Antonio Girbés

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‘El Bugatti de Hydra’
Fotografías de Antonio Girbés

“De no haber sido por una muchacha llamada Betty Ryan, que vivía en la misma casa que yo en París, jamás habría ido yo a Grecia”
(‘El Coloso de Marusi’, de Henry Miller)

La fotografía tiene el poder de transmitir sensaciones que parecen experimentadas. Las imágenes, pero también las palabras, construyen la descripción de un relato. Fotografía y relato se entrelazan en la figura de Antonio Girbés.

El Egeo perfila Grecia. Frente a su costa, un grupo de islas. Una de ellas se llama Hydra. Un ciclópeo peñasco rodeado de azul culmina en la cima del monte Eros. Pocos lugares en el mundo condensan lo sensual de forma tan rotunda. Sus laderas semejan una falda interminable de piedras, arbustos y maleza que asciende desde el puerto, dejando atrás un pueblo calcinado por la luz.

Calles angostas y empinadas por cuyos desniveles y escalones discurre el agua los días lluviosos, el sol casi siempre, el viento en invierno, los vecinos en apariciones momentáneas, turistas y paseantes en los meses más amables y los mulos como único transporte en una isla en la que los vehículos a motor resultan imposibles.

Una interminable vía central (la calle central del pueblo en donde se encuentra la casa con su buganvilla es conocida como Donkey Shit Lane, aunque su nombre oficial, casualmente, lo ostenta otro Antonio: Antoniou Lignou) eleva la mirada.

La buganvilla que protagoniza las imágenes de Antonio Girbés en su libro ‘El Bugatti de Hydra’.

Casas a ambos lados. Súbitamente, apoyada en una de ellas, como un racimo desfallecido sobre una pared donde la cal supera el blanco más puro, duerme lo extraordinario. Corta el aliento. Si respiramos, el espejismo tal vez desaparezca. Nos arriesgamos e inspiramos de nuevo.

El impacto nos traslada bruscamente a un mundo en el que lo irreal se hace posible. La belleza de una masa carmesí vibrando bajo el sol impide cualquier desvío de la contemplación. Su desplome violento y lánguido desvela la densidad de los días, de los años, del tiempo pasado y necesario para que el suceso se produzca. Resulta difícil encontrar paralelismos emocionales. Nada de lo alcanzable se le aproxima.

Perpetuar la imagen de haber estado se hace ineludible. Incluso aquellos que todo lo pueden alcanzar no pudieron renunciar a compartir el mismo espacio y congelarlo para el recuerdo. Jackie Onassis (existe referencia fotográfica de Jackie Onassis posando delante de la buganvilla, así como de muchos otros personajes muy conocidos) posó a sus pies, envuelta, como vestida por un monumental Halston (Roy Halston Frowick, reconocido diseñador de moda estadounidense con enorme éxito e influencia en los años 70 y posteriores), como quien se exhibe ante los flashes junto a un Bugatti.

Fotografía de Antonio Girbés, en su libro ‘El Bugatti de Hydra’.

“Nada puede ser demasiado hermoso”, decía la primera frase del lema de la familia Bugatti. La afirmación jamás se pudo aplicar a sus automóviles, que sí lo eran. Que sí lo son.

Bugatti cesó su fabricación en 1956. Pocos años después, a mediados de los 70, Klaudia (Foertig, esposa de Antonio Girbés) llegó a Hydra. Encontró las ruinas de lo que fue una pequeña construcción (Klaudia encontró las ruinas de lo que debió ser una cuadra para animales; sobre ella construyó su casa y, a la puerta, plantó el esqueje de la buganvilla), la restauró y la hizo crecer en altura. Ante su puerta plantó lo que hoy parece una reencarnación, si el metal y la mecánica pudieran transmutarse en materia diferente.

Antonio se incorporó a esta historia cuando el proyecto había superado una vida adolescente y se encargó de darle forma.

Fascinado, educada la mirada desde su infancia tras el visor de una cámara fotográfica, siguió el proceso y el itinerario vertical del crecimiento hacia la edad adulta capturando las imágenes que se le revelaban.

Entre mirada y encuadre, cuidados infinitos: observación, documentación de vida, agua dosificada mínimamente como escaso combustible, pequeños arreglos, transmisiones en regla, limpieza diaria, lecturas en manuales especializados…, encerado. Puesta a punto, en definitiva.

