#MAKMALibros
Conversación con David Foenkinos
Organizan: Fundación Tres Culturas e Instituto Francés de Sevilla
Fundación Tres Culturas
Pabellón Hassan II (Max Planck 2, Sevilla)
22 de octubre de 2025
David Foenkinos (París, 1974) es de esos escritores que disfruta con sus actos públicos. Llega al encuentro con MAKMA en la biblioteca de la Fundación Tres Culturas de Sevilla de buen humor y acompañado por su hija, que de inmediato toma asiento en un sillón y hunde la vista en un libro ilustrado.
El autor de novelas tan aclamadas como ‘La delicadeza’, ‘Hacia la belleza’, ‘Charlotte’, ‘La biblioteca de los libros rechazados’, ‘Número dos’ o ‘Lennon’ visitó España hace unos meses para promocionar su última obra hasta la fecha, ‘La vida feliz‘ (Alfaguara), y ahora regresaba de la mano del Instituto Francés para conversar con sus lectores y renovar su amor por la cocina andaluza.
A través de su novela, mucha gente ha aprendido cosas sobre la belleza y la muerte, sus temas recurrentes. Ahora la muerte parece estar por todas partes, pero ¿dónde queda la belleza?
La belleza está aquí, en esta biblioteca. Como he contado muchas veces, estuve muy enfermo con 16 años; fue en el hospital donde empecé a leer vorazmente. El arte me salvó, entre otras cosas, porque me enseñó a encontrar la belleza en todas partes. Incluso en las croquetas [ríe].
¿Va esa belleza a salvar el mundo, tal y como está?
Dostoievski decía eso en ‘El idiota’, que la belleza salvaría el mundo. Yo no lo creo. La belleza puede acompañarnos, puede consolarnos en situaciones personales. Pero no creo que pueda salvarnos ni arreglar los problemas que tenemos; eso sería algo utópico. Pero eso no quita que debamos tratar de buscarla allí donde se encuentre.
Una de las protagonistas de ‘La vida feliz’ trabaja en el gabinete de Macron. ¿Le ha impresionado a usted la condena de cárcel de Sarkozy?
Ha sido algo brutal. Se me escapan las razones por las que ha sido encarcelado. Esperaba que, en caso de que hubiera condena, se hubiera producido sin encarcelamiento. Es algo extremadamente violento teniendo en cuenta las circunstancias que conozco. La opinión mayoritaria en Francia es que se trata de una decisión excesiva, aunque no sea políticamente correcto decirlo, porque hay que respetar a la justicia.
A Sarkozy lo he visto varias veces y le tengo simpatía. Él ha dicho que escribirá otro libro en prisión; quién sabe si vendrá a la próxima Feria del Libro de Sevilla… En todo caso, no va a quedarse mucho tiempo allí.

Usted ha escrito a menudo sobre museos. Ahora leemos en las noticias el espectacular robo de joyas del Louvre. ¿Qué diría de eso, por ejemplo, Antoine Duris, el protagonista de su novela ‘Hacia la belleza’?
Pensaría, como yo, que es algo catastrófico porque, más allá del robo en sí, lo que simboliza es terrible. No es una buena imagen para Francia, en absoluto. Tengo, en efecto, varios libros que hablan de museos, pero ni el novelista más imaginativo habría podido pensar un robo así, con tanta facilidad. La cuestión ahora es si van a encontrar a los ladrones, porque las joyas dudo mucho que las recuperen. A lo mejor el ladrón iba a casarse, era muy romántico y pensó en un regalo de bodas como ese…
Sus libros han venido teniendo una gran aceptación entre el público español, ¿cuál cree que es la clave?
Sí, en general hay mucha atención a los autores franceses por parte de las editoriales españolas. El mercado español, al contrario que otros, está muy abierto al resto del mundo. Lo digo porque los mercados tienden a cerrarse: en Francia, la cuota de literatura extranjera se ha reducido mucho; en el Reino Unido es inexistente…
¿Y el mercado del cine, donde usted también se mueve?
Ah, acabo de escribir una nueva película, que espero sacar adelante. En los últimos años he rechazado todas las adaptaciones al cine de mis novelas que me han ofrecido. Solo estoy dispuesto a aceptar si el proyecto es realmente interesante, no quiero sacarlas por el simple hecho de sacar. Como director, mi último proyecto es de hace cinco años. Espero poder sumar otro dentro de poco…
¿Qué debe tener un proyecto para que le interese?
Un gran director. No es una cuestión económica, no necesito dinero. No quiero ceder los derechos para un telefilme. Me encanta la idea de que una novela se quede en novela, y estoy convencido de que una adaptación solo está bien si aporta algo interesante. Con ‘Hacia la belleza’, en concreto, he rechazado todos los proyectos que me han puesto sobre la mesa.
Acabemos volviendo sobre Francia: las últimas noticias que nos llegan son inquietantes, en lo que se refiere no solo a una crisis como nación, sino al colapso del sistema. ¿Tiene algún argumento para tranquilizarnos?
Lamentablemente, no puedo transmitir ningún mensaje de tranquilidad. Se trata de una situación complicada desde el punto de vista político, es un país ingobernable y la sociedad está completamente fracturada. Yo soy, por lo general, muy positivo, pero en este momento no puedo decir nada que alivie esa inquietud.
La literatura ¿puede ayudar en algo en esta coyuntura?
No. Nuestro único consuelo es que el París Saint-Germain ganó la Liga de Campeones.

