Mujeres galeristas
Asociación de Galerías de Arte Contemporáneo de la Comunidad Valenciana (LaVac)
Vender obras de arte de elevado valor en una prestigiosa casa de subastas puede ser relativamente fácil. Hacerlo en pequeñas galerías, con un lastre de 21% de IVA y en una ciudad como Valencia, donde no existe una costumbre generalizada de consumir arte, es una ardua tarea. Una tarea que exige combinar cualidades diversas: espíritu empresarial, visión comercial y, sobre todo, sensibilidad artística para detectar nuevas firmas que reflejen las tendencias de cada momento. Además, sutileza psicológica para lidiar con los creadores y los clientes, con sus respectivas manías y exigencias. Este cúmulo de factores imprime un fuerte carácter vocacional y hace que la venta de una obra de arte pueda considerarse, en cierta manera, también una forma de arte.
Un arte para el que parecen mejor dotadas las mujeres como demuestra su creciente presencia en este mundo. Que por primera vez en la historia las prestigiosas galerías Tate estén a cargo de una mujer, la británica Maria Balshaw, de 46 años, es un hecho muy revelador.
En la Comunidad Valenciana la asociación LaVac, que reúne 18 de estos establecimientos dedicados al arte contemporáneo, 16 de las empresas que la integran son llevadas por mujeres. Unas son veteranas como Agrait (Galería Punto) o Graciela Devincenzi (Alba Cabrera). Otras de reciente incorporación como Sara Joudi (Shiras) o Lucía Vilar y Cristina Chumillas (Pepita Lumier). También se pueden considerar históricas Visor, Adelantado, Rosa Santos, PazYcomedias…
“En las ferias de arte es muy frecuente ver mujeres directivas de grandes salas o asesoras de importantes colecciones”, dice Sara Joudi, artista siria afincada en Valencia que abrió hace un año la céntrica galería Shiras. “En este campo la mujer ha podido buscar su hueco y su desarrollo profesional”.
Conciliar la vida profesional con la personal sigue siendo una asignatura pendiente, opina, y para poder alcanzar el éxito muchas mujeres deben renunciar a la vida personal. “Pese a ello, hay grandes artistas mujeres, y un gran nivel de jóvenes emergentes. Creo que en gestión cultural la mujer tiene bastante más visibilidad, hay grandes profesionales galeristas que dejaron profunda huella en este país. Comisarias de exposiciones y periodistas especializadas que alcanzaron importantes metas profesionales”, concluye Joudi.
Esta realidad no significa que haya que echar las campanas al vuelo y cantar victoria. “La cantidad de mujeres en el mundo del arte es superior a los hombres, sin embargo, exponen mucho más los hombres que las mujeres”, dice Graciela Devincenzi, de Alba Cabrera. A pesar de que en las facultades de Bellas Artes estudian un 70% de mujeres, su presencia en el mercado es minoritaria. En cuanto a los Premios Nacionales de Artes Plásticas otorgados desde 1994, sólo lo han recibido cuatro mujeres, y el de Fotografía sólo tres.
En octubre de 2017 la galería Alba Cabrera cumplirá 30 años, un récord sólo superado en Valencia por la galería Punto. Cuando le preguntas a Devincenzi por el secreto de su supervivencia, repite una palabra: “Trabajo, trabajo y más trabajo”. Y da ejemplo con horarios maratonianos y su participación en distintas ferias internacionales. Recuerda el 2008 como el ‘annus horribilis’, un parón brusco del que ya se empieza a salir. Al igual que sus colegas, denuncia el tema del IVA que subió del 16% al 18% y luego a un 21%. “En Francia es del 5,67% y en Alemania del 7% y allí se consume mucho arte. El IVA español es un lastre terrible en las ferias internacionales”, comenta.
La mejor ayuda para el arte sería reducir el IVA, subraya Joudi. Su galería Shiras, ritmo en su idioma, nació con una idea muy clara. “A causa de la crisis y el cierre de numerosas galerías, muchos artistas valencianos de primer orden se quedaron sin espacio expositivo y pensé en ofrecerles uno”, dice Joudi. “Mi criterio es combinar a los nuevos valores con los consolidados, como Miquel Navarro, Horacio Silva, Rafael Calduch, José Saborit o Javier Chapa entre otros”.
Cristina Chumillas y Lucía Vilar son socias y fundadoras de la galería Pepita Lumier especializada en ilustración, cómic, diseño, etcétera. Su criterio para elegir a los artistas es apostar por la calidad del trabajo de cada firma. “También procuramos que haya alternancia entre los autores consolidados y los noveles, y traer a ilustradores que no han expuesto todavía en Valencia cuyo trabajo ya es reconocido a nivel internacional”.
¿Es Valencia una ciudad dura para los que se dedican al arte? “Tal vez lo sea desde dentro, pero cuando nos visitan clientes de Barcelona, Madrid u otro lugar, comentan lo cambiada que está esta ciudad”, responden. “Puede ser debido a dos motivos. Por un lado, que somos muy exigentes y no vemos todo lo que hacemos y, por otro, que seguimos ofreciendo una imagen al exterior que no refleja la realidad del día a día”.
Respecto a la relación con la Administración, consideran que es buena en cuanto a voluntad positiva. Por ejemplo, el Ayuntamiento acaba de conceder una ayuda a LaVac como soporte a la guía de todas las galerías. “Pero quizá la presencia de galerías de arte o de LaVac, como asociación, en determinadas decisiones no ha estado lo presente que se esperaba por parte del sector”, opinan las directoras de Pepita Lumiere.
«Hay salas de exposiciones dependientes del Ayuntamiento, en las que estaría bien contar con el asesoramiento de quien pone en valor a los artistas a la hora de llevar a cabo su programación, por ejemplo”, dicen. La falta de medios económicos limita esa buena voluntad política. “La Generalitat Valenciana o el IVAM sí invierten en celebraciones como Abierto Valencia adquiriendo y premiando la labor de artistas y galerías, pero no deja de ser algo puntual”, concluyen Lucía Vilar y Cristina Chumillas.
Bel Carrasco
- Sala Russafa presenta ‘¿A qué sabe la luna?’, un espectáculo familiar sobre la moraleja del trabajo en equipo - 11 noviembre, 2024
- I Premio Literario de Puy du Fou España - 10 noviembre, 2024
- I Premio de Pintura de Puy du Fou España - 8 noviembre, 2024