#MAKMAEscena
‘El público’, de Gustavo Ramírez Sansano
Adaptación de la obra homónima de Federico García Lorga
Coreografía: Gustavo Ramírez en colaboración con los bailarines y Melodía García
Producción: Institut Valencià de Cultura
Dansa València
Teatre Principal
Miércoles 6 de abril a las 21:00

El festival Dansa Valéncia, organizado por el Institut Valencià de Cultura, ha regresado de nuevo a las calles tras un par de años en enclaustramiento debido a la pandemia y al mal tiempo. Este fin de semana se ha iniciado el ciclo ‘Moviments Urbans’, ocho espectáculos en seis emplazamientos diseminados por el centro histórico de la ciudad. La iniciativa es fruto de una colaboración con la Concejalía de Acción Cultural del Ayuntamiento de València y sirve de antesala al grueso del festival.

Uno de los platos fuertes del festival es ‘El público‘, un espectáculo de danza basado en la obra homónima de Federico García Lorca, que se estrenará el próximo miércoles en el Teatre Principal dirigido por el coreografo Gustavo Ramírez Sansano.

En vísperas del gran día, después de más de un año de dedicación absoluta a este gran desafío, al artista le embargan los nervios y la expectación. «Hay que pensar en encajar todas las piezas como en un juego de ‘Tetris’», comenta. «Son unos nervios guays porque me excita lo que hago y disfruto con la sensación de que no estoy siempre en el mismo sitio. No me encuentro ante su salto en el vacío, sino en solución de continuidad, a punto de dar un paso más. Además, con los años aprendes a disimular los nervios. Lo importante es no hacer lo que los demás esperan que hagas, porque así no se llega nunca al éxito».

A lo largo de los últimos meses, el director de la compañía Titoyaya se ha sumergido en una de las obras más densas y complejas de García Lorca, ‘El público’, escrita en 1930, pero que no se representó hasta 56 años más tarde. Una obra surrealista que forma parte de su «teatro imposible» junto ‘Así que pasen cinco años’ y ‘Comedia sin título’, en la que aborda la homosexualidad reprimida y la libertad en el amor en todas sus múltiples y complejas manifestaciones.

«Tienes que leer muchas veces el texto para captar su rico significado en plenitud, y cada vez que lo haces encuentras elementos nuevos. En este asombroso texto García Lorca plantea el tema de la honestidad, tanto en el amor como en el trabajo del artista, al que defiende de la ingerencia del público, que tiene derecho a opinar pero no a influir en él».

En su teatro y en sus poemas, García Lorca habló muchas veces de las minorías marginadas, de los gitanos, del empoderamiento de la mujer, y en ‘El público’ trata de la minoría a la que él pertenecía y por la que se sintió estigmatizado toda su vida. Habla del teatro y habla del deseo, a través de un juego de máscaras, en el que se superponen ficción y realidad, en el que las identidades se encuentran en continua metamorfosis en pos de la autenticidad, la honestidad y la libertad.

Gustavo Ramírez Sansano. El público
Gustavo Ramírez Sansano durante los ensayos de ‘El público’. Fotografía cortesía del IVC.

A través de la danza, la música, el vestuario, la iluminación y demás ingredientes del espectáculo, Gustavo Ramírez Sansano explora hasta los últimos recovecos de una obra plagada de elementos simbólicos, máscaras y espejos. Son ocho bailarines y dos cover, «supergenerosos, que se han metido en el papel sin pudor y que son los que cuentan la historia».

La música ha sido compuesta por Luis Miguel Cobos, con quien el coreógrafo deseaba colaborar hace mucho tiempo, el diseño de vestuario es de Bregje van Balen, y Luis Crespo y Emilio Lavadía completan el equipo técnico. La pieza dura casi una hora y media, con dos partes de 42 minutos.

Pese al gran desafío que ha afrontado Ramírez, no considera que esta sea su consagración, sino «el principio de un camino, porque el proceso creativo debe seguir vivo y no repetirse. Me gusta hablar en cada momento de lo que creo que debo hablar, y no temo a los fracasos, porque de ellos se aprende mucho».

El coreógrafo agradece la confianza que ha depositado en él el Institut Valencià de Cultura. «Excepto las lógicas limitaciones económicas, me han dado libertad absoluta, lo que demuestra que entienden el concepto de creación. También ha sido muy de agradecer disponer del escenario del teatro durante una semana previa al estreno».

Un instante de ‘El público’, de Gustavo Ramírez Sansano. Fotografía cortesía del IVC.

Sobre la situación de la danza en general, opina que ha mejorado estos últimos tiempos, pero no al ritmo deseable. «Se debería ayudar a las compañías a ser independientes. No solo se trata de repartir subvenciones, sino de que la Administración utilice su capacidad para que las compañías sobrevivan por sí mismas y puedan crear una estructura estable que permita vivir dignamente a sus miembros. Hoy nos movemos entre el ahogo y la respiración».

Gustavo Ramírez Sansano es un coreógrafo español de proyección internacional, autor de más de medio centenar de creaciones estrenadas en escenarios de todo el mundo, con compañías emblemáticas como Nederlands Dans Theater, Norrdans, National Dance Company Wales, Hubbard Street, Ballet Hispánico, Buttler Ballet o la Compañía Nacional de Danza.

En 2006, fundó su propia compañía, Proyecto Titoyaya, con la que ha estrenado una decena de ballets que han viajado por España, Italia, Hungría y EEUU. La etapa de tres años al frente de la compañía Luna Negra Dance Theater terminó de consolidarlo como uno de los valores de la danza mundial. Ha sido distinguido como Etoile de Ballet 2000, galardonado con el Prix Dom Perignon y nombrado ‘Chicagoans of the Year’, entre otros galardones.