La librería, de Isabel Coixet (Goyas a Mejor película, dirección y guión adaptado)
Verano 1993, de Carla Simón (Goyas a Mejor dirección novel, actor de reparto y actriz revelación)
Premios Goya
Sábado 3 de febrero de 2018

“Lo que más valoro de un ser humano es la virtud que comparte con dioses y animales: el coraje”. Estas son las palabras del Sr. Brundish, personaje de ‘La librería’, que dirige a su interlocutora la Sra. Green, protagonista de la película, para añadir a continuación: “Y usted Sra. Green posee esa cualidad en abundancia”.

Fotograma de 'La librería', de Isabel Coixet.
Fotograma de ‘La librería’, de Isabel Coixet.

Y verdaderamente hay que tener mucho coraje no sólo para abrir una librería en un pueblo pequeño de la costa norirlandesa en los años cincuenta, sino también para colocar en el escaparate y recomendar abiertamente la lectura de la polémica obra de Vladimir Nabokov, ‘Lolita’.

Un estado de ánimo que comparte Frida, la niña protagonista de la opera prima, ‘Verano 1993’, de Carla Simón. En ella, relata el valor de la citada Frida, una niña de seis años, para adaptarse a su nueva vida tras la muerte de su madre. ‘Verano 1993’ narra la experiencia de un duelo vivido con llanto silencioso, inocente y valiente.

Fotograma de 'Verano 1993', de Carla Simón.
Fotograma de ‘Verano 1993’, de Carla Simón.

Oda a la creación

‘La librería’ y ‘Verano 1993’ son una oda al coraje para vivir, para creer y crear en la vida. Un coraje que las dos directoras han transmitido a sus personajes femeninos y a sus respectivas historias. Un coraje exhalado de la intensa y personal mirada creadora de ambas realizadoras. Así, la experimentada mirada de Isabel Coixet -16 películas reconocidas y premiadas a nivel nacional e internacional- y la novel de Carla Simón han conseguido conmover al público, a los miembros de la Academia de Cine español y a los miembros de los jurados  de diversos festivales.

Un impetuoso valor creativo que supera cualquier impedimento que la industria cinematográfica pueda imponer a las mujeres, demostrando que  cuando la creación está adherida a las entrañas angustiosas del creador, ésta consigue derribar todas las barreras hasta ofrecer la obra al mundo.

Ahora bien, se deberían impulsar ciertas políticas sociales, económicas y educacionales para que ese tránsito sea menos abrupto y el camino de la creación fuese menos intrincado y más llano en su andadura. De ese modo, probablemente, más mujeres se animarían a adentrarse por esa senda de la creación y, con ello, quién sabe, tal vez habría más mujeres nominadas y galardonadas en los festivales.

Fotograma de 'La librería', de Isabel Coixet.
Fotograma de ‘La librería’, de Isabel Coixet.

Begoña Siles