Diego Mir

#MAKMAArte
Cartel de Filmoteca d’Estiu
Autor: Diego Mir
Jardines del Palau de la Música de València
Del 1 al 31 de agosto de 2025

Este año la imagen de la Filmoteca d’Estiu, el programa de películas veraniegas organizado por la Filmoteca de Valencia que se celebrará durante el mes de agosto en los jardines del Palau de la Música, no podría ser más descriptiva.

El cartel ha sido realizado por el diseñador valenciano Diego Mir y trata de reunir, como declaró el propio autor en rueda de prensa, los tres elementos que se han convertido ya en la esencia y el carácter de este ciclo de cine que cada año reúne a miles de valencianos en el excepcional marco del río, al ladito del Palau: la noche, el verano y, sobre todo, el buen cine.

La obra de Diego Mir incluye piezas de encargo para todo tipo de empresas e instituciones públicas, muy especialmente en el terreno de la cultura, como es el caso de este cartel. Una obra que, como indica en su página web, cobra mayor sentido en el terreno de lo social, donde este creador gráfico ha tratado de dar a sus diseños un sentido dirigido a impulsar un cierto motor de cambio, todo ello desde una mirada local, pero sin olvidar su vocación universal.

La lista de trabajos que coronan su currículo atesora una sólida trayectoria con clientes como The New York Times, The Wall Street Journal, El País, The Economist, ElDiario.es, Gráffica, Público, Ajuntament de València, Per l’Horta, Las Naves, McGraw-Hill, Planeta, Penguin Random House o Palau de la Música de València, entre muchos otros.

Como se puede apreciar en buena parte de su trabajo (www.diegomir.es), las piezas de Mir combinan elementos gráficos sencillos sobre fondos de colores lisos que ponen en primer plano el mensaje del cartel.

Cartel de Filmoteca d’Estiu 2025, obra de Diego Mir.

En esta ocasión, dicho elemento representa el objeto por excelencia de esta época estival: el helado. Una figura a la que le falta una parte a modo de mordisco que nos remite a logotipos tan conocidos como el de Apple, solo que, en esta ocasión, se recurre a la forma de una media luna decreciente que nos recuerda a las noches veraniegas valencianas.

La composición se complementa con esa especie de veladuras o manchas de color blanco que salpican el cuerpo de la figura principal y que, al modo de las imperfecciones de las películas antiguas, invocan los orígenes del cinematógrafo.

“Intento hacer gráficas que no requieran de mucha explicación”, declaraba el propio Mir durante la rueda de prensa de presentación del cartel. Elementos reconocibles que acogen un mensaje directo fácilmente identificable por el público que acuda a las proyecciones.

Esta sencillez, sin embargo, no elude otras lecturas más sutiles en un juego del escondite que estimula la mirada del observador: “La forma del helado es también una especie de ventana que se abre al que se acerca al cine”, declaró el diseñador durante el encuentro con la prensa.

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Un efecto ventana cuya potencia evocadora cobra mayor sentido en la versión en movimiento que vimos en la presentación y que se podrá apreciar junto al tráiler que precederá a cada sesión del programa. Es entonces cuando esas ralladuras sobre el cuerpo del helado parece que cobran vida, anticipo del relato que disfrutaremos en la gran pantalla de la Filmoteca d’Estiu.

Pero, al margen de cualquier consideración artística o sobre el mensaje, Mir no quiso dejar pasar la oportunidad para recordarnos que, cuando se realiza un diseño para una imagen corporativa, no hay que olvidar nunca su función como herramienta de comunicación.

Y ahí destacó el uso de colores (azul marino, fucsia y amarillo) y tipografías fuertes que servirán para crear contrastes que atrapen la mirada del viandante y del público que acuda al Palau. “Cuando hacemos una grafía, no se trata solo de hacer un cartel, sino que tiene que ver con la comunicación en los diversos formatos, de ahí la selección de colores y formas y la contundencia de los tipos”, subrayó Mir.

Y es que, sin duda, no es lo mismo hacer un cartel como este, que una simple ilustración, algo que con frecuencia se confunde a la hora de diseñar ciertas campañas. “Me siento a medio camino entre el diseñador y el ilustrador. Me apoyo en la ilustración, pero una buena ilustración no hace un buen cartel y al revés”, aseguró Mir.

El objetivo era ser coherente con la imagen de la Filmoteca d’Estiu donde se aúnan las dos premisas de una programación que, ofreciendo el mejor cine del mundo, trata de llegar a un público lo más amplio posible. “La imagen debía tener una carga intelectual muy importante, pero también tenía que reservar su espíritu popular”, concluyó Mir. Objetivo cumplido, entonces.

Diego Mir
Diego Mir, junto a su cartel de la Filmoteca d’Estiu 2025, presentado en la Sala Berlanga de la Filmoteca de Valencia. Imagen cortesía del Institut Valencià de Cultura (IVC).