El azul no es un color, de Elena Aguilera
Aula Cultural la Llotgeta.
Fundación Caja Mediterráneo
Plaza del Mercado, 4. Valencia

El artista contemporáneo busca la relación con el entorno, donde se forma y donde da a conocer sus proyecto artístico. Así, en la exposición ‘El azul no es un color’, Elena Aguilera se integra en el contexto expositivo de la ciudad de Valencia, haciéndose eco del debate establecido entre los diferentes centros culturales que en la actualidad ponen a Valencia en el centro de este debate internacional sobre las formas y tendencias del arte, abstracción, arte conceptual, deconstrucción de lo formal, las nuevas tecnologías y su influencia en el lenguaje plástico, en cuanto a sus nuevas formas y conceptos expositivos.

También la Llotgeta, donde se ubica la exposición, ha sido en su intermitente historia un lugar de innovación, de compromiso con las nuevas propuestas expositivas. La pintora Elena Aguilera realiza un análisis de su propio lenguaje pictórico a través de las nuevas tecnologías, el vídeo, y nos ofrece cuatro proyecciones en las que visualizamos el proceso, secuencia a secuencia, de reflexión, de ejecución de una obra pictórica, sus dudas, soluciones, su visión del espacio, de la composición, su rechazo o empleo de lo decorativo, la contundencia de la línea, su vibración, el lenguaje de la abstracción, el paisaje…, en la que el tiempo es el factor fundamental.

Vista de la exposición 'El azul no es un color', de Elena Aguilera. Imagen cortesía de La Llotgeta.
Vista de la exposición ‘El azul no es un color’, de Elena Aguilera. Imagen cortesía de La Llotgeta.

El espectador se sitúa ante dos proyecciones simultáneas en cada una de sus salas, pudiendo recrear en su mente el proceso, en la elección de esta alternancia de gestos, de borrados, de indecisiones y de decisiones en la creación de un mundo pictórico.

Tiempo, ritmo, luz, color, duda, proceso, soluciones, borrado, precisión, claridad, espacio, estructura, masa, veladura, el cuerpo, su fisicidad, su gesto, su huella en el espacio, en la arquitectura, en el paisaje natural, la mera observación de estos espacios y su impronta en nuestra mente, elementos que como pequeños seres se van sucediendo, mezclando,  en la creación de una imagen pictórica.

Elena Aguilera atiende a la premisa indiscutible del artista actual que debe acceder a todos los medios ya sean digitales, analógicos, artesanales, conceptuales, que tenga a su disposición para dar a conocer lo que interiormente le urge expresar.

Obra de Elena Aguilera. Imagen cortesía de La Llotgeta.
Obra de Elena Aguilera. Imagen cortesía de La Llotgeta.

El lenguaje, la selección del material, incluso de la obra depende del criterio de ese momento y, en la actualidad, el video, la instalación son medios que convocan la comprensión del público. La pintura es un lenguaje universal e independientemente del material que se utilice en ella, siempre buscará la reflexión sobre su significado, sobre la virtud de su lenguaje para expresar las inquietudes de su tiempo, y la genealogía del arte.

‘El azul no es un color’, el título de la exposición, alude al debate de las primeras décadas del siglo XX sobre la esencia de la poesía, sobre la esencia de la creación y del arte, algo más que retórica, algo que va más allá de las convenciones establecidas y de la crítica al uso. Debate clave impulsado por los propios creadores, por mentes tan lúcidas como la del poeta Juan Ramón Jiménez, que pusieron la poesía española y mundial en la vanguardia pero también en el diálogo con los universales, con los clásicos.

La Llotgeta
Obra de Elena Aguilera. La Llotgeta