Gran Circo Acrobático de China. Teatro Olympia

#MAKMAEscena
‘Gran Circo Acrobático de China’
Hunan Acrobatics Art Theatre
Teatro Olympia
San Vicente Mártir 44, València
Hasta el 24 de agosto de 2025

El Teatro Olympia de València acoge, hasta el 24 de agosto, el ‘Gran Circo Acrobático de China’, un espectáculo de Hunan Acrobatics Art Theatre premiado con numeros galardones internacionales, como el Fondo Nacional de Arte y el 1º Premio Especial Tian Han del Festival del Arte de China.

Sin necesidad de emitir palabras, más de 30 artistas, entre los que se encuentran medallistas olímpicos y exintegrantes del Cirque du Soleil, llevan a cabo una función apasionante y espectacular en la que intervienen las acrobacias, el teatro visual y la poesía escénica, sustentado por el trabajo, la técnica y el esfuerzo titánico y magistral de cada uno de los intérpretes.

El argumento, si bien sutilmente hilvanado, constituye la columna vertebral de esta narración convertida en una odisea que entrelaza mitos ancestrales con la vida cotidiana, simbolizando el ciclo eterno del renacimiento y la lucha por la perfección.

El hilo narrativo se desenvuelve a través de una serie de cuadros que evocan paisajes oníricos y leyendas milenarias. El simbolismo del dragón, guardián de la sabiduría y la fuerza, se erige como un motivo recurrente, representando el espíritu indomable del pueblo chino.

Gran Circo Acrobático de China. Teatro Olympia de València
‘Gran Circo Acrobático de China’, de Hunan Acrobatics Art Theatre. Imagen cortesía del Teatro Olympia de València.

La trama argumental, aunque no explícita en un sentido teatral occidental, se articula a través de la secuencia de actos, cada uno de los cuales representa una fase en el viaje del alma: desde la inocencia de la juventud, manifestada en los actos de equilibrio y gracia, hasta la superación de los desafíos, simbolizados por los complejos números aéreos y de fuerza. La cohesión narrativa se logra a través de la fusión de elementos visuales, sonoros y cinéticos, que transportan al espectador a un estado de contemplación casi meditativa, donde la belleza de cada movimiento se convierte en el lenguaje universal de la emoción.

Desde una perspectiva técnica, el ‘Gran Circo Acrobático de China‘ es un prodigio de la ingeniería corporal y el control motor. Los números de contorsionismo desafían las leyes de la anatomía, transformando el cuerpo humano en una escultura maleable, capaz de adoptar formas que parecen imposibles. La sincronización en los actos de equilibrio, como el icónico apilamiento de sillas, no es solo una proeza de fuerza, sino una coreografía de precisión milimétrica que exige una confianza absoluta entre los intérpretes.

La audacia de los actos aéreos, como el vuelo en la cinta de seda o el trapecio, va más allá del simple espectáculo de riesgo; son una metáfora de la liberación del espíritu, donde el cuerpo, suspendido en el aire, se convierte en un lienzo para la expresión de la libertad.

La estética del movimiento es una manifestación de la filosofía oriental del qi, la energía vital que fluye a través de todo ser. Los trajes, diseñados con una elegancia minimalista, y la iluminación, que crea atmósferas etéreas, contribuyen a la depuración de la puesta en escena, permitiendo que la atención se centre en la pureza del movimiento. En este contexto, cada acto no es solo un despliegue de habilidad, sino una reverencia a la capacidad del cuerpo humano para trascender sus propios límites.

Igualmente, para generar una experiencia todavía más inmersiva si cabe, esta producción de Hunan Acrobatics Art Theatre hace uso de una iluminación inmersiva que sirve como espejo de las emociones que reflejan las canciones de ritmos orientales; de proyectos digitales; de un magnífico y colorido vestuario artesanal que cuenta con más de dos mil trajes de seda; y de una escenografía que, aunque sencilla, resulta estar enormemente aprovechada.

En definitiva, el ‘Gran Circo Acrobático de China’ es un majestuoso espectáculo dirigido a todo tipo de públicos en el que, tal y como señala el periódico The Boston Globe, “todo el mundo quedó deslumbrado con el equilibrio, la habilidad, el encanto y la profesionalidad… Un espectáculo impresionante”.