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‘Principios’
Barbiturikills, Cachetejack, David de Limón, Deih, Dulk, Hyuro, Julieta xlf, Pichiavo, Vinz Feel Free, Xelon
Comisariado: Vinz Feel Free
Centre del Carme Cultura Contemporània (CCCC)
Museu 2, València
Del 9 de julio al 26 de octubre de 2025
‘Principios’, tal es el título de la exposición comisariada por Vinz Feel Free que reúne en el Centre del Carme la obra de diez artistas urbanos valencianos, a modo de revisión histórica y proclama del trabajo llevado a cabo por todo ellos en los últimos 30 años y que les ha valido el reconocimiento internacional.
De manera que, como señaló el propio Vinz, el título alude tanto a los orígenes de sus respectivas trayectorias artísticas como a los valores compartidos por toda una generación que se lanzó a la calle con pinturas y espráis, y ahora ha entrado en centros culturales y museos a lomos de un talento hecho a partes iguales de resistencia y cualidad artística.
Los artistas en cuestión son Barbiturikills, Cachetejack, David de Limón, Deih, Dulk, Hyuro, Julieta xlf, Pichiavo, Xelon y el propio Vinz Feel Free. Diez muros del Centre del Carme se hacen eco de sus trayectorias, mediante diversos paneles biográficos, objetos icónicos recogidos en sucesivas vitrinas y murales pintados ex profeso para tan magna ocasión.
Nicolás Bugeda, director gerente del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana, habló de “generación pionera de artistas valencianos que tienen su obra en todas partes del mundo” y cuya “revisión histórica” supone “un hito del arte urbano”. En idéntico sentido se manifestó Vinz, insistiendo en que esta “macro exposición documental” era, sin duda, “una reivindicación”.
“No me gustaría que, pasados los años, todos estos artistas estén fuera de Valencia, al igual que su obra, cuando muchos ya estamos siendo investigados en tesis doctorales y en el futuro seremos objetos de estudio”, proclamó el comisario, para quien ‘Principios’ es “el análisis, estudio y admiración de artistas valencianos pioneros en el arte urbano”.

“En los comienzos del nuevo milenio, diversos movimientos contraculturales emergieron en un contexto que ahora conocemos como globalización”, empieza explicando el comisario en el folleto que acompaña la muestra. Movimientos contraculturales que ahora dan el salto de la calle al museo, lo cual plantea interrogantes como los que formula Carlos Granés en su ‘Salvajes de una nueva época’.
“Para dar comienzo no sobra recordar que la gracia del arte radica en que es la actividad libre por excelencia. Pero esta actividad libérrima y creativa ha sido rondada permanentemente por dos amantes peligrosas […], la política y el capitalismo. Una ha querido convertir el arte en un epifenómeno de la lucha ideológica…; el otro tiende a reducir los productos del intelecto a simples mercancías culturales”.
Vinz señala, a tenor de ese peligro, que los trabajos de los artistas urbanos realizados en la clandestinidad desaparecen pronto, mientras que ahora, una vez dentro de los museos, existe la oportunidad de difundirlos gracias “al altavoz mediático” ligado a la presentación de esos trabajos en una institución pública.
“Una vez que estás dentro del sistema puedes seguir desarrollando tu obra al igual que lo hacías en la calle, siempre y cuando no traicionemos nuestro discurso”, subrayó el comisario, al hilo precisamente de esos ‘Principios’ enunciados en el título expositivo, y al tiempo que destacaba cómo, al entrar en el museo, las obras del arte urbano “adquieren una dignidad”.
Los diez artistas que representan a esa generación dorada del arte urbano valenciano adoptan diferentes estilos y maneras de entender esa práctica artística contracultural. Siguiendo a Octavio Paz –aludido por Granés en su libro–, diríamos que, al igual que sucedió en las vanguardias, hay dos grandes grupos: los contemplativos y los combativos.

Los primeros, señala Paz, “trataron de cambiar la manera como percibimos el mundo”, mientras que los segundos establecieron un “maridaje entre arte y política”. Esa división, en el caso que nos ocupa, no es tan diáfana, porque se produce cierta transversalidad en algunas obras y en algunos artistas entre la contemplación hacia uno mismo y lo que le rodea, formulando algunas interrogaciones existenciales, y el activismo político, fruto de la buena voluntad por alcanzar un mundo más justo e igualitario.
Deih, por ejemplo, se refirió a su obra orientada a la ciencia ficción como una forma de “exorcizar mis demonios interiores”, que en el mural realizado ex profeso para la exposición del Centre del Carme se manifestaba mediante “el náufrago y la sombra que proyecta para sublimar esos demonios”.
Xelon, por su parte, dijo trabajar “la ciencia ficción y la naturaleza”, de manera que se produzca cierto maridaje entre “magia y tecnología”, mientras Pichiavo recurre a la tipografía underground de sus orígenes para revelar cierta pulsión interior canalizada, precisamente, a través del lenguaje en su vertiente más plástica y menos estrictamente comunicativa.
Julieta xlf opta por el activismo cuando asegura que su mural surge del “momento histórico que estamos viviendo”, de manera que su obra sería “un grito por la libertad y la justicia”, con ese ‘Stop Genocide’ recogido en un trabajo en el que, por oposición a la violencia, reina la paz en forma de palomas blancas y rostros de niñas con los ojos cerrados.

Vinz Feel Free también lanza cierto grito, en este caso por la libertad y diversidad sexual de los cuerpos desnudos, aunque haya una parte animal que se desdobla en una naturaleza instintiva inquietante vinculada con la propia explotación animal, mientras Cachetejack despliega el cuerpo femenino fragmentado mediante una composición lúdica.
Mención aparte merece Hyuro, artista urbana argentina que desarrolló la mayor parte de su trabajo en Valencia y que falleció con apenas 46 años en 2020. “Está entre las tres primeras artistas urbanas a nivel mundial y, sin embargo, la mayor parte de su obra está fuera de Valencia”, resaltó Vinz, poniendo de nuevo el foco en la importancia de “cuidar este patrimonio local de alcance mundial”.
En este sentido, apunta lo siguiente el comisario en el texto del folleto: “Todos empezamos sin pedir permiso, con nocturnidad”, consiguiendo “transformar el paisaje urbanístico valenciano y traspasar fronteras”. De esta manera, prosigue Vinz, los diez artistas representados en ‘Principios’ han llevado “el arte valenciano a todos los rincones del planeta”, absorbiendo a su vez “el arte foráneo”.
Y, como muestra, este último botón extraído del apartado biográfico dedicado a Hyuro, en el que, con motivo de su muerte, la revista Juxtapoz tituló así su obituario: “RIP, Hyuro, una fuerza pionera y una voz poética en el arte callejero y contemporáneo”, mientras el director de la publicación concluía: “Hyuro era el espíritu más original que he conocido en el arte y me hizo un escritor y observador más apasionado”. No es mal final para que ‘Principios’ se convierta en la espoleta que proyecte a futuro el arte urbano valenciano.

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