#MAKMAOpinión | Nuevo concurso público para la dirección del IVAM
José Miguel Cortés termina contrato en septiembre
Martes 26 de mayo de 2020

El conseller de Cultura, Vicent Marzà, declaró, tras el anuncio de su Conselleria de impulsar en octubre de 2015 una nueva ley que determinara la estructura orgánica y el funcionamiento del IVAM, con el fin de ajustarse a los criterios éticos del Código de Buenas Prácticas, que la principal consecuencia de esa nueva regulación era la “despolitización de la entidad cultural y la introducción de criterios de calidad, transparencia y exigencia al museo de referencia del arte contemporáneo valenciano”.

Tras la aprobación de esa ley, el IVAM “aumentaría de manera importante su autonomía, siempre evaluada de manera continua por unos órganos en que estarán representados los colectivos culturales y creativos valencianos”, apuntó Marzà, quien fue un poco más lejos al decir que, con la aplicación de los nuevos criterios, “los cargos políticos perderán peso a favor de la sociedad civil y los expertos, puesto que solo podrán constituir un tercio de los órganos representativos”. 

José Miguel Cortés, en la mesa, junto al exsecretario autonómico de Cultura Albert Girona, en la presentación del congreso ‘Más allá del museo’. Imagen cortesía del IVAM.

La forma en que se ha comunicado la no renovación del contrato de José Miguel Cortés como director del IVAM, cuyo mandato finalizaba en septiembre aunque contara con la posibilidad de prorrogarse, pone en entredicho la declaración de intenciones de la Conselleria de Cultura tras el anuncio de aquella ley. Los buenos propósitos, que pueden hacerse extensibles al afamado Código de Buenas Prácticas, han sido desmentidos por la realidad.

La Conselleria aduce que, tras los cambios operados por la nueva ley del IVAM, aprobada en 2018, Cortés no podía reunir en una sola figura los cargos de director artístico y director gerente, tal y como se recogía en su contrato. De manera que había que rescindirlo y convocar un concurso público para adecuar las características de dicho contrato a la nueva ley. Cortés señala que él nunca se ha opuesto a revisarlo, de ahí que instara a la Generalitat a pronunciarse para llevar a cabo dicha revisión, puesto que su mandato estaba ya próximo a expirar.

‘Crucifixion’, de Carlos Saura, en la exposición ‘España. Vanguardia artística y realidad social’. Imagen cortesía del IVAM.

Como no obtenía respuesta a sus requerimientos, fue la Asociación de Directoras y Directores de Arte Contemporáneo de España (ADACE) quien, tras conocer el asunto, ha denunciado el doble incumplimiento por parte de la Conselleria de Cultura del tan referido Código de Buenas Prácticas. “Por un lado no ha procedido a la renovación, tras reconocer públicamente el buen trabajo realizado por su actual director, José Miguel Cortés, tal y como recomienda el citado documento”, se dice en el escrito.

“Por otro”, continúa la ADACE, “no ha respetado la competencia del Consejo Rector del IVAM, que él mismo (Marzà) preside, en esta cuestión imponiendo de antemano sus decisiones al hacer público el cese encubierto y el procedimiento a seguir tras la no renovación, sin ni siquiera haber convocado y escuchado al citado Consejo Rector”. En el escrito enviado al conseller de Cultura, se insiste en el ninguneo al Consejo Rector, al no ser convocado “antes de que se anunciara la voluntad del conseller”.

Fuentes del citado Consejo afirman que Marzà les llamó por teléfono, dado que no podía convocarles físicamente debido al estado de alarma, para dar respuesta a un escrito del propio Consejo en el que se pedía información acerca de la situación de Cortés, cuyo contrato estaba a punto de finalizar. En esa llamada se les comunicaba ya la decisión de no renovarlo y de convocar un concurso público cuyas bases, como subraya la ADACE, también habían sido ya redactadas, al igual que la conformación del posible jurado. “En esta situación el Código de Buenas Prácticas salta por los aires”, destaca el escrito.

Consejo Rector del IVAM. Imagen cortesía del Instituto Valenciano.

El Consejo Rector del IVAM, que fue ampliado a 15 miembros en junio de 2018 y cuya nueva configuración pretendía demostrar esa preponderancia de los profesionales del sector y expertos en arte en detrimento de los cargos políticos, ha quedado, según lo acontecido, como un órgano testimonial o meramente consultivo, con el que la Conselleria de Cultura justifica un Código de Buenas Prácticas que, como resalta la ADACE, ha quedado en mal lugar.

Fuentes del Consejo Rector manifiestan su “sorpresa” por el desarrollo de los acontecimientos, dado el escaso margen de maniobra con el que se han encontrado, y algunos de los términos “vagos” que caracterizan su función, como el que se manifiesta en ese “oído el Consejo Rector” que supuestamente suele ser previo a cualquier decisión que la Generalitat adopte con respecto al IVAM. Ahora le queda al Consejo, eso sí, la labor, de nuevo consultiva, con respecto a esas bases del concurso que la Conselleria de Cultura quiere terminar de redactar, para lanzar la convocatoria pública de la que salga el futuro director del IVAM.

Vista de la exposición ‘Materia, espacio y tiempo. Julio González y las vanguardias’. Foto: MAKMA.

El jurado que deberá seleccionarlo también dice mucho de esa politización del IVAM, que Marzà decía querer reducir. Si en el concurso del que salió elegido el propio Cortés no había ni un solo cargo político en el jurado, en esta ocasión estarán presentes Raquel Tamarit, secretaria autonómica de Cultura, y Carmen Amoraga, directora general de Patrimonio de la Generalitat, junto a Manuel Borja-Villel, director del Museo Reina Sofía, Vicent Todolí, director del Área de Arte de la Fundació Per Amor a l’Art, Iwona Blazwick, directora de la Whitechapel Gallery de Londres y Bernard Blisténe, del Centro Pompidou de París, todavía por confirmar.

Al margen de las cuestiones administrativas y legales del contrato de Cortés, objeto de su no renovación, parece clara la decisión de la Conselleria de Cultura de tomar las riendas del IVAM, por encima del buen hacer profesional con el que Marzà ha reconocido el trabajo del actual director. Fuentes de la Conselleria, según recoge Ferrán Bono en El País, consideran a su vez “recomendable un cambio para relanzar el IVAM, tanto en el plano de la programación artística como en el de la implantación popular del museo”. De ser así, el papel del Consejo Rector, en ese hipotético cambio de rumbo, vuelve a quedar en entredicho.

De izda a dcha, Albert Girona, Vicent Marzà y Carmen Amoraga, durante la presentación del Código de Buenas Prácticas en 2015. Imagen cortesía de la Generalitat Valenciana.

Salva Torres