Siboney

#MAKMAArte
Antón Lamazares y Francisco Leiro
40 aniversario de Galería Siboney (1985-2025)
Réplica de la exposición inaugural
Comisario: José Luis Serzo
Coordinador: Juan Riancho
Centro Cultural Los Arenales de la Biblioteca Central de Cantabria
Calle Ruiz Zorrilla 17, Santander
Hasta el 30 de mayo de 2025

Como escribió el poeta Federico García Lorca, “cuarenta años no son nada”. Y, si no, que se lo digan a la Galería Siboney de Santander, que el próximo mes de julio cumple su cuarta década al pie del cañón en lo que al arte contemporáneo se refiere.

Si echamos la mirada atrás y retrasamos el calendario hasta el verano de 1985, podremos ver cómo la galería de arte, junto con sus dos artífices, Juan Riancho y Fernando Zamanillo, abría sus puertas con una exposición que marcaría el estilo del nuevo espacio, ya que los artistas elegidos fueron los gallegos Antón Lamazares y Francisco Leiro.

Ahora, estos dos artistas vuelven a juntar sus obras para conmemorar el aniversario de Siboney: Lamazares, con dieciséis pinturas, y Leiro, con nueve esculturas, impregnando ambos la sala Concepción Arenal de la Biblioteca de Cantabria, de estilo neoexpresionista, que se suma a la fiesta de aniversario con tres fotografías de gran formato y material de aquel día veraniego de 1985, cuando la galería abrió sus puertas en la conocida calle de Castelar.

Como el comisario de la muestra, José Luis Serzo, escribe sobre los artistas en el periódico adjunto disponible en la sala, la exposición “articula un pertinente reencuentro entre las rotundas obras de Leiro y Lamazares”, volviendo, cuarenta años después, “a dialogar sus obras en esta misma ciudad, aunque en otro espacio, como es la Biblioteca Central de Cantabria”.

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En las dieciséis obras de Lamazares, podemos observar cómo los materiales que utiliza son de carácter humilde: cartones y maderas que usa como lienzos. La extensa paleta de colores, a veces brillantes, a veces oscuros, donde las capas de barnices se amalgaman con cantidad de veladuras, otorgan a sus figuras y símbolos un aliento lúdico y onírico.

Trabajos en los que se dan la mano estilos cercanos al expresionismo y al arte povera (tendencia dada a conocer a finales de la década de 1960, cuyos creadores utilizaban materiales considerados pobres y de muy fácil obtención, como madera, hojas o rocas), y en los que se percibe una vibrante emoción visual, dejando que sea el propio espectador el que rebusque entre sus formas distorsionadas para encontrar ese mensaje oculto entre los lienzos de cartones y maderas.

Según Serzo, Lamazares “manifiesta y maneja la extrañeza cándida y cálida, la riqueza de lo sencillo, la fisura existencial. Su engranaje es de sangre y carnes sobre cartón: pintura en su esplendor. Lamazares es un eremita, pero al tiempo un degustador, un observador, un vindicador de valores eternos, de ideales. Un canal consciente en búsqueda de la pureza”.

Vista de la exposición de Antón Lamazares y Francisco Leiro en el Centro Cultural Los Arenales de la Biblioteca Central de Cantabria. Foto: Néstor Navarro.

Las esculturas de Leiro –que son las piezas que más impactan por sus dimensiones de más de dos metros y las posturas dislocadas de los gigantes que nos dan la bienvenida a la exposición– parecen jugar con la dualidad entre la propia figura y el objeto surrealista que esta porta, ya sea en sus manos o sobre la cabeza, como en su obra más reciente, titulada ‘Vulcano’.

Sus personajes esculpidos no tienen rostro ni ojos a los que mirar en busca del alma del individuo, como si el artista los hubiera querido despojar de todo rastro de humanidad. El espíritu de la obra se puede ver y distinguir en los objetos que sostienen las esculturas, como si los verdaderos protagonistas fueran los propios elementos dando significado a la creación misma.

A lo largo de los años, Leiro ha experimentado con diversos materiales para crear sus mastodónticas esculturas: desde la madera al bronce, pasando por la piedra, la resina o materiales industriales. “En sus obras, se puede descubrir sintetizada y sublimada toda la historia de la escultura, sin dejar de sentir que estamos ante algo inconfundible y auténtico. Su lenguaje puede abarcar desde el objeto surrealista hasta el personaje que canaliza y actualiza un antiguo mito”, señala Serzo.

Galería Siboney. Antón Lamazares y Francisco Leiro
Responsables de la Galería Siboney con los artistas Lamazares y Leiro, y amigos del espacio, durante la inauguración, en 1985. Imagen cortesía de la galería.

Junto a las esculturas de Leiro y las pinturas de Lamazares, están las fotos de aquel 11 de julio de 1985, que supuso el nacimiento de Siboney. Se trata de tres imágenes de gran formato que recubren una de las paredes de la sala Concepción Arenal y en las que se puede ver a los artistas–en dos de ellas– posando junto a sus obras, mientras en la tercera instantánea aparecen los propietarios de la galería, Juan Riancho y Fernando Zamanillo, junto con los dos artistas gallegos y personalidades del mundo del arte, como el pintor Juan Uslé o la artista multidisciplinar Victoria Civera.

Como cantaba el trío Los Panchos, junto con la talentosa Eydie Gormé: “Pasarán más de mil años, muchos más / Yo no sé si tenga amor la eternidad / Pero allá, tal como aquí / En la boca llevarás sabor a mí”.

Un sabor a arte, a recuerdos de décadas pasadas, a pintura fresca y a inauguraciones que, como la de ahora, vienen a celebrar estos cuarenta intensos años y, siguiendo la cadencia musical, “muchos más”. Larga vida a la Galería Siboney.

Galería Siboney
Fotos de los artistas gallegos Antón Lamazares y Francisco Leiro, en la inauguración de la Galería Siboney en 1985, a cargo de María Luisa San Juan. Foto: Néstor Navarro.