El Bugatti de Hydra. Antonio Girbés
Cubierta del libro ‘El Bugatti de Hydra’, de Antonio Girbés.

Todo el tiempo dedicado a su atención. Tanto, que Antonio es tratado en complicidad por sus amigos en la isla con un nombre prestado por la historia [en 1766, Jeanne Baret, primera mujer que dio la vuelta al mundo, viajó de incógnito como ayudante del botánico Philibert Commerson (siendo su amante; el engaño se descubrió más tarde) en la expedición comandada por Antoine de Bougainville; en Brasil descubrió –el descubrimiento, probablemente, quedaría a nombre del botánico titular de aquella circunnavegación– una espectacular planta trepadora a la que bautizó con el nombre de Bougainville en honor al líder de la expedición].

Todo el tiempo, toda la atención. Nada más valioso que el tiempo. Nada más generoso que derrocharlo en atenciones. “Nada puede ser demasiado costoso” es la segunda frase que completaba el lema de aquella histórica escudería.

Expuesta al sol durante el día, reposando bajo la luz de la luna en las noches, desmayada sobre la fachada de su casa a la que parece abrazar, duerme, abandonada a su perfección, una Buganvilla extraordinaria, como si del último Bugatti se tratara.

Milagrosamente resiste el paso de los años.

La savia, que a duras penas circula por su tronco hueco, llega a las ramas detonando en miles de hojas de color purpúreo. El milagro resiste, pero sin cuidados paliativos no se reproduciría cada año. Antonio cuida la buganvilla con manos de cirujano.

Fotografía de Antonio Girbés, en su libro ‘El Bugatti de Hydra’.

Limpia, elimina la suciedad, los excrementos de los animales que los muleros (los excrementos de los mulos, lejos de abonar la tierra la contaminan; Antonio puso un pequeño cartel en griego en el que podía puede leerse: “No echar boñigas”; años después lo cambió por otro: “Please do not touch the tree”) echan en la tierra pensando, en su buena voluntad, que son abono en vez de veneno. Recorta, poda, dirige, vacía de impurezas la oquedad del tronco principal, encera su superficie para que el agua de lluvia resbale y no acabe pudriendo el interior y las raíces…

Observa, descubre y fotografía.

El Mediterráneo es cuna de gozo y sufrimiento. Ambos extremos, pareciendo opuestos, coexisten en la buganvilla. Las imágenes fotográficas lo manifiestan.

“Nos regocijamos en nuestros sufrimientos”(la frase «Nos regocijamos en nuestros sufrimientos» se refiere a la idea de que podemos encontrar alegría y significado en las dificultades que enfrentamos. Esto no significa que disfrutemos del sufrimiento en sí, sino que, al superar las pruebas, podemos desarrollar fortaleza, resistencia y esperanza, lo que a su vez nos trae alegría. Romanos 5:2-5. Biblia).

El gozo estalla en las hojas: saturadas en su naturalidad o desaturadas aparentemente níveas. Caídas sobre los escalones, semejan una alfombra que el viento barrerá. Descansando sobre el alféizar de una ventana o la baranda de la terraza, dormitan al sol.

Fotografía de Antonio Girbés, en su libro ‘El Bugatti de Hydra’.

El recorte las delimita sobre el azul o sobre el blanco. El aliento salino alrededor.

El sufrimiento se retuerce en el tronco, en las ramas, en el surco interior y en su superficie, dibujando según la posición del sol: piel de brazos ancianos, ruina, estrías y arrugas en caras grotescas, cráneos de cabras (Antonio dedicó, en 2018, una colección de fotografías de cráneos de cabras encontrados en las laderas del monte en Hydra; la serie, titulada ‘The Arcadians’, fue expuesta ese mismo año en Hydra School Projects), cocodrilos, sapos.

Serpientes herederas de aquella desterrada del primer paraíso sisean mientras suben y bajan disfrutando en este. Bestias desconocidas parecen reír, gritar o llorar. Emitiendo sonidos inaudibles hablan, ríen y gritan desde sus silencios.

Las fotografías en este libro demuestran que al gozo y la alegría se llega, en ocasiones, por el sufrimiento; pero el sufrimiento, al menos en estas imágenes regaladas, no está exento del gozo.

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