Pilar Tébar

#MAKMAEntrevistas | Pilar Tébar Martínez
Directora cultural del Instituto Alicantino de Cultura (IAC) Juan Gil-Albert
San Fernando 44, Alicante

Han transcurrido aproximadamente unos 10 meses desde que se nombró a la nueva directora cultural del Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert, Pilar Tébar Martínez. Si al principio de 2021 aparecía la noticia de que la también casi recién nombrada Teresa Pérez Vázquez dimitía tras una adjudicación de un contrato un tanto cuestionable, la Diputación de Alicante volvía a abrir el proceso de convocatoria pública para seleccionar una nueva dirección.

Fue seleccionada de nuevo una mujer, Pilar Tébar, cuya trayectoria y formación, muy vinculada desde sus inicios al Instituto, fue celebrado en el ámbito cultural alicantino no solo por su más que sobrada experiencia profesional (durante 30 años se ha dedicado a la cultura en sus numerosas facetas), sino también por su conocimiento de la ciudad.

“A la primera convocatoria no me presenté, pero después vi que volvieron a abrir la selección y una amiga me llegó a decir que si no me presentaba a esta segunda convocatoria me suplantaría la identidad para presentarse por mi”, dice riéndose mientras nos sentamos en su despacho.

Bromas aparte, el maravilloso entorno que es la Casa Bardín sumado a un entendimiento de las distintas partes de la institución hacen que la entrevistada se sienta, a pesar del volumen de trabajo, a gusto y con fuerzas para aprovechar todas sus posibilidades. “Decidí presentarme sobre todo para conocer la situación en la que estaba el Gil-Albert. Esta institución es muy importante en mi trayectoria profesional ”.

De hecho, ya en 1989 fue el IAC Juan Gil-Albert quién apoyó la investigación de Pilar: “Me concedieron una ayuda a la investigación relacionada con mi tesina sobre Aparicio, pintor alicantino del siglo XIX. Después, estuve aquí de 2007 a 2015, primero como subdirectora de Arte y luego como directora del departamento de revistas y de la Revista Canelobre”, publicación de gran volumen y de carácter monográfico que suele tratar temas generales que se entroncan con la cultura alicantina.

Pilar Tébar en la biblioteca del Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert. Foto: María Ramis.

Comenzamos, de este modo, abordando los retos con los que se había encontrado tras su nombramiento y, en consecuencia, los primeros obstáculos para cumplir los principales propósitos de su proyecto: “Mi primer objetivo era acercarme a la ciudadanía, comenzar a salir de esta etapa de parón que ha habido tras la situación de pandemia”. Y para ello, la estrategia digital ha sido clave en la concepción de su proyecto: “Hemos abierto canales de difusión de actividades por WhatsApp y Telegram. También transmitimos todo por Instagram y Facebook en directo».

«Estoy intentando que también se pueda hacer por YouTube –prosigue–, pero de momento este canal sirve como archivo visual donde quedan colgadas las actividades. Esto permite que si la ciudadanía no puede asistir por cualquier motivo, puedan seguirnos a través de las redes sociales. Utilizamos las redes sociales precisamente para estar en la sociedad”.

Relacionado con este primer objetivo, deriva otro de los principales propósitos que enlaza con la premeditada revalorización de lo local y la descentralización de las actividades, una cuestión a tratar en los estatutos del Instituto: “El objetivo de la deslocalización siempre ha estado muy presente y uno de nuestros principales fines es la promoción de la cultura de la provincia de Alicante, pero tratamos de hacerlo sin caer en la endogamia. Hemos hecho actividades por toda la provincia; de hecho, seguimos un mapa que está dividido por comarcas y se intenta programar por todas esas zonas. Además, cada actividad está pensada para que tenga su repercusión en cada lugar”.

Otros de los retos ha sido quizá de tipo más organizativo y de trabajo: “Yo me incorporé a mitad de una legislatura y un ejercicio, con un equipo que, aunque no lo haya decidido yo, lo he hecho mío. Busco la manera de que todos vayamos al unísono”. Por supuesto, allana el camino conocer las infraestructuras y entresijos tras haber trabajado en la Casa Bardín: “Yo conocía esto. Al día siguiente de empezar a trabajar, no tuvieron que presentarme, ya conocía a todo el mundo y también los procedimientos. Esto también te facilita las cosas, aunque fue una etapa convulsa para mí».

Y a pesar de las agitadas condiciones, la directora sabe valorar y desea encontrar un punto de encuentro con gestiones anteriores: “Creo que hay ciclos e ideas que deben mantenerse porque funcionan bien, por ejemplo el ‘Concurso Arte en la Casa Bardín’, que en breve se conocerán los proyectos seleccionados de esta quinta edición. El aumento de la dotación para el artista, que hemos modificado para esta edición, ha tenido muy buena acogida.

Este tipo de iniciativas son necesarias, soy defensora a ultranza de los concursos públicos y las buenas prácticas”. Mientras antiguas iniciativas se refuerzan, otras que ya funcionaban correctamente se entremezclan con las nuevas: “También mantenemos el ‘Descubre una obra de arte’, que se hacía en el MUBAG. Esta actividad lleva celebrándose muchos años y quizá el formato está un poco saturado, pero la idea es buena.

Pilar Tébar
Fachada de la Casa Bardín, sede del Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert.

