II Edición de Cortos por la Diversidad
Ganadores: ‘MAI’, de Marta González Gallego, y ‘Siempre fui Álex’, de Sancho Ortíz de Lejarazu y Roberto Ruiz Céspedes
Mención Especial: ‘Dobles armarios, dobles apoyos’, de Noemi Soriano y Blanca Barberá, una producción de Plena Inclusión Comunidad Valenciana, y ‘Orgull de poble’, dirigida por la plataforma ciudadana Reiniciem Benissa
Entrega de premios: en el MuVIM
C / Quevedo, 10. Valencia
Martes 13 de junio, 2017, a las 19.00h

Si hay una idea que se repite, hasta convertirse en un principio, en la teoría de Freud es que la sexualidad humana es compleja. Una complejidad que la separa del instinto reproductor de las otras especies, del ligazón de la naturaleza orgánica-corporal, para unirla al deseo, a la psique de cada sujeto.

Si hay un pensamiento crítico inherente al feminismo, tanto a nivel teórico, como a nivel de movimiento social y político, es el que está relacionado con el sistema sexo-género. Un sistema que  estructura  y legitima la división de los seres humanos en dos sexos. Un sistema que en cada época histórica señala culturalmente qué roles, tareas, actitudes, qué modos de pensar, de amar, de sexualidad, de relacionarse, etc… deben llevar a cabo cado uno de los sexos biológicos que conforman el sistema.

Mai, de Marta González Gallego. Imagen cortesía de Cortos por la Diversidad.
Mai, de Marta González Gallego. Imagen cortesía de Cortos por la Diversidad.

El II Certamen Cortos por la Diversidad, patrocinado por la Diputació de València- Joventut, Esports i Igualtat-, organizado por Associació per la Coeducació y en colaboración con Lambda (Co.lectiu de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales), está pensado para hacer visible la complejidad de la sexualidad humana y criticar cómo el sistema sexo-género oprime, oculta y reprime los otros modos de sexualidad, de amor, que no estén sujetos a la representación heterosexual. Y, además, el certamen tiene como objetivo sensibilizar y concienciar de la existencia de otras orientaciones y/o identidades sexuales, como lesbianas, gays, transexuales y bisexuales.

Libertad y Felicidad

Libertad y felicidad son las dos palabras que los personajes, tanto de los dos cortometrajes de ficción ganadores, ‘Mai’ y ‘Siempre fui Alex’, como los documentales que han recibido una mención especial, ‘Dobles armarios, dobles apoyos’ y ‘Orgull de Poble’, pronuncian con diferentes tonos  emocionales: con pena, con alegría, con resentimiento, con ira, con esperanza, etc… Los cuatro cortos narran historias donde los personajes proclaman la libertad de amar desde la diversidad para hallar la preciada felicidad.

Siempre fui álex.
Siempre fui Álex, de Sancho Ortiz de Lejarazu y Roberto Ruiz Céspedes. Imagen cortesía de Cortos por la Diversidad.

‘Mai’ relata una historia de amor lésbico. ‘Siempre fui Alex” narra, desde el punto de vista inocente de un niño, la realidad transexual de un personaje llamado Alex. ‘Dobles armarios, dobles apoyos’ trata, a través de diferentes testimonios, de las “dobles puertas” que deben abrir las personas de discapacidad intelectual: la  primera, que se reconozca su derecho a la sexualidad, y, la segunda, que se acepte su orientación y/o identidad sexual no normativa. ‘Orgull de Poble’ muestra las experiencia de personas lesbianas, gays, transexuales y bisexuales en un pueblo pequeño como Benissa.

Cuatro cortos comprometidos con una causa: visibilizar, sensibilizar y reivindicar la diversidad sexual y amorosa con un aire inocente, sencillo, optimista, feliz y solidario. Un compromiso que potencia el mensaje de la causa en detrimento de la fluidez narrativa, de la profundización en los personajes y de cierta riqueza estética.

En principio, puede ser loable que la representación artística se movilice por un compromiso social, político, etc… Ahora bien, si el compromiso  escora la narración hacia la causa, la fuerza del relato se perderá. Difícil equilibro el que debe mantener el artista con su obra y su ideología.

En este sentido, y para terminar, conviene traer a colación las palabras pronunciadas por  el recientemente fallecido Juan Goytisolo en el discurso del Premio Cervantes 2014: “No se trata de poner la pluma al servicio de una causa, por justa que sea, sino de introducir el fermento contestatario de ésta en el ámbito de la escritura (…)” para no condenar “a la obra a la irrelevancia”.

Mai, de Marta González Gallego. Imagen cortesía de Cortos por la Diversidad.
Mai, de Marta González Gallego. Imagen cortesía de Cortos por la Diversidad.

Begoña Siles