E CA de Riba-roja
#MAKMAEntrevistas
Robert Raga, alcalde de Riba-roja de Túria
Paco Caparrós, impulsor del E CA
E CA Espai d’Art Contemporani El Castell
Cisterna 28, Riba-roja de Túria (València)

“Seguro que habrá espacios culturales mucho más potentes que el E CA, pero a mí me apasionaría mucho más entrar en un castillo como éste, para ver una buena exposición, porque solo la propia entrada ya tiene su historia”, proclama Robert Raga, alcalde de Riba-roja de Túria (Valencia), para remachar a continuación: “El continente ya tiene una fuerza muy potente y si nosotros, a través de la red, somos capaces de irnos a Japón, a China o a Estados Unidos, el impacto será mucho mayor. Ahí lo digital sí pienso que es un componente importante para el E CA”.

Lo dice ahora que el Espai d’Art Contemporani El Castell (E CA, con esa separación entre la E y la C marca del diseño de Pepe Gimeno) está a punto de retomar su actividad, tras año y medio de parón motivado por la pandemia y ciertos problemas de carácter administrativo. “Retomamos el E CA como un espacio abierto, con exposiciones de tránsito en 2021, para consolidarlo en 2022-2023 con la Fundación que queremos hacer”, explica Raga.

Una de las salas del E CA, con la exposición dedicada a José Morea. Imagen cortesía del Espai d’Art Conttemporani El Castell.

“Sí, en 2021 empezaremos a rodar de nuevo, no solo con exposiciones, sino que, en cuanto nos deje la pandemia, con algunos festivales, por ejemplo, de cine; con mesas redondas, conferencias y, aprovechando la coyuntura, utilizando las redes para difundir nuestras actividades, de manera que la gente que esté buscando cultura sepa que hay un lugar como el E CA donde ocurren cosas”, apunta Paco Caparrós, impulsor de un espacio único tanto a nivel de Comunitat Valenciana como a nivel estatal, por cuanto no hay ningún otro castillo como recinto de arte contemporáneo, si exceptuamos el de San José en Lanzarote.

“El E CA es, para mí, lo más importante que, en materia cultural, ha hecho Riba-roja, después de los conservatorios de música”, resalta Raga. “Y lo ha hecho en un sitio que es singular y único. No existe otro castillo como éste, tanto a nivel de continente como con respecto al contenido de su pasado, en ningún otro lugar del mundo”, precisa.

Paco Caparrós (izda) y Robert Raga. Imagen cortesía del E CA.

Dice el alcalde que a sus vecinos también les han metido un Guggenheim, en alusión al fenómeno que supuso para Bilbao la implantación del museo con sede en Nueva York, “porque nuestros conservatorios lo son, con una barbaridad de dinero cada año, ocho millones, casi nueve, a la legislatura”. Dinero público, más que gastado, invertido en unos conservatorios, que ha tenido su retorno en la satisfacción de los vecinos, “que han podido disfrutar con obras de gran calidad y de las que se alimentan a nivel cultural. En el fondo, a la gente, si le suministras cultura de una manera eficiente y que la pueda entender, la va haciendo suya”.

“Cuando empezamos con el E CA”, señala Caparrós, “una de las claves fue la parte pedagógica. Por eso, en cada exposición procurábamos hacer un video donde el artista hablara de su trabajo, de manera que el espectador viera la obra con una explicación por parte del propio artista. Y luego estaban los talleres didácticos”. En la nueva etapa post covid-19 del Espai d’Art Contemporani El Castell, su máximo responsable avanza que contará con las exposiciones de Calo Carratalá, Álex Marco, Carmen Baena, Nelo Vinuesa, Juan Carlos Nadal y Carlos Domingo. Artistas valencianos punteros, en ese camino de transición del E CA hacia la Fundación que haga más operativa la gestión del espacio cultural.  

Una de las salas del E CA, con la muestra dedicada a Pepe Gimeno. Imagen cortesía de El Castell.

“De cara a esta década de los 20, yo al E CA lo veo como un espacio libre de creatividad en todo su conjunto y con poco corsé”, afirma Raga, quien advierte que un problema a despejar “es que nuestro municipio entienda que El Castell no es elitista, que es de consumo para todo el mundo, que se solidarice con él”.

Y añade: “La pandemia pienso que le va a dar otro sentido al E CA, más acelerado, porque lo que se preveía hacer, de acuerdos con otras entidades o visitas dentro del propio espacio, ahora se podrá externalizar de forma que esas mismas visitas se puedan hacer de una manera virtual. Y eso obligará a que haya una buena calidad de la imagen. En fin, que una cosa nos llevará a la otra”.

“De hecho”, interviene Caparrós, “cuando hicimos la página web, que diseñó Pepe Gimeno, tuvimos muy presente la calidad, porque eso es algo fundamental en todo este proceso del que estamos hablando”. “El tema presencial”, añade Raga, “será desde lo más inmediato, pero al que le guste el arte, viva donde viva y no pueda desplazarse por las razones que sean, tendrá la posibilidad de hacer un click y, con buena visión, disfrutar de una exposición, por ejemplo, en un castillo tan singular como éste”.

La pandemia, que parece haber acelerado la digitalización del mundo, también está provocando el efecto inverso. Ha hecho que nos demos cuenta de la importancia del contacto físico.

“Efectivamente, eso es algo que tampoco podemos obviar”, reconoce Caparrós, para quien la tecnología está muy bien, pero en ningún caso sustituirá a la presencia física: “Es una herramienta más, para visualizar lo que está ocurriendo”. Y se atreve a conjeturar que, cuando pase todo esto de la pandemia, la presencia física recobrará su importancia y “asistiremos a inauguraciones multitudinarias por esa necesidad que tiene el ser humano de tocarse, de vivirse”.

Paco Caparrós (izda) y Robert Raga, en el patio de acceso al Espai d’Art Contemporani El Castell de Riba-roja de Túria. Imagen cortesía del E CA.

Salva Torres