36 Cinema Jove | Festival Internacional de Cine de València
Presentación de las secciones oficiales de largometrajes, cortos y webseries
LABA. School of Art, Design and New Media
Del 18 al 26 de junio de 2021
El actor, músico y humorista Henry Rollins ha llegado a definir la adolescencia como una plaga en los sentidos. Cinema Jove, que recupera su Sección Oficial de Largometrajes, tras haberla tenida que suspender en la pasada y abreviada edición por culpa de la pandemia, acoge nueve películas de diferentes nacionalidades con la adolescencia como protagonista, mostrando la epidemia de los sentidos a ella asociada a través de imágenes de gran potencia visual, según refirió Óscar Brox, como portavoz encargado de esa selección.
El aislamiento y cierta sensación de vacío atraviesan, asimismo, temáticamente el conjunto fílmico, evocando el confinamiento padecido por la covid-19, a modo de psicologismo previo en sociedades diversas, pero también hermanadas por el reverso oscuro del bienestar y el desarrollo. De manera que el “proceso de incertidumbre constante”, al que aludió Carlos Madrid, director del Festival Internacional de Cine de València, para referirse al propio desarrollo del certamen en circunstancias como las actuales, liga a la perfección con dichas temáticas.
Cinema Jove presenta así su 36 edición ofreciéndose como refugio donde poder contemplar los problemas adolescentes en países como Australia, Brasil, Dinamarca, Grecia, Macedonia del Norte, Turquía o Ucrania. Refugio evocado por el cineasta François Truffaut cuando dijo: “Puedo decir que el cine ha sido en mi adolescencia una clase de refugio; por ello le tengo un amor casi religioso. No puedo tener por un político el mismo interés que por los cineastas que admiro, y creo firmemente que, en la historia de Inglaterra del siglo XX, Charles Chaplin es más importante que Winston Churchill”.
Tirando de ese hilo, podría decirse que la importancia de un festival como Cinema Jove, cuya función pasa por mostrar precisamente ese puñado de películas de difícil acceso para el público mayoritario, en connivencia con las distribuidoras y las grandes pantallas, radica a su vez en la mostración de universos tan ajenos como sorprendentemente cercanos, a poco que sigamos el rastro de esa plaga en los sentidos a la que alude Rollins, con sorprendente actualidad por motivos extra fílmicos.
‘Friends and Strangers’, de James Vaughan, en torno a la generación millennial; ‘The Whaler Boy’, de Philipp Yuryev, con la transición al mundo de adulto de trasfondo; ‘Brother’s Keeper’, de Ferit Harahan, película ambientada en un internado de Anatolia; ‘Looking for Venera’, de Norika Sefa, sobre el despertar sexual de dos jóvenes adolescentes, y ‘Stop Zemlia’, de Kateryna Gornostai, centrada en unos estudiantes de instituto, van en esa dirección recogida en la temática común del festival, y que llevó a exclamar al poeta Arthur Rimbaud: “¡Ah, el egoísmo infinito de la adolescencia!”.
Si las películas ‘All The Little Pretty Horses’, de Michalis Konstantatos, y ‘The Penultimate’, de Jonas Kaerup Hjort, están a la altura de sus referentes, nada menos que Roman Polanski y Michael Haneke, en el caso de la primera, y de Roy Anderson, con respecto a la segunda, qué duda cabe que merecerá la pena su visionado, aunque solo sea para comprobar la exactitud o no de tamaña comparación, además de la inquietud que generan sus respectivas temáticas.
Konstantatos, al revés de lo planteado por nuestros lares en relación con la España vaciada, habla del éxodo de la ciudad al campo, con “el malestar de la burguesía de Atenas como telón de fondo”, según se hace constar en la web del festival. Anderson, por su parte, se hace eco de la actualidad abordando en tono de sátira “la existencia humana en tiempos de confinamiento”, reflejando “el sinsentido de la existencia cotidiana”. Otro argumento para prestar atención a la primera es que se considera la respuesta griega a la aclamada ‘Parásitos’, de Bong Joon-Ho.
‘Ecstasy’, de Moara Passoni, se centra en otro de los grandes problemas adolescentes, la anorexia, con banda sonora de otro ilustre como David Lynch, y Likke Li. ‘The First Death of Joana’, de Cristiane Oliveira, pone en cuestión los estereotipos de género como expresiones de identidad, en una película “muy poderosa en lo visual”, subrayó Brox, que también destacó ‘The Penultimate’ por esa misma potencia plástica, “visualmente única”, resaltó.
Carla Ayala fue la encargada de presentar la Sección Oficial de Cortometrajes que, en la última edición, descartada la de largos por culpa de la pandemia, fue la auténtica protagonista, evocando los orígenes de Cinema Jove. Un total de 56 cortos de 25 países serán proyectados durante los días del festival que se celebra del 18 al 26 de junio, destacando seis películas valencianas, entre las que se encuentra ‘Cuando haces pop’, de Kevin Castellano, protagonizada por Paula Usero, premio ‘Un futuro de cine’ de la presente edición.
Las webseries, que desde hace ya seis años vienen aportando otro signo de distinción a Cinema Jove por ser uno de los pocos festivales que las incluyen, vuelven a ofrecer su descaro a la hora de contar historias utilizando diversos formatos. En esta ocasión, con ocho producciones: ‘Válidas’, de Carolina Iglesias y Victoria Martín, responsables del podcast ‘Estirando el chicle’, que, como su propio nombre indica, pretende llevar al extremo los límites de la ficción; ‘Backstage’, de Gastón Hagg; ‘The communist’s daughter’, de Leah Cameron; ‘Cross’, de Martin Vatenberg; ‘Hitte’, de Matjin Winkler; ‘Dounia’, de Marya Zarif y André Kadi; ‘1 de esos días’, de Andy Gorostiaga; y ‘Love, guns, and level ups’, de Andrew Shanks y Nicholas Cleray.
María Albiñana, responsable de la ‘Sección Oficial de Webseries’, se refirió al “parón global” de la industria cinematográfica por culpa de una pandemia que sigue obligando a limitar el aforo de las salas, donde tendrán lugar los diversos contenidos del festival organizado por el Institut Valencià de Cultura. La interrogación surgida por este motivo, acerca de si los festivales de cine serán presenciales o virtuales en el futuro, la despejó Carlos Madrid diciendo que es un asunto que “se quedará en anécdota”. “Si las salas comerciales no desaparecen, los festivales tampoco”, resaltó.
Los 10.000 euros que aporta el Ministerio de Cultura a Cinema Jove, frente a cifras muy superiores destinadas a otros certámenes, también exige una vuelta de tuerca a futuro. Un futuro ahora marcado por el presente pandémico que, por utilizar el título de una película de culto de José Luis Cuerda, utilizada por el artista Javier Calleja para diseñar mascarillas del Festival de Málaga, “amanece, que no es poco”.
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