Eduardo Mendoza. Los orates del novelista

Eduardo Mendoza.

Son diferentes los factores que explican el éxito de crítica y público logrado por el novelista Eduardo Mendoza, Premio Princesa de Asturias de las Letras 2025, a lo largo de los años. Entre otros y en primer lugar, la ligereza, la liviandad, el suave tratamiento de las cosas graves y severas en sus ficciones. ¿Acaso por falta de recursos o medios? No, no, por Dios. Quién pudiera hacer lo que él hace con esa aparente facilidad.

Carlo Ginzburg y la microhistoria. Cincuenta años de un clásico

Carlo Ginzburg. El queso y los gusanos

En 2026, se cumple el primer cincuentenario de ‘El queso y los gusanos’, de Carlo Ginzburg, un clásico indiscutible de lo que tiempo después, a comienzos de los años 80, se llamará en italiano ‘microstoria’. Un volumen principalísimo de la cultura historiográfica de las últimas décadas: quizá la obra más influyente del último medio siglo.

Javier Cercas y el papa Francisco: la novela del fin del mundo

Javier Cercas. Papa Francisco

Tras el ‘El loco de Dios en el fin del mundo’, de Javier Cercas, una novela sin ficción en la que el protagonista central e intermitente es el papa Francisco –fallecido hoy, lunes 21 de abril, a los 88 años–, con quien el narrador realizó un viaje a Mongolia en 2023. Un libro mestizo, híbrido y, por muchos motivos, insólito.

Juan Gabriel Vásquez y el arte de Feliza Bursztyn

Feliza Bursztyn

La escultora colombiana Feliza Bursztyn, retratada en ‘Los nombres de Feliza’, de Juan Gabriel Vásquez, podría ser el epítome de esa mujer nueva que ha roto con la mística de la feminidad y que, en efecto, se ha incorporado al mundo para poder afirmarse, no sin graves contratiempos. Y eso, en fin, lo podremos comprobar precisamente conforme leamos el libro.

¿Todos nos llamamos Samsa? Lectura y relectura de Kafka

Franz Kafka

‘La metamorfosis’, de Kafka, no es menor ni de más fácil lectura que ‘El proceso’ o ‘El castillo’. Antes, al contrario, la historia de Gregor, o Gregorio Samsa, aún funciona como si estuviera viva, como si los hechos todavía estuvieran transcurriendo. Su prosa austera y simbólica y el patetismo de sus personajes moviliza a una legión de hermeneutas.

¿Para qué sirve el pasado? No hay historia sin público lector (y II)

historia siglo xx

¿Qué defendemos en este artículo? A partir de casos concretos, aquello que mostramos es el placer de leer libros de historia, al menos ciertos libros de historia. ¿Qué persona preocupada por la rivalidad política y bélica o, simplemente, por la conducta humana puede decir que esas vidas y esas tramas no le interesan?

‘Cien años de soledad’: la historia fatal

Cien años de soledad. Netflix

Muchos años después, frente a la pantalla de televisión, nos disponemos a ver la serie adaptada por Netflix ‘Cien años de soledad’. Las imágenes son efectivamente selváticas y los personajes son una réplica de las figuras ideadas por el novelista colombiano. Sin embargo, aquello que inmediatamente echas en falta es la sintaxis lujuriosa de Gabriel García Márquez. Experimentas algo doloroso y feliz.

No hay historia sin público lector

Biblioteca. Historia. Segunda Guerra Mundial

¿Quiénes leen a los historiadores? ¿Qué utilidad le ven a esta disciplina? El público lector de los historiadores no se limita a los colegas del mundo académico, abiertos o no al exterior. Ahora bien, no siempre esos colegas nuestros atienden a quienes se dirigen o deberían dirigirse: ese público lector que va más allá de las barreras académicas.

De ‘Alien’ a Ripley

Alien. Ripley

En ‘Alien’, los elementos casan muy bien entre sí para provocarnos un pánico creciente y sin apenas descanso: el espacio cerrado, la nave tomada, los vapores tóxicos. En la Nostromo, lo previsible es morir víctima del Alien en un encierro de asfixia y temblor. Pero una mujer se sobrepone a sus miedos y a sus aprensiones: Ellen Louise Ripley.

Ignacio Martínez de Pisón, el artista en su taller

Ignacio Martínez Pisón

Como es habitual en Ignacio Martínez de Pisón, su prosa limpia, sin adjetivos innecesarios, sin ornamentos sobrantes, nos deleita en ‘Ropa de casa’, recreando un mundo reconocible, cercano, aunque a la vez con enigma.