
La comedia del arte: comiéndose la banana de Cattelan
Existen reacciones del público, de la época, que elevan a una obra de arte a su condición de maestra. Hoy vuelve a ocurrir cuando un rico riquísimo se come la banana de Cattelan, situando su proeza en el epicentro de un mundo en el que impera el síndrome de Eróstrato.








