#MAKMAEscena
‘Kinky Boots’
Compañía Theatre Properties, Atresmedia, Rimas Europe y Grupo Eventix
Dirección Silvia Allaú
Intérpretes Carlos Benito, Tiago Barbosa, Silvia Villaú, Laura Muriel, Nando González, Carlota L’Hotellerie, Mario Alberto Hernández, Marta Malone, Antonio Mañas, Victor Moresco, Enrique Monje, Joel Peraza, Francisco Hilario y Yeray Gil
Teatre Olympia
Calle San Vicente Mártir, 44
Del 9 de abril de 2025 hasta el 13 de abril de 2025

Theatre Properties en coproducción con Atresmedia y Rimas Europe y con la colaboración de Grupo Eventix llegaron a Valencia el pasado 9 de abril con el musical ganador de 13 premios Tonys, ‘Kinky Boots’. Esta nueva producción que hará gira por otras localidades de España como Avilés, Murcia, Palencia o Guadalajara estará hasta el 13 de abril en el Teatro Olympia.

Interpretada por Carlos Benito, Tiago Barbosa, Silvia Villaú, Laura Muriel, Nando González, Carlota L’Hotellerie, Mario Alberto Hernández, Marta Malone, Antonio Mañas, Victor Moresco, Enrique Monje, Joel Peraza, Francisco Hilario y Yeray Gil la trama de ‘Kinky Boots’ gira alrededor de Charlie Price, el hijo del dueño de una fábrica de zapatos para hombres, que tras la muerte de su padre se debe hacer cargo de ella.

Cuando parece que todo está perdido y que la fábrica va a tener que cerrar, Charlie conoce a Lola, una explosiva y extravagante drag queen amante del color rojo. De este modo, el protagonista consigue encontrar su nuevo mercado: botas altas de tacón que soporten el peso de un hombre. Así, comenzará una aventura autodescubrimiento en la que los personajes tendrán que aprender a convivir y a aceptarse unos a otros tal como son.

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Bajo una apariencia cómica y con números musicales potentes y brillantes escritos originalmente por la extraordinaria cantante Cindy Lauper, esta obra trata cuestiones tan relevantes y contemporáneas como el mantenimiento del legado familiar, los traumas infantiles causados por la presión de los progenitores, la relación entre un jefe y sus empleados, los lazos que se forman entre una familia elegida, el apoyo al comercio local, la moda como una forma de expresión interior, la identidad de género, el trato a las personas del colectivo LGTBI+ en localidades pequeñas, la masculinidad frágil y la tolerancia.

Todo ello es mostrado gracias a elementos como la iluminación, que constituye un reflejo de las emociones de los personajes. Especialmente, destacan dos colores, el morado azulado para la tristeza y la introspección, y el rojo para los momentos de euforia, desenfreno y alegría. Es tal y como dice Lola en una de sus canciones “el rojo es el color de la pasión y del sexo”. 

Otro de los grandes protagonistas es el excéntrico y sensacional vestuario de Lola y sus drag queens, que consta de grandes pelucas y de vestidos cortos brillantes muy chic. Sin embargo, el centro de atención en este terreno son las icónicas botas rojas en las que Charlie, Lola y todo su equipo trabajan para llevar a Milán. Estas son un símbolo de liberación y de catarsis, una prenda en la que los personajes pueden dejar de lado todas las expectativas, presiones y estereotipos que el mundo normativo ejerce sobre ellos para correr con libertad. 

Si bien, el que se podría decir que es el corazón de Kinky Boots es la fábrica. Este es el espacio en el que se tejen los entresijos y los lazos entre los diferentes miembros de la fábrica. La voluntad, la pasión, el compañerismo y las tensiones confluyen y se resuelven allí. Por este mismo motivo, el interior de este espacio tan cambiante es representado mediante una escenografía que se metamorfosea constantemente a través de escaleras y de diferentes aparadores móviles que le dan una apariencia camaleónica al escenario.

Por otro lado, el exterior es plasmado mediante una proyección en una pantalla en la que se puede apreciar el letrero con el nombre de la fábrica y las icónicas botas rojas que marcan la presencia de Lola.‘Kinky Boots’ es un grito a la expresión personal. Es un canto a la sociedad para que se desprenda del ego y de sus prejuicios y que, así, todas las personas puedan ser felices y vivir en armonía sin ser juzgadas. Definitivamente, una experiencia divertida con toques de emoción y dramatismo que hará que el espectador quiera deshacerse de sus aburridos zapatos de deporte y comprar también unas botas para dirigirse hacia un lugar mejor.