‘La mirada de Ida Lupino’ | Ciclo de cine
Filmoteca de València
Plaza del Ayuntamiento 17, València
Del 3 de marzo al 30 de mayo de 2021
Hasta bien avanzado el pasado siglo, que una mujer fuera especialmente hermosa podía suponer un obstáculo para su realización profesional, pues la sociedad le imponía el destino de ser esposa, madre y florero. Ida Lupino gozaba de una extraordinaria belleza, pero su talento y circunstancias favorables le permitieron vencer los clichés. Por haber nacido en el seno de una familia de artistas, pero sobre todo por su empeño y voluntad que la llevo a ser, en los cincuenta, la primera directora de Hollywood y pionera del cine noir.
En vísperas del 8M, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, la Filmoteca Valenciana recuerda su trabajo tanto delante como detrás de la cámara, con un ciclo que se extenderá durante los meses de marzo, abril y mayo. Se inició con ‘Que el cielo la juzgue’ de John M. Stahl (día 2) y ‘La buena boda’ de Eric Rommer (día 6). El 7 de marzo se proyecta la primera película dirigida en solitario por Lupino, ‘Never fear’, la historia de una bailarina que lucha contra una enfermedad, inspirada en la experiencia que sufrió ella con la polio.
‘El hombre que amo’, de Raoul Walsh, fue la primera película importante en la que intervino como protagonista tras varios títulos menores en los que fue afianzando su propio estilo que ella misma definía, irónicamente, al proclamarse «la Bette Davis de los pobres». A mediados de los años cuarenta se enfrentó con el estudio Warner Brothers por los papeles que le asignaban y sufrió períodos de suspensión de empleo. En esta época empezó a interesarse por el trabajo detrás de la cámara animada por grandes cineastas como Raoul Walsh y Roberto Rosellini.
Desarrolló su faceta de directora a partir de 1948 en su propia productora independiente, fundada con su segundo marido, el guionista Collier Young: Emeral Productions, después Filmakers. Con escasos medios, pero con una gran libertad creativa, abordaron temas sociales desde un cine de ficción despojado del artificio de Hollywood. Temas en clave femenina como la maternidad no deseada (‘Not wanted’), la discapacidad (‘Never Fear’), la violación (‘Outrage’), la adopción, el trabajo femenino o la masculinidad en crisis (‘El bígamo’). Temas conflictivos para la época que les supusieron problemas con el Código Hays.
Lupino escribió los guiones, controló la producción de las películas de Filmaker y acabó dirigiendo, por casualidad, cuando, al tercer día de rodaje de ‘Not wanted’, el director Elmer Clifton sufrió un infarto. Fue su bautismo de fuego y el inicio de su faceta de directora controlando lo que ocurre en el plató. A pesar de no aparecer en los créditos, el filme configura sus señas de identidad. Realismo próximo al documental, rodaje en exteriores y una economía narrativa que no le permitía desviarse de la trama esencial.
Su filme más conocido, el primer thriller dirigido por una mujer, ‘El autoestopista’ está basado en un hecho real y filmado con la misma sobriedad que su cine social. Aludiendo a sus presupuestos ajustado, en su versión de directora se auto definía como la «Don Siegel de los pobres».
En las protagonistas de sus filmes se aprecian rasgos comunes con algunos de los personajes que ella interpretó. Su resistencia, su carácter de supervivientes en la cuerda floja, personajes en los márgenes de la sociedad a punto de dejarse vencer, pero manteniéndose a flote. Como la Marie de ‘El último refugio’, que quiere, por encima de todo, volver al pasado del que huyó, un pasado que podría ser el de las protagonistas de ‘Outrage’ o ‘Not wanted’.
El personaje interpretado por la propia Lupino en ‘El bígamo’ arrastra su desencanto con la misma dignidad que la ciega a quien encarna en ‘La casa en sombra’, filme en el que también intervino como directora (sin acreditar) durante las ausencias de Nicholas Ray.
Los dramas de Lupino ahondan en las heridas sufridas por las heroínas de cine negro clásico en un oscuro pasado. Sus protagonistas sufren un trauma y huyen de sí mismas antes de poder aceptarse y recuperar una dignidad que creían perdida por haberse quedado fuera de la norma patriarcal. Por ser cojas, víctimas de una violación o madres solteras.
Desde mediados de los años cincuenta, excepto algún trabajo como actriz y ‘Angeles Rebeldes’ (1966), Lupino trabajó en la televisión, donde dirigió más de sesenta episodios de series como ‘Alfred Hitchcok presenta’, ‘La dimensión desconocida’, ‘El fugitivo’ o ‘Tate’, de la que están programados dos capítulos dentro del ciclo.
En su faceta como actriz intervino en películas de todos los géneros, pero sobresalió en el cine negro representando mujeres de fuerte personalidad, desde femmes fatales a buenas chicas con un turbio pasado. En sus trabajos de interpretación destaca la elocuencia de su mirada para expresar ira, odio y amargo desencanto. Una mirada que revivirá esta primavera para los espectadores de nuestros años veinte en la pantalla de la Filmo.
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