Etnomusic. Festival de música folk y del mundo
‘Tribus Ibéricas’
Museu Valencià d’Etnologia (L’ETNO)
Corona 36, València
Jardí de la Casa de Cultura (Gandia) / El Palasiet (Xàtiva) / Teatre Principal (Requena)
Del 27 de mayo al 6 de noviembre de 2021
El Festival Etnomusic, organizado por el Museu Valencià d’Etnologia (L’ETNO), celebra sus 18 años abriéndose a las ‘Tribus Ibéricas’, lema que, por primera vez, permite la tematización del certamen. Tribus que, según la RAE, vienen a ser los grupos sociales primitivos “de un mismo origen, real o supuesto, cuyos miembros suelen tener en común usos y costumbres”. También se habla coloquialmente de tribus urbanas, “especialmente las pandillas juveniles violentas”.
Paco Valiente, coordinador artístico de Etnomusic, quiso zanjar el asunto precisando el por qué de esa denominación, con la que estrenan temática: “No hablamos de pueblos separados, sino de tribus en el concepto de renovación”, señalando, por ejemplo, algún caso en el que se han llegado a recuperar instrumentos musicales a punto de desaparecer. Los siete conciertos previstos (“no podemos abarcar toda la temática”, subrayó Valiente) van en esa dirección de música étnica con espíritu contemporáneo.
La “programación especial”, resaltó Xavier Rius, diputado de Cultura, de Etnomusic contará con música tradicional valenciana representada por Germans Penalba y Eduard Navarro Ensemble DUNA, con la aportación nacional de Gaizca Project, Eliseo Parra, Rosario la Tremendita y Antropoloops, y la ibérica portuguesa Sara Correia. “El hecho de la globalización hace que se produzca una reivindicación identitaria por compensación. Necesitamos singularizarnos”, señaló Francesc Cabañés, director de L’ETNO, apuntando en la dirección de la importancia que festivales como Etnomusic tienen para dar cabida y difusión a esa necesidad, digámoslo así, tribal.
Eduard Navarro, que presentará en el certamen su nuevo proyecto de música tradicional del ámbito mediterráneo, explicó cómo la música de tradición oral quedó relegada en su momento, para recuperar su importancia en los últimos años: “Hay cierto público joven al que le interesa y, ahora, cuanto más tradicional es esa música, más llega”, resaltando en este sentido el papel que festivales como Etnomusic juegan en la difusión de este tipo de sonidos ancestrales.
“Cuesta y mucho”, intercedió Jonatan Penalba, que actuará el 3 de junio en L’ETNO con su hermano Christian y un grupo de artistas, refiriéndose a las dificultades de la música tradicional para alcanzar un publico mayoritario. “Cuesta, por eso hay que hacer cosas diferentes”, añadió, utilizando en su caso instrumentos innovadores para recrear sonidos de raíz inequívocamente popular del repertorio valenciano.
“Es una música, qué duda cabe, minoritaria, a la que se le está dando una nueva visión que permite llegar a más público”, destacó Rius, quien dijo cómo en Etnomusic se apostaba “por esa evolución musical, pero dentro de la intimidad del festival en espacios como este patio de L’ETNO”. Valiente fue un poco más lejos: “Hay una eclosión evidente”, citando los casos de Niño de Elche, “haciendo un flamenco heterodoxo”, Rosalía, Califato o Rodrigo Cuevas. “Se trata de generar esa inquietud haciendo festivales como Etnomusic, que año tras año se llena”, agregó.
En su mayoría de edad, el festival sigue apostando por la descentralización, iniciada el pasado año, pero ampliada en la edición de 2021. “Se extiende por todo el territorio”, apuntó Rius, ya que además de los ya tradicionales conciertos en el patio del museo etnológico, habrá actuaciones en el Jardín de la Casa de Cultura de Gandia, con Gaizca Project; en el Teatre Principal de Requena (Eliseo Parra), y en el Palasiet de Xàtiva (Eduard Navarro Ensemble Duna).
‘Tribus Ibéricas’ debe el nombre, según explicó Valiente, una vez superada la denominación más taxonómica, al disco ‘Tribus Hispanas’ (2008) de Eliseo Parra, álbum emblemático en las dos últimas décadas del folk peninsular. Un álbum que contiene, entre sus temas, ‘El silenci d’estimar’, destacado por el coordinador artístico del festival, y que comienza así: “Vol eixir la meua veu i cantar que és el fet el que pregona no el parlar (quiere salir mi voz y cantar, que es el hecho el que pregona, no el hablar)”.
Letra sin duda elocuente de lo que representa Etnomusic, Festival de música folk y del mundo, que viene prefiriendo la apuesta decidida por este tipo de música minoritaria en franco auge, a las palabras que se las lleva el viento, tal y como se recoge en otro momento del aludido tema de Parra: “Si estimem el vent que ens porta la paraula, el silenci d’estimar mai se’n va (si amamos el viento que nos trae la palabra, el silencio de estimar nunca se va)”.
Como se apunta en la descripción del festival, entroncando con las características de la propia entidad organizadora, la música de calidad que configura su programación aparece vinculada con “una lectura rigurosa del pasado reciente desde la mirada del presente”, concibiendo la cultura popular y tradicional “como un patrimonio vivo y cambiante, mantenido por la comunidad”. “Creo”, concluyó Rius, “que Etnomusic es un festival de referencia por su rigurosa programación y que acerca al público una música de la que normalmente no puede gozar”.
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