#MAKMAEscena
‘Elisa y Marcela’, de A Panadaría
Dirección: Gena Baamonde
Intérpretes: Areta Bolado, Noelia Castro y Ailén Kendelman
Producción: A Panadaría en colaboración con el Centro Dramático Galego, Ayuntamiento de A Coruña, Ayuntamiento de Vimianzo y Ayuntamiento de Rianxo
La Rambleta
Bulevar Sur, esquina Pío IX, València
Sábado 10 de junio de 2023
Unas enormes pancartas aparecieron a principios de esta semana en ocho enclaves de intenso tráfico de Valencia, como el túnel de la Gran Vía de Germanías o el puente de Monteolivete. Enmarcadas entre un par de corazones, dos frases: «Elisa y Marcela se casan. ¡¡Vivan las novias!!», y una fecha, «10-6-1901». ¿Quiénes son esas novias? ¿Qué significa esa data de más de un siglo atrás?, se preguntan conductores y transeúntes que imaginan presenciar una agresiva campaña de publicidad.
Para desentrañar el enigma de las pancartas hay que ir el sábado 10 de junio a La Rambleta, donde la compañía gallega A Panadaría oficiará una ceremonia nupcial con mucha historia en clave de humor, fondo musical e intención reivindicativa.
La boda de dos mujeres valientes que se enfrentaron al mundo, a la sociedad de su época para ser fieles a sí mismas y al amor que las unía: Elisa y Marcela. Jamás pudieron imaginar que sus peripecias iban a ser conocidas mundialmente y sus nombres convertidos en bandera y símbolo del desafío a las reglas del binomio de género y de la defensa de los derechos de las parejas lésbicas. ¿Quiénes fueron Elvira y Marcela?
Marcela Gracia Ibeas y Elisa Sánchez Loriga, maestras de A Coruña, se conocieron a mediados de 1880 y entablaron una amistad que pronto se convirtió en amor, mientras ejercían en escuelas de los municipios de Coristanco, Vimianzo y Dumbría. En 1901, deciden dar un gran paso que esperaban, tal vez ingenuamente, que les permitiría permanecer juntas.
En A Coruña, Elisa se corta el pelo, se viste de hombre, fuma y se deja crecer el bigote. Travestida de varón, engaña al párroco Víctor Cortiella para que la bautice como Mario y organiza la boda, que se celebra el 8 de junio en la iglesia de San Xurxo. Ya casadas, regresan a Dumbría, pero el engaño es descubierto en el pueblo y empiezan a ser acosadas y perseguidas por los vecinos y las autoridades. Y se inicia su largo viaje que las llevará, primero a Oporto y más tarde hasta Argentina.
Las peripecias y exilio de estas dos maestras gallegas se relatan a lo largo de hora y cuarto en ‘Elisa y Marcela‘, un montaje de A Panadaría dirigido por Gena Baamonde e interpertado por Areta Bolado, Noelia Castro y Ailén Kendelman, las tres integrantes de esta compañía nacida en 2013.
Se trata de la primera pieza escénica que abordar la temática lésbica de forma explícita visibilizando la historia de estas dos mujeres que también relató Isabel Coixet en su largometraje, ‘Elvira y Marcela’ (2019)
“En 2016, apenas se conocía en Galicia la historia de estas maestras y, después de un arduo proceso de documentación, decidimos contarla”, dice Kendelman –cuyo nombre, Ailén, de origen mapuche, significa «llamita»–, responsable del componente musical de la pieza. “Combinamos la música, la corporalidad y el texto en un proceso colaborativo de creación bajo la dirección de Baamonde, pero con una visión colectiva y muy, muy trabajada”.
‘Elisa y Marcela’ es una historia de persecuciones policiales, huidas en diligencia, cambios de identidad e informaciones manipuladas. Un canto al amor valiente y una historia de amor a contratiempo. Un espectáculo transgresor, divertido y tierno que cuenta con una decena de premios y ha sido calificado por la crítica como “una de las mejores obras de varias temporadas”.
Las cómicas de A Panadaría, con esta iniciativa artística, presentan una reconstrucción irreverente de un suceso real. Una comedia musical donde lo verídico parece inventado. No deja de resultar curiosa casualidad que, 122 años después del enlace real de ambas maestras, su historia se evoque en la capital del Turia. De ahí el juego visual que se usa en las pancartas entre la fecha real del enlace, 8 de junio de 1901, y la fecha de la representación en el centro cultural este 10 de junio.
Una docena de premios de procedencia muy diversa ha recibido esta coproducción de A Panadaría con el Centro Dramático Galego, Ayuntamiento de A Coruña, Ayuntamiento de Vimianzo y Ayuntamiento de Rianxo. Una iniciativa artística que pretende reivindicar la figura de estas dos mujeres y la necesidad de la defensa de la libertad y la diversidad sexual.
“Las parejas del mismo género se casan con todas las de la ley en España desde 2005, pero los avances en derechos y libertades se pueden perder, y hay que estar muy atentos”, dice Kendelman. “Debemos dejarnos de empanadas mentales, celebrar nuestras diferencias y que los amores en igualdad sean un referente. Por eso necesitamos todavía a Elisa y Marcela”.
El nombre de la compañía alude a un oficio artesano, el de panadera, que se transmitió generación tras generación en la familia de Areta Bolado. Ella es actriz, pero dice amasar un teatro artesanal con la mejor harina; un teatro que desnuda el escenario para poner en el centro y bajo el foco a las actrices creadoras perfectamente compenetradas.
‘Las que limpian’, una divertida defensa de las kellys limpiadoras de hoteles y apartamentos, es otra de sus obras más conocidas, con la que iniciará gira hasta finales del año próximo. Entre sus numerosos reconocimientos, el Premio de la Crítica Galicia, en 2015, por su montaje ‘PAN!PAN!’. Sus espectáculos apuestan por el humor, la música y el juego con los códigos teatrales.
La compañía es conocida por su compromiso y mirada feminista, presente siempre en sus propuestas. Como parte de su reivindicación en materia de igualdad, en ‘Elisa y Marcela’ apuestan por un equipo artístico y técnico conformado íntegramente por mujeres. Con este montaje reciben cuatro premios María Casares, entre los que se encuentra mejor espectáculo; el Premio Luísa Villalta para Iniciativas Culturales por la Igualdad y el XIV Premio LGBT Marcela y Elisa del Colectivo ALAS.
¿Y qué pasó con nuestras heroinas a la fuga? Huyendo del acoso en su pueblo gallego, Elvira y Marcela se trasladaron a Oporto, donde retomaron su convivencia, pero la Justicia y la Policía dan con ellas y son detenidas y encarceladas en el Aljube de la ciudad portuguesa.
Avivados por la gran expectación, todos los periódicos gallegos y portugueses difunden noticias del “matrimonio sen home” y publican notas humorísticas y sarcásticas. Pero son también incontables las muestras de apoyo y solidaridad durante el tiempo que pasan en la cárcel.
En enero de 1902, se aprueba la extradición y Elisa y Marcela vuelven a huir, esta vez a Buenos Aires. A partir de ahí, son muchas las incógnitas que rodean la vida de esta singular pareja. En todo caso, su acta de matrimonio es aún válida, pues ni la Iglesia ni el Registro Civil anularon este documento de boda. Su amor en fuga persiste en el tiempo como una ailén o llamita que todavía irradia un aura de luz propia.
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