Opus 2012. Juanli Carrión
Galería Rosa Santos
C/ Bosseria, 21. Valencia
Hasta 18 de mayo

Nada más entrar en la galería Rosa Santos nos encontramos con el libro que sirve de singular partitura a Opus 2012, el montaje expositivo de Juanli Carrión (Yecla, 1982). La partitura es de la ópera Don Giovanni de Mozart, que el artista se encargó de traducir al italiano con textos procedentes de un discurso del presidente Obama, interpretados por cantantes profesionales en medio del desierto mexicano de Real Catorce en San Luis Potosí. Seis fotografías tomadas de los cantantes, en el mismo paisaje desértico y fronterizo con los Estados Unidos donde se grabó tan singular Don Giovanni, completan la muestra.

El video ópera que sin duda encabeza el proyecto de Carrión tiene dos dimensiones: una política y otra artística; una estática y otra en perpetuo movimiento. La imagen, siempre en plano fijo, tiene una parte superior con el cielo estrellado nocturno siempre cambiante, y una inferior donde vemos a los cuatro intérpretes, en actitud tan inmóvil como la tierra desértica donde se ubican, cantando ciertos pasajes del discurso de Obama. Pasajes que vienen a dar cuenta de las contradicciones que asolan nuestras democracias occidentales. De manera que la economía, con sus pobres y ricos a distancia cada vez más sideral; la inmigración, de primera y segunda; el petróleo, como fuente de poderosos intereses, y la democracia, como sistema debilitado en su esencia por un capitalismo feroz, conforman la letra de una partitura crítica con ese estado de cosas.

Opus 2012, Juanli Carrión. Imagen cortesía de galería Rosa Santos
Opus 2012, Juanli Carrión. Imagen cortesía de galería Rosa Santos

Carrión juega con lo estático inferior, inmóvil, desazonante del discurso político, en contrapunto con la cambiante parte superior de un cielo estrellado. Y a lo largo de los 30 minutos aproximados que dura el video, ese vaivén de movilidad y estatismo va dando pie a esperanzados fragmentos dentro del vaciado discurso, al mismo tiempo que el cielo destila una monotonía impropia de su movilidad. De manera que Opus 2012 termina siendo un canto desesperanzado, un grito irónico en mitad del desierto, del que va emanando un hilo de vida por entre las grietas de tan estática representación.

La denuncia implícita en el texto operístico, lanzada a los cuatro vientos por los hieráticos intérpretes del mordaz Don Giovanni, tiene su contrapunto en la bella alocución y puesta en escena del video. De manera que los extractos unidos tienen la aridez, sin duda reflejada en las fotografías contiguas, que anima el conjunto, y la cualidad estética que perturba la solidez de tan explícito mensaje crítico. La certeza ideológica y la interrogación subjetiva, librando un pulso en Opus 2012.

Salva Torres