacidad de convencimiento.

Fotograma de Kuartk Valley, de Maider Oleaga. Festival DocsValència.

José Luis Murga soñaba desde pequeño con grabar una película de vaqueros. Hizo un primer intento en 1977, con 16 años y una cámara Super 8, protagonizada, escrita y dirigida por él, con la participación casi forzada de sus amigos. Lamentablemente, el proyecto no siguió adelante. De aquello quedan, por suerte, algunos clips que Maider recupera para su documental.

En 2005, José Luis y Oier -este último profesional del audiovisual- se conocen. En ese momento, vuelven a saltar las chispas de aquel fuego extinto hace años y lo que iba a ser un cortometraje de género se convierte en un guion de 80 páginas y, seguidamente, en un largometraje que involucra todo el valle.

Fotograma de ‘Kuartk Valley’, de Maider Oleaga. Festival DocsValència.

Ocho años duró la producción. Tablón a tablón, los vecinos de Kuartango ayudaron en el montaje del escenario. Se recreó un saloon, un banco, una cárcel, una cantina. Por focos utilizaron bombillas de casa. Las jornadas de rodaje se limitaban a fines de semana. No había dinero de por medio, pero había una ambición tan fuerte capaz de movilizar un pueblo entero. Maider vuelve al que fue escenario de este western y recoge los testimonios de las personas involucradas. En ellas se aprecia el cariño y la nostalgia hacia el trabajo colectivo.

Pero ‘Kuartk Valley’ no trata solo sobre el recuerdo. Se aprecia un paralelismo entre este cine alejado de la industria y esta población alejada de los núcleos metropolitanos. Lo más parecido al centro urbano es un tren que pasa soplando las puertas de los vecinos. Mientras se habla de aquella manera de producir el largometraje, vemos las personas trabajando en la ganadería, en la agricultura, jugando a la brisca o sentadas tomando el fresco, vemos también ese pequeño bar de pueblo que se convierte en el principal punto de socialización. En un momento donde destacan los relatos sobre la España vaciada, Maider consigue hacer un retrato original, ingenioso y amable de estos lugares que siguen, permanecen y resisten.

Fotograma de ‘Kuartk Valley’, de Maider Oleaga. Festival DocsValència.