«Seguramente programemos uno al trimestre –avanza Pilar Tébar–, y los trasladaremos a diversos lugares de la provincia. También hemos recuperado otros, como ‘Alimentando lluvias’ que son unos ciclos de poesía mensuales que este mes cuenta con Gràcia Jiménez. Pero también quiero crear e impulsar nuevos ciclos”.

Algunos ya se han implementado como por ejemplo las ‘Jornadas Comunicalc‘ sobre nuevos formatos de comunicación en cultura, las ‘Jornadas de Patrimonio Industrial’ celebradas en Alcoy o el ciclo ‘Alicante en Femenino. Mujeres de ayer y hoy’, que «es una forma de dar voz y recordar a las mujeres importantes de la provincia, no solo las que lo han sido a lo largo de la Historia, sino también aquellas lo son ahora».

«El ciclo lo empezamos con la poeta alicantina Paca Aguirre, Premio Nacional de las Letras 2018 –recuerda Tébar–, también hemos tenido a Marián Ávila, mujer de hoy, que es modelo de Benidorm con síndrome de down, y también a Mariàn Cano, presidenta de AVECAL. Igualmente, resaltamos la figura de Carmelina Sánchez Cutillas o de Laura Soler, esta última la primera mujer diputada autonómica con diversidad funcional. Próximamente, nos acompañará Amparo Navarro Fauré, rectora de la Universidad de Alicante y, más adelante, la escritora alicantina Sally Cortés».

Todos estos nuevos ciclos parecen responder a un concepto de cultura muy amplio, donde diversas facetas de la identidad, la inclusión y lo social tienen su punto de encuentro: “La cultura debe llegar a todo el mundo. Esta concepción de la cultura es una forma de mostrar las preocupaciones de la gente, es necesario que sea abierta y dedicada al público en general”.

Seguramente, por estas razones se plantean ciclos tan amplios como el nuevo ‘Descúbrelos–Descúbrelas’, donde se han tratado temas como la prevención del suicido, el reciclaje de todo tipo de productos de deshecho, la gastronomía con estrella, la adopción, el deporte, etc. “Nos basamos en la Agenda 2030, donde hay un decálogo de cultura inclusiva”, explica Pilar y agrega, “Es necesario visibilizar temas que son problemas de la cultura social en la que vivimos. Además, el concepto amplio de cultura nos ayuda a abrirnos a otros públicos”.

Pilar Tébar en la sede del Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert. Foto: María Ramis.

Públicos diversos son los que se buscan con ciclos como ‘Jardines Históricos’, que comenzará con la visita al Huerto del Cura de Elche y como ‘Mestissatges-Mestizajes’, que dio su pistoletazo con nombres tan conocidos como el rapero Arkano y el Premio Nacional de Ilustración Pablo Auladell: “Se trata de encuentros entre cantantes o cantautores y un artista plástico o de escénicas”.

“Además, se realizan por toda la provincia –agrega–. Estuvimos en Ondara, con Inma Femenía y Sandra Monfort. También tenemos pendiente ir a Elche, a la Llotja, donde contaremos con la participación de El Niño de Elche y Daniel García Andújar, al que considero que es nuestro artista más internacional… Son actividades que pensamos que no solo pueden interesar en esas zonas, sino que además ponen en valor a nuestros creadores y artistas de la provincia que a veces parece que no son accesibles, pero resulta que sí… El objetivo es abrirnos”.

Esa voluntad de apertura se traduce en una estrategia digital potente, que era uno de los objetivos principales de la directora, pero que se complementa y extrapola también a lo físico: “Al ser una casa protegida es complicado colocar cartelería fuera, pero creo que si pones una pantalla podría llamar más la atención y situar al ciudadano”, comenta hablando de una propuesta para que la propia Casa Bardín sea físicamente más visible.

Entre estas ambiciones y cambios, también hay sitio para la investigación, otro de los puntos fuertes en los estatutos de la institución. El patrimonio bibliográfico que atesora el Instituto cuenta con más de 40.000 volúmenes y su especialización hace que sea una de las mejores bibliotecas de la provincia.

Nos cuenta Pilar Tébar que “está abierta al público, y al investigador, y aún así es poco conocida. Además tenemos una serie de fondos relacionados con la tradición oral y precisamente me gustaría que se finalizara la digitalización de esas cintas. El objetivo es que se le facilite la accesibilidad al investigador –no podemos prestar la cinta física ya que se trata de material delicado, pero sí dar acceso al contenido–. Tengo la preocupación de que no se pierda este patrimonio oral tan importante ya que es un archivo muy grande. Podríamos decir que es una memoria de la democracia. En este sentido, quiero impulsar la digitalización de estos fondos orales”.

Hacia el final de la entrevista, parece inevitable tornar la atención hacia la idiosincrasia de Alicante, que ella conoce a la perfección, y su relación con el cronograma cultural de la ciudad: “La gente se ha quejado mucho sobre la poca oferta cultural de la ciudad, pero no estoy de acuerdo, casi todos los días hay algo. De hecho, lo que debemos impulsar entre todas las instituciones es no contraprogramarnos, porque esto genera una situación a veces complicada, incluso cuando los públicos son diferentes. Lo ideal creo que sería hacer una especie de circuito e intentar hacer las cosas de forma coherente entre todos”.