Crimen de Alcàsser

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Crimen de Alcàsser
‘Las otras niñas’, de Santiago Díaz
‘Gordo de porcelana’, de David Pascual (Mr. Perfumme)
‘Romperás la noche con un grito’, de David Orange

El llamado ‘crimen de Alcácer’ fue mucho más que el triple asesinato, con ingredientes sexuales y sádicos, de Miriam, Toñi y Desirée, también conocidas como ‘las niñas de Alcàsser’. Un tornado sociológico, mediático y emocional que sacudió a una España embriagada por los triunfos de las Olimpiadas y la Expo. Han pasado treinta años y se han producido otros muchos asesinatos, algunos con gran proyección mediática como el que llevó injustamente a prisión a Dolores Vázquez.

Pero la huella de Alcásser perdura por ser un hito que representa en el inconsciente colectivo el sacrificio ritual de la inocencia, y no solo la inocencia de las tres desdichadas víctimas. Con el tiempo el recuerdo de los hechos atroces y su obscena manipulación se ha ido filtrando y ha destilado fabulaciones inspiradas de forma más o menos vaga en la realidad. No se trata de las crónicas periodísticas que se publicaron el pasado siglo, sino de relatos de ficción en los que se puede percibir el fétido aliento del monstruo.

‘Las otras niñas’ | Santiago Díaz

En su última novela, ‘Las otras niñas‘ (Reservoir Books), Santiago Díaz reconstruye la continuación de la fuga de Antonio Anglés de haber sobrevivido a las gélidas aguas de Irlanda a lo largo de varios países: Noruega, Canada, Estados Unidos, Argentina…

En 2021, sus huellas dactilares detectadas casualmente por la policía en una gasolinera donde se ha cometido un crimen permiten detenerlo, pero, debido a la prescripción del delito, debe ser liberado y, ante esta posibilidad, la inspectora Indira Ramos –protagonista de la anterior novela de Díaz, ‘El buen padre’–, convencida de que Anglés ha seguido matando, intenta incriminarlo por asesinatos también perpetrados por él que todavía permanecen ocultos o sin esclarecer.

Santiago Díaz. Fotografía cortesía del autor.

“Llevo mucho tiempo queriendo contar la huida de Anglés, pero hasta ahora no me sentía preparado”, confiesa Díaz. “A favor de hacerle cobrar vida imaginaria contaba su propia experiencia vital hasta que desapareció en las aguas de Irlanda; en contra, la posibilidad de que alguien no entendiera que lo que yo cuento es una historia de ficción. Por fortuna, la inmensa mayoría ha sabido ver que solo se trata de una novela”.

‘Las otras niñas’ es un ameno thriller que no se limita a contar la peripecia de Anglés, que en algunos momentos desafía la credibilidad por la extraordinaria suerte que le acompaña en su huida a través de medio mundo. La historia de la fuga del monstruo se entrelaza con los problemas personales de la inspectora Indira Ramos, su reciente maternidad, sus dudas entre el amor de dos hombres, sus neurosis higiénicas, y otra interesante trama que involucra a una de sus compañeras y un fallido medicamento contra el alzhéimer.

¿Hasta que qué punto los autores tienen derecho a utilizar una materia prima que involucra a personas vivas? “Trato con todo el respeto la memoria de las víctimas, no es su historia la que cuento; no entro en el caso Alcàsser, no detallo los asesinatos cometidos en 1992 ni tampoco cuestiono la versión oficial ni las diferentes teorías”, afirma Díaz.

“Por otra parte, nadie puede asegurar que Antonio Anglés siga entre nosotros, por lo que no involucro a nadie vivo, pero es indudable que los escritores bebemos de la realidad. Si alguien no está conforme, cosa que respeto profundamente, también debería cuestionar obras como ‘A sangre fría’, de Truman Capote, ‘La chica de al lado’, de Jack Ketchum, todas las películas basadas en hechos reales, los documentales de true crime y hasta las novelas históricas”. 

“Lo importante de ‘Las otras niñas’ es la construcción del caso por parte de la protagonista, la inspectora Indira Ramos. Como cabe la posibilidad de que el crimen de 1992 haya prescrito y deban soltar al principal sospechoso, ella construye un caso al revés: normalmente la policía tiene un cadáver y debe buscar al asesino, pero, en esta ocasión, tienen al asesino y deben buscar un crimen que haya podido cometer en los últimos veinte años por el que poder acusarle y condenarle”, concluye Díaz.

