‘Quien a hierro mata’, de Paco Plaza
Guionistas: Juan Galiñanes y Jorge Gerricaechevarría
Reparto: Luis Tosar, Xan Cejudo, Enric Auquer, Ismael Martínez, María Vázquez
España, 2019

El noveno largometraje de Paco Plaza, ‘Quien a hierro mata’, no se puede, simplemente, categorizar como un thriller sobre narcotráfico enredado en una trama de venganza que desencadena, inevitablemente, una ola de violencia. ¡No! ‘Quien a hierro mata’ es un terrorífico drama sobre los abismos insondables del alma humana. 

“Es una película que habla sobre el rencor como una droga que atrapa la vida y ensombrece el alma”, comentó Paco Plaza en el diálogo-presentación de la película que mantuvo con los alumnos de Comunicación Audiovisual en la Universidad Ceu-Cardenal Herrera el pasado 10 de septiembre.

Paco Plaza durante su charla en la Universidad Ceu-Cardenal Herrera. Imagen cortesía de la universidad.

Dos almas carcomidas por el rencor: la de Mario, el enfermero jefe de un geriátrico, y la de Antonio Padín, capo mafioso y uno de los enfermos residentes del asilo –personajes interpretados magníficamente por Luis Tosar y Xan Cejudo, respectivamente–. 

Un resentimiento vengativo que enraíza a los dos personajes y los empuja hacia un destino funesto y trágico, que arrasa no solo sus propias vidas, sino también, y principalmente, las de sus propios hijos. De ahí que la historia de ‘Quien a hierro mata’ tenga un tono de tragedia shakesperiana: serán los hijos las verdaderas víctimas de las atrocidades de estos dos padres, Mario y Antonio. Hijos sin futuro, serán devorados por el rencor y la venganza de los padres, al igual que los hijos del titán Saturno. 

Xan Cejudo en ‘Quien a hierro mata’, de Paco Plaza.

Una tragedia que se vislumbra, al inicio del filme, con ese primer plano del mejillón aplastado por la ira del hijo pequeño del clan Padín, Kike –interpretado notablemente por Enric Auquer–, y que culmina en ese impactante final: un primer plano del pecho materno que alimenta al recién nacido hijo de Mario, con la sangre de la venganza. Si Bigas Luna en su película ‘La teta y la luna’ (1994) sublimó el  pecho materno y su función de amamantar al imaginario onírico, Paco Plaza ha enarbolado el pecho materno amamantador construyendo una imagen siniestramente mortal. 

“No hay futuro luminoso cuando un pasado sombrío aborda el presente con el rencor. De ahí el título de la película: todas las acciones tienen una consecuencia. Revierten las acciones en ti”, explicó el director Paco Plaza en su didáctica intervención en la universidad.

Ismael Martinez (izda) y Enric Auquer en ‘Quien a hierro mata’, de Paco Plaza.

‘Quien a hierro mata’ es, con todo detalle, impecable de principio a fin tanto en cada elemento de la trama como a nivel expresivo. Las rimas visuales se enlazan en un ritmo simbólico para enfatizar el pathos de los personajes.

“La cámara debe expresar las emociones de los personajes, porque el cine empieza donde acaba la trama”. Idea con la que Paco Plaza reivindica el valor plástico y pictórico del cine, más allá de su tarea de contar una historia. Una idea que unió a las siguientes palabras con las que culminó el acto de presentación: “El cine impregna tu vida de manera vocacional. Y, en estos momentos, siento la responsabilidad de contar historias que permitan reflexionar a la gente”.

Luis Tosar en ‘Quien a hierro mata’, de Paco Plaza.

Begoña Siles