Julio Balaguer

#MAKMAArte
‘Mi paisaje’, de José R. Cuervo-Arango
El libro de Julio Balaguer, ‘79.80.81: Vidas circulares’ disponible también en Railowsky
Fotolibrería Railowsky
Grabador Esteve 34, València
Hasta el 31 de mayo de 2022

Ojo, objetivo, objeto. El cerebro elige, la óptica encuadra y enfoca, y con una simple pulsación del dedo se petrifica la realidad en una imagen perdurable. Es la magia de la fotografía, que pese a su banalización por la eclosión de móviles permanece intacta en los grandes maestros, en los devotos, en los apasionados de este arte que dispone de sus propios santuarios, como la librería y galería Railowsky de la calle Grabador Esteve de Valencia.

Allí se expone hasta final de mayo el último trabajo de José R. Cuervo-Arango (Gijón, 1947), una de las figuras más destacadas en el ámbito de la fotografía artística, ‘Mi paisaje’, exposición realizada, en 2019, para el Museo de Bellas Artes de Asturias: medio centenar de obras que expresan su amor a la naturaleza y a la fotografía.

Durante el pasado mes de abril la muestra de este médico asturiano coincidió con la del ingeniero valenciano Julio Balaguer en la Biblioteca General de Valencia ofreciendo un curioso contraste temático, pues mientras Cuervo-Arango retrata la soledad de los espacios rurales y abiertos, Balaguer capta la dinámica de los ámbitos urbanos intensamente transitados. Paisajes y paisanajes, reflejados ambos mediante la sobriedad estética del blanco y negro.

Fotografía de Cuervo-Arango. Imagen cortesía de Fotolibrería Railowsky.

Además de expresar un deseo de revelar la trascendencia oculta en las cosas modestas, mudables, o en decadencia, las fotografías de Cuervo-Arango deben ser vistas como pequeñas epifanías o momentos de iluminación de ese fino y complejo orden que el artista percibe en una realidad de apariencia caótica, pero donde cada elemento se conecta con los demás. 

“Mi trabajo es de naturaleza clásica en forma y contenido, utilizo negativos de varios formatos y procuro que los tirajes -realizados en plata, gelatina sobre papel de fibra y virados al selenio, que yo mismo realizo con proceso químico- sean todo lo exquisitos que mi capacidad permita, en el intento de trasladar al papel las emociones originadas en la búsqueda y disfrute de la Belleza, la Forma, la Armonía, para mí reflejos de un mismo principio”, expresa Cuervo-Arango.

“En ‘Mi paisaje’ me muestro abiertamente, sin servidumbres conceptuales de discurso o proyecto, tan al uso; en mi caso, el concepto es el amor a la Fotografía en estado puro, el proyecto soy yo al expresar mis emociones por medio de ella y la coherencia la aporta mi propia sensibilidad, que es el hilo conductor de mi obra”, señala el fotógrafo asturiano.

Fotografía de Cuervo-Arango. Imagen cortesía de Fotolibrería Railowsky.

“Ello permite, en mi criterio, contemplar en el mismo espacio fotografías aparentemente dispares sin merma de la percepción de su autoría, donde se mezclan temas y fechas con el propósito de enfatizar tanto la autonomía de cada obra individual como la cohesión general del estilo. El propósito es comprender y celebrar y en este sentido me atrae singularmente la Naturaleza, donde encuentro una fuente inagotable de significado, misterio y disfrute, en sintonía con un espíritu romántico y proclive a mostrar sus emociones”, añade.

Cuervo-Arango se inició de forma autodidacta a comienzos de los setenta y la década siguiente se integró en el equipo de la revista ‘PhotoVision’, participando en los Encuentros de Arlés y difundiendo su obra por instituciones como la Biblioteca Nacional de Francia, la FNAC o el Centro Pompidou. Hoy día sus fotografías se encuentran en las más selectas colecciones y en los mejores centros expositivos europeos.

Nacido en 1969, Julio Balaguer se adentró en la fotografía de la mano de Joaquín Collado, Juan José Chirivella y otros maestros del entorno de Agfoval (Agrupación Fotográfica Valenciana). “Me interesan los temas cercanos, e inspirado por un proyecto que realizó de Bernand Plossu, en Marsella inicié una serie dedicada a las rutas circulares de varias líneas de autobuses”, dice Balaguer.

Fotografía de Julio Balaguer. Imagen cortesía de Fotolibrería Railowsky.

Durante una década hizo acopio de numeroso material a partir del cual surgió un libro, publicado en 2017, y editado por Armand Llácer, ‘79.80.81: Vidas circulares’, con textos de Irene Gómez y Manuel Marzal. “Estas tres líneas de la EMT eran las que más utilizaba durante esos años y resultaba muy práctico hacer fotografías aprovechando los trayectos diarios”.

“También eran las líneas que utilizaba en mi época de estudiante, cuando vivía en Cheste y acudía a la Politécnica, circunstancia que imprime cierta nostalgia subjetiva a las fotografías, sobre todo a las de paisaje urbano o lugares reconocibles. Estos autobuses recorren una parte del centro histórico, lo que me permitía fotografiar lugares emblemáticos habitualmente muy transitados por peatones y viandantes”, resalta Balaguer.

Fotografía de Julio Balaguer. Imagen cortesía de Fotolibrería Railowsky.

Las imágenes incluidas en el libro se han visto en varias exposiciones celebradas en fechas anteriores a la de la Biblioteca Valenciana. “Al principio me centraba en el paisaje urbano, edificios y monumentos, pero poco a poco me volqué en captar situaciones humanas, como una de mis fotos preferidas en la que una mujer peina las coletas de su hija”.

Actualmente, Balaguer trabaja en un proyecto histórico y urbanístico sobre el entorno de la calle Sagunto, entre Zaidía y Marchalenes, barrios asentados en antiguas huertas del norte y bastante desconocios que poseen también su propia historia.

Por otra parte, y en relación con el arte fotográfico, el ‘Imaginària Photograghy Festival’ se celebrará entre el 12 de mayo y el 18 de junio, con 36 exposiciones y ocho actividades en Castellón y otras doce poblacionees: Almenara, Benicasim, Borriana, Morella, Onda, Sant Mateu, Segorbe, Vilafranca, Vila-real, Vistabella del Maestrat, Viver y Sagunto.

Julio Balaguer
Fotografía de Cuervo-Arango. Imagen cortesía de Fotolibrería Railowsky.