Alfred Picó y Carles Alberola

#MAKMAEscena
‘L’últim ball’, de Carles Alberola
Dirección: Carles Alberola
Intérpretes: Alfred Picó y Carles Alberola
Producción: L’Horta Teatre
Teatre Talía
Caballeros 31, València
Hasta el 26 de noviembre de 2023

Alfred Picó es Lino y Carles Alberola es Morgan. Los dos veteranos actores se ponen en la piel de un par de viejas glorias de la farándula valenciana que vuelven a trabajar juntos tras una separación de diez años con ocasión del homenaje que se brinda a un compañero difunto. Es ‘L’últim ball‘, una obra escrita y dirigida por Alberola, que celebra el 50 aniversario de L’Horta Teatre en el escenario del Talía del hasta el 26 de noviembre.

Una comedia hecha a medida para ambos intérpretes que habla de las segundas oportunidades, de la capacidad de descubrir lo que realmente importa en la vida, de la amistad y, sobre todo, de teatro. Del amor al teatro que inspira a sus protagonistas por el que son capaces de superar sus diferencias y recuperar un terreno común. Un reconocimiento a esos cómicos anónimos que disfrutan con su oficio más allá del éxito o del fracaso.

Existe cierto paralelismo entre las trayectorias de los personajes y los actores, vinculados profesionalmente desde hace más de tres décadas, desde 1991, con ‘O tu o res’. «Nos conocimos en la escuela de artes escénicas, hemos trabajado juntos en el teatro y el audiovisual, con proyectos de L’Horta Teatre y también de Albena», recuerda Alberola. «Nos conocemos tanto que solo con mirarnos ya sabemos qué va a hacer el otro. La confianza es total».

Carles Alberola y Alfred Picó. 'L'últim ball'
Carles Alberola y Alfred Picó en un instante de ‘L’últim ball’. Imagen cortesía de L’Horta Teatre.

Pero no se puede hablar propiamente de autoteatro o autoficción. «Existen cosas de nuestro pasado, pero transformadas por la ficción; ciertas confluencias. Pero Lino y Morgan no son nosotros. Uno está ya retirado de los escenarios y otro todavía actúa. Sus caracteres son antagónicos: uno caótico y verborréico y el otro autocontrolado y lacónico, pero ambos han sufrido la precariedad. Han hecho reír a mucha gente y todavía encuentran fuerzas para subir a un escenario. De hecho, es allí donde mejor se encuentran».

La producción de este montaje se suma a otras satisfacciones cosechadas por L’Horta Teatre en su onomástica de medio siglo, como el Premio Nacional de Artes Escénicas para la Infancia y la Juventud 2023, y el reconocimiento de su espectáculo ‘Croma’ como el mejor familiar en los Premis de les Arts Escèniques del IVC, 2023. «Le propuse a Carles hacer un montaje antes de la pandemia, pero varios motivos fueron retrasándolo», explica Picó productor y coprotagonista. «Creó esta historia y me propuso que la interpretásemos juntos, un auténtico lujo porque, compartiendo escenario con el autor y director, nada puede ir mal. Entre nosotros no hay luchas de ego, aunque a veces tengamos diferentes opiniones».

El título de la pieza, ‘L’últim ball’ propone una metáfora: el hecho de ignorar cuál será la última vez que podremos disfrutar de algo que nos gusta hacer, sea bailar o, como en este caso, actuar ante el público. Algo que Lino y Morgan disfrutan a tope, al igual que lo han hecho Alberola y Picó a lo largo de su dilatada trayectoria. «Con esta obra queríamos disfrutar como lo hemos hecho en tantas ocasiones», afirma Alberola. «Esta historia metateatral habla de la interpretación y de las artes escénicas, pero puede identificarse con ella cualquier persona con cualquier profesión, siempre que le dé sentido a su vida».

La cuestión es hasta qué edad podremos seguir haciéndolo. Es otro tema que aborda la obra: la expulsión de las personas mayores del ámbito laboral, invisibilizando así a una parte de la sociedad con una rica experiencia que todavía tiene mucho que decir y que aportar. «También habla de las relaciones rotas por una palabra mal dicha, por una decisión equivocada. Muchos pueden verse reflejados en esta pareja de actores que ya no se entiende, que se han inflingido mutuamente una gran herida que ha levantado un muro entre ellos. Pero que, conforme avanza la función, va recordando todo los que les unía».

«Hay una primera parte algo triste –prosigue– porque un conflicto dinamitó su relación años atrás, pero luego domina un tono divertido y concluye con una nota de esperanza. Siempre existe la posibilidad de olvidar los errores, de corregir las malas decisiones, de mirar juntos al futuro, basándose en aquello que compartimos más que en el que nos separa. Vivimos en una sociedad cada vez más confrontada, más polarizada. Parece que estar a favor de una idea supone estar necesariamente en contra de otra. Me interesaba mucho mostrar en esta historia que hay maneras de acercarse, de volverlo a intentar», comenta Alberola.

Respalda la pareja de actores un equipo integrado por Toni Agustí como ayudante de dirección; Noèlia Pérez y Josep Zapater, responsables de la composición y dirección musical; Ximo Rojo, quien firma el diseño de iluminación y Monste Amenós la escenografía. El vestuario toma como referencias las estrellas cómicas del cine mudo, como Laurel y Hardy o Buster Keaton. «La estética de este espectáculo es muy diferente a la de mis trabajo anteriores», indica Alberola. «Me he inspirado en el cine mudo, en las parejas de clows, porque Lino y Morgan pertenecen a un sector de cómicos populares que no suelen trabajar en teatros digamos serios, sino en discotecas o fiestas populares».

Lino y Morgan entran en acción dispuestos a seducir al respetable, pues cuentan con la mejor arma. Un duelo singular entre cómicos en fase crepuscular que se la saben todas, con más tablas que una carpintería, y esa capacidad para la autoparodia y la autoironía que es de las pocas cosas que nos redimen de la miseria implícita al hecho de ser humanos.