Catálogo de la exposición ‘Caligrafía del paisaje’, de Calo Carratalá
Espai d’Art Contemporani El Castell (E CA)
C / Cisterna, 23. Riba-roja de Túria. València
Jueves 8 de julio de 2021, a las 19.00h
“En una era digital como ésta, yo sigo teniendo fe en el objeto, por eso pienso que el catálogo hay que revalorizarlo, porque el papel, la tinta y la serenidad evitan ese consumo rápido de las cosas. Toda exposición es efímera y desaparece, de manera que el catálogo permite conservar y profundizar en la obra del artista”, explica Paco Caparrós, responsable del Espai d’Art Contemporani El Castell (E CA) de Riba-roja de Túria.
Lo hace en el marco de la exposición ‘Caligrafía del paisaje’, de Calo Carratalá, que hasta el 11 de julio puede aún visitarse en el E CA, donde este jueves se presenta el catálogo realizado por Gimeno Gràfic. Catálogo que reúne textos de la comisaria Marisa Giménez y del periodista y escritor José Miguel Vilar-Bou, junto a las obras que forman parte de la muestra en torno a los paisajes, principalmente, de Tanzania y la selva amazónica. “’Caligrafía del paisaje’ es un auténtico regalo para los sentidos”, destaca Robert Raga, alcalde de Riba-roja de Túria y presidente del consejo asesor del E CA, a modo de introducción del volumen.
Regalo para los sentidos, de una exposición, que se hace extensible al propio ejemplar como objeto igualmente artístico, por obra y gracia de Pepe Gimeno y su estudio. “Una casa sin una buena biblioteca, es como si le faltara algo. Está bien leer en iPad, pero el objeto físico te acerca con mayor intensidad al trabajo del artista. De hecho, lo único que quedaría, en el caso de que se produjera un apagón digital a nivel mundial, es el objeto material frente a tanta virtualidad”, resalta Caparrós.
“Por otro lado, está el acto social del que pienso que no podemos prescindir y que permite a la gente llevarse un objeto como el catálogo, en un momento en el que estamos acostumbrados a consumir elementos digitales. Por eso, repito, hay que reivindicarlo, sin obviar, claro está, la tecnología”, añade el responsable del E CA, con respecto a la presentación de un catálogo que viene a materializar y conservar el trabajo realizado por el artista para esta muestra en El Castell de Riba-roja.
Caparrós destaca, a su vez, las actividades y talleres complementarios a la exposición, así como las visitas guiadas, ya que, al ser un espacio deslocalizado del centro, su objetivo es dar una mayor visibilidad al centro de arte contemporáneo, través de todas esas acciones paralelas. También tiene previsto hacer mesas redondas para hablar de arte y cultura, ligando todas las disciplinas artísticas.
“El catálogo recoge el compendio de la exposición. Supone un esfuerzo de recopilación y una fuente documental que trasciende a la muestra física en el tiempo. Es, además, una obra en sí misma. No es una simple concatenación de páginas y de obras de arte, sino un elemento que se convierte en objeto de colección”, asegura el propio Calo Carratalá, que avanza lo que se encontrará el público que acuda a la presentación: “El catálogo tendrá el complemento de una obra original realizada ex profeso, al modo en que los escritores hacen pequeñas notas en los libros que presentan”.
“Es un catálogo muy cuidado y exquisito realizado por Pepe Gimeno, que apuesta por una línea de diseño que imprime carácter al propio catálogo como objeto en sí”, subraya Marisa Giménez, que en su texto incluido en el ejemplar resalta esa caligrafía del artista, que da título al conjunto expositivo. “Calo Carratalá lleva toda su vida interpretando el mundo a través de una magistral e íntima caligrafía, que alienta imágenes de naturalezas que beben de la tradición para instalarse de forma sutil y valiente en la contemporaneidad”.
En el catálogo, con traducciones de Víctor Xercavins y Kelly Shimmin, y fotografías del propio Caparrós, Santiago Relanzón, Juan Peiró, Cavallets Produccions, Diego Richarte, Javier Gayet y Manuel Bañó, Giménez también da cuenta de cómo esas “atmósferas tanzanas y selvas del Amazonas”, objeto del trabajo del artista, “nacen del gesto libre, espontáneo, componiendo rasgos concisos, rayados, certeros y corregidos, que anclan su firmeza en la destreza de lo aprendido, en el valor de lo interiorizado, de lo asumido”.
La comisaria de la exposición, centrándose en la destreza ejecutiva de Carratalá, no duda a la hora de vincular la técnica con la propia temática considerada por Raga un singular regalo para los sentidos: “Tiene el dibujo el áurea bella de entroncar con lo eterno, de hilvanar generaciones de artistas, de fundirse con civilizaciones y culturas remotas”, sostiene Giménez.
José Miguel Vilar-Bou se refiere en su texto a esos “dos mundos separados hoy por miles de kilómetros”, como son África y América del Sur, separados a su vez “por todo un océano” y que, sin embargo, continúan compartiendo un espíritu común: “Algo invisible y sensorial a la vez, que va más allá de un destino común de colonialismo y esclavitud, y que podemos jugar a rastrear en ‘Selvas’ y ‘Tanzania’, las dos series tropicales que Calo Carratalá reúne por primera vez en esta exposición bajo el título de ‘Caligrafía del paisaje’”.
Vilar-Bou recoge en su escrito, titulado ‘Salvaje y frágil’, algunas palabras del propio Carratalá, harto elocuentes de las sensaciones que genera la contemplación de su obra: “El Amazonas produce un profundo impacto en quien se acerca a él. La naturaleza te cubre, te envuelve. Percibes un peligro latente: que puedes literalmente desaparecer en esa inmensidad”.
También subraya Vilar-Bou la relación existente entre cierto tipo de formato utilizado por Carratalá y ese sentimiento oceánico desprendido en su obra: “Desde mis días en Roma siempre había querido pintar tondos [cuadros circulares de tradición italiana], y esa sensación envolvente de la selva era perfecta”.
“En los cuadros de la serie ‘Tanzania’, el verde selvático se abre a los azules de las marinas, a los baobabs a lápiz, a estampas que acarician la abstracción y donde los pescadores del océano Índico cobran a menudo una relevancia que va mucho más allá de la mera figura en el paisaje: son protagonistas”, describe el escritor en su texto, para volver enseguida a hacerse eco de las palabras del mismo artista: “Dibujar es hacer abstracción”.
Vilar-Bou deja que sea el propio Carratalá quien continúe dejando testimonio oral de su experiencia, ahora en relación con el arte: “Transportar una imagen, digamos, real a una superficie plana ya es de por sí abstracción…Tienes una hoja en blanco, pero entonces dibujas unas líneas y ésta se convierte en un universo”. “Lo que en el Romanticismo eran paisajes a descubrir, en el siglo XXI son paisajes a proteger. Para mí, pintar la naturaleza es sentir su magnificencia, pero también su fragilidad”, concluye Calo Carratalá, cuyo catálogo será, sin duda, fuente de fructíferas lecturas paralelas.
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