#MAKMAArte
‘Chile. Voces de la Patagonia. Martín Gusinde’
Sala Piti Cantalapiedra
Comisariado: Christine Barthe y Xavier Barral
‘Liborio Porset. Santander 1900-1920’
Sala Concepción Arenal
Comisario: Carlos González Ximénez
Ruiz Zorrilla 17, Santander
Hasta el 28 de agosto de 2025
El certamen PHotoESPAÑA continúa su andadura por las salas expositivas de Santander. Si la inauguración veraniega fue en Naves de Gamazo, ofreciendo una mirada moderna e incluso futurista, pero sin perder la perspectiva del hoy y el ahora, las dos siguientes muestras que ofrece el Centro Cultural los Arenales en sus respectivos espacios –Sala Piti Cantalapiedra y Sala Concepción Arenal–, están repletas de imágenes del pasado, para recordarnos de dónde venimos y quiénes fuimos.
Por primera vez en sus 28 ediciones, PHotoESPAÑA introduce la figura de ‘País Invitado’, en esta primera edición dedicado a Chile con cuatro exposiciones, tres de las cuales se muestran en Madrid: en la Sala Goya del Círculo de Bellas Artes se expone la obra de Lotty Rosenfeld; en el Museo Lázaro Galdiano, el trabajo de Julia Toro bajo el nombre de ‘Estado fotográfico’, y en la Casa de América, una exposición inédita de Michel Mauney sobre el Chile previo a la quiebra democrática del país.
La cuarta de esas exposiciones tiene lugar en la sala Piti Cantalapiedra del Centro Cultural Los Arenales de la capital cántabra, donde, desde el pasado 28 de junio, se puede ver la muestra del misionero y antropólogo austriaco Martín Gusinde (1886-1969), bajo el título ‘Chile. Voces de la Patagonia’.
Con más de un centenar de fotografías, se rescata el testimonio de las comunidades indígenas Selk’nam, Yaghan y Kawéskar retratadas por Gusinde, donde se puede observar cómo las costumbres primitivas de estas tribus indígenas han quedado estancadas en el tiempo, mientras que sus tradiciones continúan pasando de generación en generación.

Parte de los trabajos expuestos en este ‘Chile. Voces de la Patagonia’, son retratos de primer plano, donde el rostro del sujeto es el claro protagonista de la fotografía. Pero no este el único recurso que utiliza el austriaco para captar la vida de esas tribus, sino que los paisajes, las escenas de la vida cotidiana y las imágenes de ceremonias secretas también componen un pequeño universo en este amplio mundo fotográfico de Gusinde, al que hoy sería improbable acceder.
Las instantáneas, como escribe la fundadora y presidenta ejecutiva de Filantropía Cortés Solari, Francisca Cortés Solari, en el texto que da la bienvenida a la exposición, “estas fotografías no reflejan solo la mirada del antropólogo y su deseo de dar visibilidad a estos pueblos considerados por muchos como indignos de atención, sino también el modo en que estas personas aceptaron el contrato tácito de ser representadas”.
Y de la Patagonia, donde Gusinde fotografió a estos indígenas, pasamos, en apenas unos pocos pasos, a la ciudad de Santander de principios del siglo XX, acogiendo la sala Concepción Arenal más de medio centenar de fotografías del bilbaíno Liborio Celestino Porset (1850-1920).
Esta exposición, titulada ‘Liborio Porset. Santander 1900-1920’, muestra por primera vez las fotografías estereoscópicas que Porset tomó durante sus veraneos en la capital cántabra, convirtiéndolo en uno de los pioneros de esta técnica de la fotografía muy apreciada a principios del pasado siglo.

Técnica que consistía en realizar una doble toma mediante una cámara provista de dos objetivos y con un solo obturador, de forma que ambas lentes captaban cualquier imagen al mismo tiempo. La instantánea quedaba impresionada por separado en dos espacios de la placa negativa. Una vez positivada y copiada en papel o cristal, la imagen debía contemplarse con unos visores especiales que producían en el espectador una impactante sensación de profundidad. La estereoscopía es el primer paso a lo que hoy llamamos 3D.
Las imágenes tridimensionales de Porset ofrecen una visión única de la ciudad de Santander antes del gran incendio que la asoló en 1941, mostrando lugares emblemáticos de la ciudad, como son la bahía o las playas. Playas que fueron un referente para la clase burguesa del primer cuarto del siglo XX atraída por la presencia de la familia real en el Palacio de la Magdalena.
El desembarco de mercancías en el puerto o el paso del tranvía por las céntricas calles de la localidad son otras instantáneas que reflejan cómo la sociedad se desarrollaba en aquel comienzo de siglo. Porset, influido por los códigos visuales que la burguesía introdujo durante el último tercio del siglo XIX por la estética del cinematógrafo y el incipiente fotoperiodismo, recrea esas gentes y esas costumbres quedando inmortalizadas en los cientos de placas que se redescubrieron en su archivo fotográfico en 1990.
Tanto las imágenes de Liborio Porset como las de Martin Gusinde son culpables de que la frase con la que cierra el texto la presidenta de Atelier EXB, Nathalie Chapuis, sea más relevante que nunca: “Pues en el olvido, muere la historia”.
