SINDOKMA Festival del Libro

Sellos editoriales valencianos
Ediciones Contrabando, Barlin Libros y Festiu
Verano de 2021

Somos uno de los países del mundo que edita más libros, un liderazgo que no responde a la demanda interior, casi una tercera parte de españoles no lee nunca literatura, sino al enorme potencial del español, con más de 567 millones de hablantes. En el océano de papel faena una nutrida flota, dos grandes buques de arrastre, Planeta y Penguin Random House, y un cardumen de medianas y pequeñas editoriales a las que hay que añadir un número indeterminado y creciente de pescadores de caña que editan sus propias obras.

Las más grandes poseen, lógicamente muchos más recursos, capacidad de distribución y acceso a los medios. Las pequeñas, limitadas en esos aspectos, cuentan en contrapartida con mayor flexibilidad y facilidad de maniobra. Y sobre todo, disfrutan de un bien irrenunciable: el inmenso placer de editar libros a un ritmo más sosegado, según el gusto y criterios de cada editor.

MAKMA visita tres sellos que constituyen una muestra de lo que supone este goce, una tarea entre artesanal e industrial, entre artística y mercantil que atrae a los auténticos amantes del libro y la lectura, que comparten el gusto por tocar con las manos el fruto de su trabajo. Un trabajo en equipo que incluye un largo proceso orientado a descubrir nuevos autores y conquistar nuevos lectores.

Ediciones Contrabando

El inmenso placer de editar un libro. Contrabando Editorial
Manuel Turégano (izda), con Ediciones Contrabando en el Festival del Libro SINDOKMA, organizado por MAKMA.

Profesional de las artes gráficas y voraz lector, Manuel Turégano fundó hace ocho años Ediciones Contrabando, un nombre alusivo al deseo de importar sin pagar peajes las joyas literarias del otro lado del charco. Así, apostó desde el principio por la literatura hispanoamericana como dan fe sus primeros tres autores, toda una declaración de intenciones: Alejandro Zambra, Rey Rosa y el tándem Ariana Harwicz/Sol Pérez. «Los escritores españoles comparten el pecado original de refugiarse en los momentos de incertidumbre del costumbrismo por muy pos y pos que éste sea», opina Turégano. «Los de Hispanoamérica escriben con mayor libertad y con un lenguaje más rico. Desde que estalló el boom del realismo mágico me enganché a ellos». 

‘Las alfombras gastadas del Gran Hotel Venezuela’, del valenciano-venezolano Eloi Yagüe, es su última cosecha. Una novela policial con trasfondo político ganadora del premio Rómulo Gallegos, en 2001. «La mayor satisfacción que me reporta editar libros es el trato y  relación con los escritores, un vínculo de amistad y compenetración más allá de sus obras concretas. Contrabando se autodefine como una gran familia, que incluye un equipo de quince colaboradores».

Portada de ‘Las alfombras gastadas del Grean Hotel Venezuela’, de Eloy Yagüe, en Ediciones Contrabando.

A la novela se suma la poesía con una nutrida colección cuyo último título es ‘Travesía’, de Lola Andrés, ilustrado por Pere Salinas, y la más desenfadada, Chee Books, con firmas de vanguardia como Bárbara Blasco, Mr. Perfumme o Jaume Pallardó. Este año se lanzó Interlocutor cruel, en la que autores consagrados reflexionan sobre su obra: Clara Obligado y Javier Gracia Armendáriz han sido los primeros invitados.

Aprovechando un momento dulce de ventas e ilusión, Turégano proyecta para el próximo curso tres nuevas colecciones especializada en arte, cine y ensayo, respectivamente. ‘Caligramas’, una obra de poesía visual de Amparo Berenguer Widen inaugura ‘ARTE/s’, y Javier Pérez Rojas trabaja en un estudio sobre Pinazo y las vanguardias. La de cine, titulada ‘Ciñe’, será un canon del cine español en colaboración con el Departamento de Español de la Universidad de Toulusse y arranca con ‘Roma’, de Cuarón. La de ensayo, coordinada por Jesús García Cívico, está pendiente de encontrar un nombre que complazca a todos.

Barlin Libros

Alberto Haller, editor de Barlin Libros.

Fiona Songel y Alberto Haller establecen una simbiosis en torno al libro, ella como librera en La Primera Libros y él al frente de Barlin Libros, editorial nacida en marzo de 2017 con el propósito de volcar al español ensayos destacados de todo el mundo. «Las editoriales pequeñas practicamos la guerra de guerrillas, utilizamos los resquicios del sistema para sobrevivir», comenta Haller. «Lo que más me fascina de mi trabajo es constatar que los libros llegan a los lectores y causan efecto en ellos. Lo más complicado es el tema de la distribución y conseguir la atención de los medios acaparada por las grandes editoriales». 

Barlin ha obtenido las ayudas del Ministerio de Cultura por ‘El nuevo orden verde’ y ‘La tierra inundada’. «Las de la Generalitat están concebidas con la fórmula ‘café para todos’. No se valora el interés de la obra como se hace en Madrid; se reparte el presupuesto disponible en función del número de títulos y tiradas». 

A los 25 títulos del catálogo de Barlin Libros se sumará próximamente ‘El arte de leer las calles. Walter Benjamin, la mirada del flâneur‘, de Fiona Songel, que fue traductora de las memorias de Bob Dylan escritas por Suze Rotolo. También ‘Los señores nos mandaron aquí’ de la sueca Elin Anna Lebba, que aborda la deportación de los samis en los años veinte del pasado siglo. «A la hora de escoger un texto mi criterio esencial es la calidad, pero también que esté en consonancia con los intereses contemporáneos y con un compromiso social», concluye Haller.

Fiona Songel, escritora y responsable La Primera Libros.

Festiu

Una microeditorial. Así define Diego Obiol, diseñador al frente de Estudio Estiu, el sello que acaba de crear, Festiu, que condensa el inmenso placer de editar. «He editado muchos libros pero con este proyecto quiero darme el gusto de hacerlo en condiciones óptimas, con tranquilidad dedicándoles el máximo mimo».

Con la filosofía de editar y escribir porque sí, lanza ‘Hijas de algo’, colección de relatos de Lidia Caro Leal, con epílogo de Kike Parra a modo de incursión poética y fotografías de Kike Taberner, Clara Bayo y la escritora. Todos somos hijos de una mujer y de esta idea surge una colección de historias que son, según Caro, como esa moneda de dos euros que encuentras en la calle y que enseguida debes gastar en algo divertido: «Una cerveza, unas bragas de mercadillo o una bolsa de clavos», dice Caro.

‘Hijas de algo’, de Lidia Caro Leal, en el sello Festiu, de Estudio Estiu.

Bel Carrasco