‘Gordo de porcelana’ | David Pascual

El crimen de Alcàsser proyecta también su larga y siniestra sombra sobre un relato singular del valenciano David Pascual (Mr. Perfumme), ‘Gordo de porcelana‘, publicado el pasado año por Temas de Hoy, y protagonizado por Dolo, personaje lejanamente inspirado en Kelly, la hermana de Antonio Anglés.

“Cuando sucedió todo yo tenía solo doce años, pero recuerdo muy bien la cobertura mediática del caso”, cuenta Pascual. “En aquel momento, creo que todo el mundo lo vivimos de una manera muy diferente a como lo percibimos ahora, y por eso revisar las imágenes hoy resulta tan chocante. Estamos hablando de un momento en el que la tortura y el asesinato de tres niñas comienza a convertirse en contenido televisivo que convive en los magacines con imitadores de Chiquito de la Calzada o noticias de la prensa del corazón. Verlo ahora resulta loquísimo, pero en su momento no lo fue tanto”.

El documental de Netflix sobre el caso Alcásser inspiró a Pascual esta delirante y surreal historia no apta para todo tipo de público. “El documental me pareció bastante tendencioso, pero pone el foco sobre dos asuntos interesantes: el trato mediático que se dio al caso, y narrar el contexto social de la familia Anglés y cómo esta fue percibida y juzgada por la opinión pública”, explica Pascual.

“Una escena me resultó muy impactante: la llegada de la hermana de Antonio Anglés a los juzgados mientras la gente la insulta y la llama asesina. ¿Cómo fuimos capaces de culpabilizarla en lugar de preguntarnos cuál era su historia? ¿Qué le había ocurrido a ella con un hermano así? Ese es el punto de partida de ‘Gordo de Porcelana’: ¿qué ocurre con la hermana del monstruo?, ¿cómo se sobrevive a algo así?”.

David Pascual, alias Mr. Perfumme. Imagen cortesía del autor.

¿Hasta qué punto los autores tienen derecho a utilizar este tipo de materia prima? “El debate sobre si es lícito o no utilizar a personas reales como materia prima es más que pertinente y complejo. En mis clases suelo decir que la literatura no tiene que ser moral, pero yo, como escritor, como persona ideologizada, siento que debo ser responsable. En todo caso, Dolo no es real, es un personaje que surge de un punto de partida basado en una historia real, que es esta, pero podrían ser muchas otras”, concluye Pascual.

‘Romperás la noche con un grito’ | David Orange

La reciente novela del también valenciano David Orange, ‘Romperás la noche con un grito‘ (Planeta), en la que la ciudad de València desempeña un papel protagonista, no aborda directamente el crimen de Alcàsser, pero sí de forma tangencial. “Con una edad cercana a la de las niñas (tenía diez años), crecí profundamente afectado por ese crimen”, recuerda Orange.

“Creo sinceramente que esa angustia, ese dolor ajeno y ese miedo a que cosas así pudiesen suceder tan cerca de donde yo vivía condicionó mi forma de sentir y de percibir mi entorno. En cierta manera, y como todas aquellas cosas que nos afectan profundamente, y más las que tienen lugar en la infancia, el caso Alcàsser siempre ha estado presente en mí”.

Ambientada en distintos lugares de la ciudad de València, incluidas sus acequias subterráneas, el relato de Orange arranca con la desaparición de un bebé en un lujoso piso del Ensanche que lleva a los investigadores a una red de pornografía infantil.

David Orange. Foto: Carlos Ruiz.

“Las desapariciones siempre han tenido algo muy inquietante, terrorífico, siempre las he vivido como algo muy estremecedor, principalmente a raíz del caso Alcàsser, y ese es uno de los motivos por los que he escogido la desaparición de una persona como punto de partida de mi novela, pero en ningún caso he basado mi obra en lo que les pasó a las niñas”.

Orange no ha utilizado personas reales para el desarrollo de sus novelas, pero opina que “si se trata de un recurso tratado con la rigurosidad y el respeto adecuado, no debería ser un impedimento. Siempre partiendo desde la prudencia, la rigurosidad en cuanto al uso de la base real y el respeto por el honor y la propia imagen de las personas que se hayan involucrado en el desarrollo de la novela”, concluye David Orange.