Limits, de Amparo Sard
Galería Maddox Arts
52 Brook’s Mews. Barrio Mayfair. Londres
Hasta el 5 de diciembre, 2014
Contrastes, volúmenes, símbolos acerca de la vida, la sensibilidad y las pulsiones contrastando los límites y las tendencias de cada uno con el mundo que nos rodea. En la galería Maddox Arts, situada en el céntrico barrio londinense de Mayfair, la reconocida artista mallorquina Amparo Sard realiza un recorrido artístico a través de trabajos de diferentes dimensiones que abarcan su trayectoria desde el 2004 hasta el 2014.
La exposición se engloba dentro de la iniciativa del IEB Institut d’Estudis Baleàrics de promocionar artistas baleares en el extranjero. Cuenta con el patrocinio del Gobierno Balear. En esta ocasión la exposición de Amparo Sard se expone en la galería Maddox Arts y se enmarca dentro de la programación de Spain Now.
Sus estudios de ciencias puras se desviaron hacia su vertiente más artística y sensible, y ‘Limits’ es un guiño que hace la artista a esta vena matemática trasladada al arte. Aplica simbólicamente a su arte una fórmula matemática para calcular tendencias. La genética y las experiencias frente a las pulsiones ligadas a la inmediatez. Desde el prisma que las decisiones que se toman en la vida desencadenan en una realidad que nos clarifica nuestro destino.
La exposición que propone Amparo se compone en su mayor parte por el lenguaje que le dio más emociones, como ella misma indica, que es el papel perforado. Realiza un dibujo en la parte trasera que va saliendo a la luz gracias a una aguja con la que perfora la superficie y delimita el contorno de las figuras, objetos y espacios. El volumen es una parte importante en su mensaje que consigue con el empleo estudiado del agua que abomba la cartulina o simplemente con el juego del contraste entre la luz, con la línea que marca al doblarla para crear diferentes sensaciones. En las obras de grandes formatos, consigue esa sensación de profundidad aumentando la dimensión de los agujeros y añadiendo material al interior de los mismos ya que la superficie en este caso es totalmente plana.
La evolución temática en la obra de Amparo Sard ha sido muy sutil y ha estado ligada a su sensibilidad. Como ella define, su mensaje gira en torno a “una evolución acerca de los abismos del ser, el límite entre tú y el resto del mundo, el espacio intersticial de cada uno de nosotros que, al ser invadido te da una sensación de incomodidad, los miedos de uno mismo ante la vida”.
Nos traslada a su mundo, un mundo blanco y límpido cuyos símbolos llenan de significado. En sus primeras obras aparecían vestimentas en referencia al ser humano y su espacio vital, como protección, para pasar a adquirir protagonismo la artista con sus autorretratos en los que mira de frente al espectador y le guía en un diálogo entre ambos. Amparo Sard se pone en juego y nos presenta sus inquietudes y miedos, su mensaje y su mundo. Las moscas en contraposición aparecen como símbolos que se repiten y representan la sociedad, ese insecto inofensivo pero desagradable en algunos casos.
En esta confrontación entre lo bello y lo siniestro presente en su contenido, el papel blanco y los agujeros reflejan la belleza y lo sutil, lo avieso en cambio es la parte escondida de todas esas historias que se encuentran detrás. Imágenes subliminales que explican algo desagradable, cuya existencia se percibe pero se esconden tras un velo blanco agujereado ya que si no fuera así no se podrían soportar. Aparecen cuerpos cortados o miembros inertes en referencia, según nos comenta la artista, a una teoría del escritor Edmund Burke, acerca de la confusión que nos crean los objetos inanimados que se animan y los elementos vivos inertes. Esas sensaciones formarían parte de lo siniestro, que Amparo lo relaciona con la parte interior de los agujeros.
El diálogo entre las perforaciones y el blanco en su obra ha llegado a un límite en el que entra en escena la parte trasera del blanco del papel, la materia se hace finalmente física y aparece para crear una simbiosis entre ambas realidades.
Las ramas que aparecen en sus obras y en la instalación que complementa la muestra forman parte del paisaje. Para la artista la naturaleza es una metáfora de la vida que aparece cortada en un espacio cúbico o atraviesa su cuerpo. Simboliza todas las pequeñas decisiones que conforman el espectro general que son las experiencias y de las que somos padrones. Somos lo que queremos ser y estamos donde queremos estar ya que cada uno, respecto al mundo, es dueño de su propia existencia y reflejo de sus propias decisiones.
Miguel Mallol
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