#MAKMAArte
‘Preludi de llibertat’ (‘Preludio de libertad’)
M. K. Čiurlionis
Comisaria: Vilma Dobilaite
150 ČIURLIONIS 2025 UNESCO
Organiza: Consulado de la República Lituania en València, en colaboración con el Museo Nacional de Arte Čiurlionis
Museu de Belles Arts de Castelló
Avenida Hermanos Bou 28, Castelló de la Plana
Hasta el 5 de octubre de 2025
Hay artistas a quienes solo se les reconocen sus méritos una vez han sido sedimentados sus logros en una época que no fue la suya, pero a la que interpela sin restarle actualidad. En esa categoría se encuentra el artista Mikalojus Konstantinas Čiurlionis (Lituania, 1875-1911), pintor, fotógrafo y compositor que une a su épica personal la de la historia reciente de su propio país, su cultura, su identidad y sus raíces.
Se le asocia comúnmente con los movimientos culturales y artísticos que surgieron a finales del XIX en Europa Central y concentraron todas sus expectativas en el advenimiento del nuevo siglo. De origen humilde, considerado hoy una gloria nacional, desarrolló su prolífica obra en un momento de transición entre el impresionismo y el expresionismo que anticipaban ya formas abstractas.
Sobre todo, destacó por su capacidad para abrirse creativamente a una nueva comprensión del arte. Por este motivo, cuando se cumplen 150 años de su nacimiento, la UNESCO ha elegido 2025 para rememorar su vida y conmemorar su obra.
En este contexto se enmarca la exposición ‘Preludio de libertad’, que da a conocer la faceta de fotógrafo del artista y que se podrá contemplar en el Museo de Bellas Artes de Castellón de junio a octubre de 2025. La muestra, organizada por el Consulado de Lituania en València, en colaboración con el Museo Nacional de Arte Čiurlionis, tiene por comisaria a Vilma Dobilaite, que ha reunido un total de 41 fotografías de las que se desprende su dimensión documental y estética.
En su conjunto, constituyen el legado fotográfico de Čiurlionis que le ha hecho merecedor de ser considerado pionero de la fotografía artística en su país. Convertido en un referente, la Universidad Steponas Batoras en Vilnius impulsó la primera escuela de arte de fotografía profesional en 1919. A él se debe el acercamiento en Lituania a este nuevo medio de plasmar fotográficamente la realidad dándole prioridad artística. Es esta faceta, menos atendida del artista, la que se añade al carácter polifacético de su persona y le confiere mayor singularidad creativa.
Junto a la fotografía, dirigió sus actividades artísticas a diferentes dominios, siendo conocido principalmente por sus piezas musicales y sus pinturas que se cuentan por centenares. En cualquier caso, tanto en el trazo de sus dibujos como en el enfoque de sus fotografías o en la innovación sinfónica de sus sonatas, emerge una poética visual y musical con una conciencia formal muy marcada por su belleza y unidad estilística.
Su obra pictórica, realizada con materiales baratos debido a la precariedad en la que vivía, se asocia al simbolismo y a la abstracción lírica-expresiva que Kandisky popularizaría más tarde. Esta tendencia se observa en sus paisajes, en los que combina lo figurativo y lo abstracto y en los que se acerca de manera reverencial a la naturaleza a fin de lograr un impacto visual de tintes místicos, acorde con sus ideales metafísicos.
En general, su obra no exenta de componentes alegóricos, mantiene el sello expresionista en aquellos retratos en los que refleja la lucha interna y anímica de sus protagonistas. A tal efecto, dirige la mirada de fuera a dentro, de la realidad observable a la vivencia interna, y a base de pinceladas esquemáticas logra una expresividad dramática y vigorosa.
Inmerso, en el movimiento artístico art nouveau, mantuvo su inspiración por la naturaleza como reacción a la progresiva industrialización de su época. Čiurlionis resalta también por mostrar una sensibilidad autocreativa que despertó a muy temprana edad con su talento para la música. Antes que nada, le precedió su fama como pianista y compositor de prodigio.
Fue, en 1907, en la inauguración de la ‘Primera Exposición de Arte Lituano’, actuando como pianista, donde conoció a su esposa, la escritora Sofija Kymantaitė-Čiurlionienė. Junto a la fama que le reparó la música, el dibujo y la pintura constituyeron una segunda fuente de creación que le llevó a producir centenares de obras, alrededor de trecientas, igualando casi su producción musical.
Lo reseñable es que, tanto en la música como en la pintura, recuperó las costumbres y el folclore de su patria. No en vano, el artista dedicó todo su trabajo artístico a Lituania.
En lo referente a la fotografía, su creatividad artística no fue considerada hasta el año 2000, cuando el Museo Nacional de Arte M.K. Čiurlionis presentó su obra, que era desconocida al público. En ese año se expusieron las fotografías que el artista realizó de su viaje en 1905 a Anapa, ciudad portuaria de la región del Cáucaso. En sus paseos solitarios capturó las imágenes del mar, de los acantilados y de los lugareños con una impronta propia y original.
Con su cámara Kodak, en tiempos inusuales cuando la práctica fotográfica aún no había entrado a formar parte de las bellas artes, registra todo cuanto decide digno de enfoque para dejar constancia de lo que evoca. Un punto de inflexión en su reivindicación actual como fotógrafo artístico lo puso la exposición ‘M.K. Čiurlionis. Preludio de libertad’, en el marco de la edición 2024 Valencia Photo, que tuvo lugar en el Museo Histórico Nacional el Almudín de septiembre a octubre de ese año.
En esa misma línea, la revalorización de su obra fotográfica mantiene su continuidad en la exposición con el mismo título que alberga el Museo de Bellas Artes de Castellón. Reunirlas de nuevo es una ocasión idónea para comprobar los resultados estéticos que logró con su mirada y cámara.
Los elementos emotivos y simbólicos de sus obras, en todas las modalidades en las que desempeñó su labor creativa, conformaron los aspectos más representativos del nuevo arte que surgió en Lituania y en Polonia a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Su aspiración a aunar la emoción y el sentimiento de libertad inmanente al arte es parte de su legado, desde el que hoy nos interpela en medio de la orfandad poética en la que vivimos.

Rememorar su obra y conmemorar su natalicio es el homenaje de la UNESCO a un artista que trascendió las vanguardias y dejó una huella profunda en la historia del arte y de la identidad cultural de su país. No por casualidad, sorprende la vehemente inclinación a crear que mantuvo durante toda su vida y que le llevó a un estado de agotamiento mental, tras el que fallecería en 1911, en el sanatorio Czerwony Dwór en Pustelnik, Polonia.
Con todo, M.K. Čiurlionis representa hoy al artista que en su tiempo amplió el horizonte a prácticas artísticas multidisciplinares y que le ha convertido en un referente como fotógrafo, pintor, compositor o escritor. De él puede decirse que es un compendio de cualidades artísticas que alumbraron una nueva sensibilidad estética en la transición de un siglo a otro, en una etapa de tránsito de la que ha logrado resurgir y llegar al siglo XXI con el reconocimiento internacional que merece.
- Mikalojus Konstantinas Čiurlionis: preludio de libertad - 8 agosto, 2025