Javier Gutiérrez. Los santos inocentes

#MAKMAEscena
‘Los santos inocentes’, de Miguel Delibes
Dirección: Javier Hernández-Simón
Adaptación: Fernando Marías y Javier Hernández-Simón
Con Javier Gutiérrez, Pepa Pedroche, Fernando Huesca, Yune Nogueiras, Marta Gómez, Luis Bermejo, José Fernández, Raquel Varela y Jacobo Dicenta
Una producción de GG Producción escénica y Teatro del Nómada
Teatro Flumen
Gregori Gea, 15, València
Hasta el 30 de abril de 2023

El Teatro Flumen presenta, hasta el 30 de abril, ‘Los santos inocentes’, una adaptación de la renombrada novela homómina de Miguel Delibes –reconocida como una de las más importantes de la literatura española del siglo XX– que consiguió, además de otros reconocimientos, dos galardones de los Premios Talía de la Academia de las Artes Escénicas: uno al mejor espectáculo teatral y otro al mejor actor secundario, otorgado a Luis Bermejo.

Según las palabras de Javier Hernández-Simón, director y co-adaptador escénico de ‘Los santos inocentes’, el reparto es un conjunto de actores talentosos reunidos en un mismo escenario, entre los que se incluyen Javier Gutiérrez, Luis Bermejo, Pepa Pedroche, Jacobo Dicenta, Fernando Huesca, Raquel Varela, José Fernández, Yune Nogueiras y Marta Gómez.

También se señala que, aunque las obras de Miguel Delibes puedan parecer ancladas en el pasado, él mantenía una visión social y política tan perspicaz que nos brinda grandes enseñanzas sin importar cuándo las leamos. Tal y como menciona Hernández-Simón sobre este autor, “es alguien que nos muestra una España que fue, para advertirnos de la España que no debemos permitir que sea”.

Javier Gutiérrez. Los santos inocentes

“La novela es tan inmensa que presenta muchos caminos diferentes para contar, y fue a través de las palabras de Delibes donde Fernando Marías y yo encontramos esta idea de la educación como cimiento de la libertad individual y de la igualdad social; a partir de ahí, empezamos a crear”, tal y como explica el director de la obra.

Además, él asegura que la novela presentó un reto debido a sus múltiples elipsis y la no linealidad en su narrativa. “Al adaptarla al teatro, se terminaron de llenar los vacíos y los silencios, que funcionan bien en la literatura, pero no en el escenario; y también queríamos dar voz a los personajes que hablan menos, como son los femeninos”. Lo que al principio parecía una dificultad, al final se convirtió en el camino que guió a la versión definitiva y a la puesta en escena.

“Trabajamos con la idea de sumar a la novela y tener también una personalidad propia como espectáculo; no ser copia de nada, sino compañeros de viaje de las otras piezas que se han realizado”, como la película dirigida por Mario Camus. “Y creo, además –añade el director–, que todos los actores y actrices han aportado su talento, personalidad y creatividad a estos personajes, lo que los hace reconocibles, pero al mismo tiempo diferentes, debido al talento creativo detrás de ellos”.

En cuanto a Javier Gutiérrez, él afirma que una de las cosas más valiosas y gratificantes de su profesión es la oportunidad de poder difundir la cultura y un espectáculo como este a todos los rincones de España.

“Es cierto que, cuando leí la novela por primera vez, me pareció un texto muy críptico y que a veces cuesta desentrañar”, confiesa el actor. “Yo considero que lo que han llevado a cabo es una labor maravillosa de acercar ese texto de Delibes, respetando, por supuesto, la esencia, pero permitiéndose algunas licencias, poniendo el acento en la educación, algo tan importante a día de hoy, y abriendo una gran ventana a la esperanza”.

“Está puesta en los jóvenes, en los hijos de Paco y Régula, ya que ellos no han tenido las posibilidades de crecer libres, adquirir conocimientos y disfrutar de una vida distinta a la de sus padres”, continúa explicando. “En ese sentido, creo que es una versión emocionante, inspiradora y muy inteligente, porque en un momento como el de hoy en el que se tiende a demonizar a la juventud, se hace una apuesta por ella en este espectáculo”.

Para este actor es crucial narrar esta historia porque, a pesar de estar ambientada en la Extremadura rural de los años 60, todavía hoy en día existen personas como Paco y Régula en España que luchan para llegar a fin de mes y son víctimas de diferentes formas de esclavitud. Por lo tanto, es importante que el espectador no solo disfrute de las palabras de Delibes, sino que también reflexione sobre la España de entonces y la de ahora.

“En mi opinión, todos deberíamos fijarnos un poco más en la figura de Paco, el Bajo, porque la pospandemia nos ha convertido en una sociedad más egoísta, en la que miramos menos al otro y somos mucho menos empáticos con el dolor y las desgracias ajenas”, apunta Gutiérrez.

Javier Hernández-Simón agrega que “es cierto que esto está situado en Extremadura, pero en realidad en cualquier lugar puede ocurrir, ya sea en el mundo rural como en el urbano; al final, es una historia repetida, en la que todos podemos reconocer a nuestras familias, abuelos, padres e, incluso, a nosotros mismos, que es lo que también pretendemos”.

“Cuando se encuentra un autor como Miguel Delibes, que nos presenta espejos incómodos en los que podemos vernos reflejados, cualquier recurso que nos ayude a reconocernos en su obra es bienvenido”, concluye el director.