#MAKMAAudiovisual
Filmoteca d’Estiu
Institut Valencià de Cultura (IVC)
Jardines del Palau de la Música de València
Passeig de l’Albereda 30, València
Del 4 de agosto al 2 de septiembre de 2023
“Las imágenes son frágiles, las palabras casi nunca logran traducirlas bien”. Wim Wenders, a quien Filmoteca d’Estiu dedica un ciclo con algunas de sus mejores películas, siempre ha dicho sentirse influido por el cine de los Anthony Mann, Nicholas Ray o Samuel Fuller, de quienes aprendió a moverse por la superficie de las cosas, para explorar lo que hay debajo de esa superficie de la mano de Ingmar Bergman, Michelangelo Antonioni o Andrei Tarkovski.
La presentación de la programación de la Filmoteca d’Estiu por parte de Francesc Felipe, director adjunto de Audiovisuales y Cinematografía del Institut Valencià de Cultura, y José Antonio Hurtado, jefe de Programación de la Filmoteca Valenciana, a los que acompañó Manu Garrido, autor del cartel, derivó en una cierta defensa de esa fragilidad, tanto de las imágenes como de quienes impulsan el universo cinematográfico trabajando desde lugares menos visibles que los adjudicados al director y los actores.
Garrido, que ha realizado el cartel haciendo un homenaje a “las dos piedras angulares de Filmoteca d’Estiu, el público y los trabajadores del cine”, señaló la importancia de ese cine de verano como una “celebración en comunidad de ver películas en pantalla grande y en comunión con la naturaleza”, al tiempo que subrayaba igualmente la importancia de esos oficios cinematográficos más en la sombra: técnicos de iluminación, camarógrafos, asistentes eléctricos o sonidistas.
En este mismo sentido, Hurtado habló de cuatro ciclos en la programación de Filmoteca d’Estiu: el dedicado a Wenders, el que recoge películas premiadas en los principales festivales y el centrado en aniversarios cinéfilos, sin olvidar -y aquí volvemos a la fragilidad- el destinado a ofrecer una muestra de películas domésticas digitalizadas y conservadas en el Archivo de la Filmoteca Valenciana.
Si la misión esencial de este Archivo, como no se cansan de repetir los diferentes responsables institucionales, es el de “salvaguardar el patrimonio audiovisual valenciano y de la memoria colectiva”, no está de más recordarles la precariedad que sufre dicho departamento, con apenas tres trabajadores para llevar a cabo tan insigne tarea. “Es un milagro que esto salga adelante”, apunta Inma Trull, jefa de conservación de la Filmoteca.
“Pensé que tenías miedo a las alturas”, dice Walt (Dean Stockwell), en ‘París, Texas’ (1984), una de las películas de Wim Wenders incluidas en el ciclo. “No le tengo miedo a las alturas. Tengo miedo a caer”, le contesta Travis (Harry Dean Stanton). La muestra de esas películas domésticas que, por cuarto año consecutivo, abre cada una de las sesiones de la Filmoteca d’Estiu, ha permitido que el Archivo cobre altura, a riesgo de caer si lo que existe sobre el papel no lo certifican las correspondientes condiciones para la mejor conservación y difusión del material audiovisual tantas veces valorado.
“El universo digital forma parte ya de nuestros genes”, sostiene Wenders, en la entrevista de Luis Martínez para El Mundo. De manera que, a pesar de los pesares aludidos con respecto al Archivo de Filmoteca, el director de ‘Alicia en las ciudades’ (1974) -otra de las películas del ciclo- asegura mostrarse optimista: “Pase lo que pase, nuestra necesidad de compartir historias, de desaparecer en otros mundos, sigue siendo la misma. Un artista explica el mundo. Crear es dar sentido al mundo”.
Y es así, a base de creación conjunta de tanta gente en la sombra -Hurtado agradeció al escaso personal de la Filmoteca su trabajo para seguir sacando adelante la Filmoteca d’Estiu-, como arrancará el 4 de agosto la programación del cine de verano en los Jardines del Palau de la Música de València, con la proyección de ‘Vasil’, película escrita y dirigida por Avelina Prat.
Además de ‘Vasil’, el ciclo de ‘Cosecha de premios’ acogerá la sorprendentemente oscarizada ‘Todo a la vez en todas partes’, de Dan Kwan y Daniel Scheinert; ‘El triángulo de la tristeza’, la mordaz y cínica película de Ruben Östlund, Palma de Oro en Cannes; ‘As bestas’, de Rodrigo Sorogoyen, merecido Goya al mejor largo de 2022, y ‘Labordeta, un hombre sin más’, de Paula Labordeta y Gaizka Urresti, quien estará en Valencia para presentar el film el 18 de agosto.
“La cámara es un arma contra la tragedia de las cosas, contra su desaparición”, ha señalado en diversas ocasiones Wim Wenders. De nuevo, la fragilidad de las imágenes y del mundo felizmente capturado por esa cámara obstinada en la pervivencia de la vida, incluso en su muerte, nos devuelve a una Filmoteca d’Estiu que proyectará ‘El estado de las cosas’ (1982) y ‘Buena Vista Social Club’ (1999), junto a las otras dos anteriormente mencionadas como parte del ciclo dedicado al cineasta alemán.
Dentro de ‘Aniversarios cinéfilos’, dos joyas del cine clásico mundial: ‘Una mujer de París’ (1923), de Charles Chaplin, que celebra su centenario, y ‘El ladrón de bicicletas’ (1948), de Vittorio de Sica, en su 75 aniversario, quien, ahora que la polarización política parece invadirlo todo, dejó esta sentencia: “La indignación moral es, en la mayoría de los casos, un dos por ciento de moral, un cuarenta y ocho por ciento, indignación, y un cincuenta por ciento, envidia”.
Y, ya puestos, nadie mejor que el propio Chaplin para establecer la diferencia entre el drama de la fragilidad y el optimismo que destila precisamente la afirmación de la vida a pesar del sentimiento quebradizo que destila: “Mirada de cerca, la vida es una tragedia, pero vista de lejos, parece una comedia”. Cuidado, pues, con la distancia de la butaca que tomemos para ver una Filmoteca d’Estiu que se acerca ya a su cuarto de siglo.
