Alberto Conejero. En mitad de tanto fuego. Sagunt a Escena 2025

#MAKMAEscena
‘En mitad de tanto fuego’, de Alberto Conejero, a partir de la ‘Ilíada’ de Homero
Dirección: Xavier Albertí
Intérprete: Rubén de Eguía
Producción: Grec Festival de Barcelona y Miramedia Universe
42º Sagunt a Escena
Teatro Romano de Sagunto
12 de agosto de 2025

Hay creaciones que surgen de forma instantánea, impulsiva cual géiseres o fumarolas: un poema, una canción, un retrato… Otras, en cambio, requieren de un proceso de fermentación a la inversa a lo largo del cual las partículas elementales sencillas en origen adquieren cada vez mayor complejidad y sustancia.

A esta segunda categoría pertenece ‘En mitad de tanto fuego‘, un texto poético y vigoroso de Alberto Conejero que llega el martes 12 de agosto al Teatro Romano de Sagunto, en un montaje dirigido por Xavier Albertí e interpretado en solitario por Rubén de Eguía que, durante una hora y quince minutos, hechiza al público en la piel de Patroclo, el amante y compañero de Aquiles, que se debate entre la agonía de la pérdida y el éxtasis del deseo.

Un alegato contra las guerras que habla también de la deserción, del poder y la violencia envueltos en el misterio y la oscuridad de un poema épico que dialoga con la condición humana y enlaza épocas diversas, combinando voces del pasado y del presente.

«Mi pasión por los clásicos viene de lejos», dice Conejero. «Me la inculcó una profesora en el instituto y me he encargado de desarrollarla con numerosas lecturas y viajes a Grecia, a sus mares, templos y montañas. Volvemos una y otra vez a los clásicos porque en ellos nos reconocemos como individuos y como colectividad».

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El ‘Canto XVI’ de la ‘Iliada’ es el punto de partida en torno al cual elabora una suerte de palimpsesto; un texto de textos con referencias a Simone Weil (‘La Iliada o el poema de la fuerza’), citas de Lamebel, Cernuda y Anne Carson. En una de las primeras escenas, el personaje afirma: “No estoy aquí para contar la guerra de Troya. Esta es la historia de mi carne, allí donde coincidieron la muerte y el deseo”, declara Patroclo.

«’En medio de tanto fuego’ es una reflexión sobre el deseo. Un deseo disidente que provoca la deserción. La deserción del ejército y del programa político de la guerra, la deserción de conceptos que actúan de señuelo, como ‘patria’ o ‘gloria’».

¿Por qué precisamente Patroclo, en vez de Aquiles u otro de los numerosos guerreros que pueblan la ‘Ilíada’? «Tengo predilección por los personajes secundarios. Me gusta sentarlos en una silla, darles voz y proyectar sobre ellos el foco. Además, era muy apropiado para refutar la figura del héroe de guerra».

Conejero se deshace en elogios para los otros dos vértices del triángulo sobre el que se asienta este proyecto. «Xavier Albertí es una personalidad fascinante, un erudito que no presume de serlo, con un conocimiento amplísimo de música, historia del arte, filosofía… Ha hecho una apuesta radical en la dirección desnuda de artificios que confía en el talento del actor».

Un talento del que anda sobrado Rubén de Eguía. «El mejor Patroclo que hubiera podido encontrar. Un gran actor que desea hacer la función con un dominio absoluto de la emoción. Las últimas versiones del texto están afinadas al calor de sus apuntes y comentarios».

Alberto Conejero combina con absoluta naturalidad su dos facetas de poeta y dramaturgo. «No vivo esa dualidad como una disyuntiva. Soy un poeta que trabaja para el teatro». Despliega, además, otras actividades; alguna sorprendente, como su doctorado en Ciencias de las Religiones, que, al margen de creencias personales, le permite ahondar en la trascendencia y la espiritualidad de sus creaciones .

Escribió un par de novelas juveniles que delatan su amor a los clásicos y, durante cuatro años, dirigió el Festival de Otoño de la Comunidad de Madrid. «Esa experiencia fue una escuela para entender la relación entre la política y las artes. La cultura, en general, y el teatro, en particular, son auténticos ejercicios de resistencia, y me tocó una etapa complicada en torno a la pandemia, pero aprendí que para ser un buen director artístico de un festival hay que amar el teatro aunque no se parezca al que tú haces», confiesa.

«Hay que valorar las diferentes propuestas con una mirada ecléctica, transversal, no sectaria. Ser un espectador generoso. En ese sentido, lo tuve fácil porque me gustan las diferentes disciplinas escénicas: la danza, el circo, el teatro familia, etcétera».

A lo largo de su carrera, este jiennense instalado en Madrid tuvo un par de impulsos: el Premio Max por ‘Piedra oscura’ y el Premio Nacional de Literatura Dramática por ‘La geometría del trigo? «Gracias a ellos ingresé en la nómina de gente que admiro y de los que he aprendido mucho», concluye Alberto Conejero, que trabaja en un texto que será interpretado en el futuro por la actriz Natalia Huerta.