Amparo Vayá

#MAKMAEscena
‘Locas. Cae la noche’, de Amparo Vayá
Dirección: Amparo Vayá
Intérpretes: Laura Useleti (en alternancia con Victoria Salvador), María Poquet, Teresa Crespo, María Minaya, Ruth Lezcano, María Guerra (en alternancia con Victoria Salvador)
Producción: Bramant Teatre
Teatro Off
Túria 45-47, València
Del 26 de abril al 11 de mayo de 2025

La etiqueta de loca se ha usado para desactivar a mujeres cuya conducta resultaba molesta o incómoda por desafiar las reglas imperantes. Encerradas tras rejas como delincuentes, sometidas a duchas frías, electroshocks, camisas de fuerza… Incapacitadas como individuos racionales, desposeídas de su identidad. Incluso de su propio nombre.

Un destino trágico de efecto tangencial en la sociedad, pues igual lo sufrieron reinas como Doña Juana de Castilla, a la que su hijo arrebató el trono que hijas del pueblo como Camille Claudel, escultora y pareja de Rodin, que fue internada por su familia. O más cerca en el tiempo, Britney Spears, controlada por su padre hasta en sus posibilidades reproductivas.

También las burguesas que no se amoldaban a su clase o exigencias de su marido podían acabar internadas de por vida, un tema delicado que planteó en formato literario Torcuato Luca de Tena en la novela ‘Los reglones torcidos de Dios’ adaptada en una serie de Netflix.

A mediados de los años setenta, cuando los nuevos aires de la antipsiquiatría llegaron a España, un equipo de jóvenes profesionales del recién inaugurado psiquiátrico de Bétera (València)  descubrieron que gran parte de las pacientes habían sido mal diagnosticadas, no padecían los graves trastornos que se les atribuían y gracias a su esfuerzo, muchas de ellas recuperaron sus vidas truncadas.

Escena de ‘Loca. Cae la noche’, de Amparo Vayá.

Una de esas psiquiatras, María Huerta tras su jubilación relató en un libro los casos de un puñado de dichas mujeres. ‘Nueve nombres’ (Editorial Temporal, 2021) tuvo un gran impacto. Pau García realizó una película con actrices que padecían algún tipo de enfermedad mental y también inspiró a la dramaturga y directora Amparo Vayá como punto de arranque para componer  ‘Locas. Cae la noche‘, cuyo estreno, en valenciano, tuvo lugar en el Teatre el Musical (TEM) el pasado mes de noviembre tras haber sido aplazado por la Dana.

La versión en castellano de esta propuesta integrada en la ‘Trilogía Mujeres Silenciadas’, que Bramant Teatre y Vayá iniciaron con ‘Un segle d’abismes’, nominada a Mejor Texto, Dirección y Espectáculo en los Premis IVC d’Arts Escèniques de la Comunitat Valenciana (2022), se representará en el Teatro Off desde el 26 de abril hasta el 11 de mayo.

«Me interesa mucho aportar la perspectiva femenina en temas como la Memoria Histórica, o como en este caso, poner el foco sobre un tipo de violencia muy concreta: la atribución de enfermedades mentales para anular a las mujeres», explica Vayá. «Intento reflejar cómo la locura ha servido de excusa para reprimir a la mujer».

 A partir de un proceso de documentación mediante entrevistas con profesionales de la psiquiatría, libros y documentos históricos, la dramaturga y directora de escena ha creado unos personajes de ficción inspirados en situaciones reales, que muestran diversos estratos sociales y épocas.

Clara es una psiquiatra recién licenciada que en los años sesenta descubre que abuela había sido internada en contra de su voluntad. Especialmente sensible al tema, en torno a ella conocemos a una joven esposa de clase alta que en el primer tercio del siglo XX es recluida por su marido al negarse a tener descendencia porque desea dedicar su tiempo al estudio.

Escena de ‘Loca. Cae la noche’, de Amparo Vayá.

La marginalidad está presente a través de una prostituta a la que la policía ingresa en un psiquiátrico en los ochenta y en su compañera de encierro, una lesbiana a la que el Patronato de Protección a la Mujer interna por su orientación sexual. La clase media y el siglo XXI están representados en la sesión de una terapeuta y una víctima de violencia de género, a quien la profesional ayuda a librarse de la camisa de fuerza química a la que le han sometido, el exceso de medicación para mitigar el dolor del trauma.

La pieza se divide en tres escenas cada una perteneciente a una época —los sesenta, los ochenta y 2015— e identificada por una flor —violetas, hortensias y margaritas— que establecen un lenguaje simbólico. La sutil escenografía creada por Reyes Pe y el vestuario diseñado por María Poquet se adaptan a la época y a los tonos de la flor que simboliza cada una de las tres escenas en las que el público se adentra, literalmente, porque el montaje en formato itinerante hace que los espectadores vayan pasando por espacios normalmente inaccesibles de Off Artes Escénicas.

«El público va a estar dentro del escenario, pasará por los camerinos, por las aulas de ensayo, por eso hay varios pases cada media hora», indica Vayá. «De esta forma contemplarán cada escena desde todos los ángulos, muy cerca de las intérpretes y captarán la intimidad, los sentimientos que van surgiendo, las tensiones que circulan entre las actrices y los espectadores. Es una experiencia inmersiva muy potente, que puede cambiar la mirada que algunos tengan sobre mujeres que formaron parte de su historia familiar o de su círculo de conocidos», explica la dramaturga y directora de escena.

Cartel de ‘Locas. Cae la noche’, de Amparo Vay´.

En este proyecto repiten algunas de las actrices que participaron en la primera parte de la trilogía, ‘Un segle d’abismes’. El elenco está compuesto por Laura Useleti (con sustitución de Victoria Salvador en algunas funciones), Ruth Lezcano, María Minaya, María Guerra, Teresa Crespo y María Poquet.

«Es muy bonito trabajar con equipos intergeneracionales, donde ves a diferentes edades conviviendo en escena, encarnando a personajes diversos», comenta Vayá sobre una pieza que trata de romper con los estereotipos de ‘histéricas’ o ‘locas’ con los que se ha intentado encorsetar a las mujeres que estaban en lugares que se consideraban inapropiados, que decían lo que la sociedad no quería escuchar o que deseaban ampliar sus horizontes, más allá del rol social que se esperaba que cumplieran.

Féminas cuya fortaleza se quebró con diagnósticos mentales, con tratamientos agresivos, con encierros que las alejaban de quienes hubieran podido ser su apoyo. Pero que encuentran en este espectáculo de Bramant un lugar donde contar su historia, donde ser escuchadas, donde quitarse de encima el estigma de la locura. Una oportunidad que tanto la creadora como el equipo artístico de esta pieza valoran, especialmente en un momento en el que ciertos sectores de la sociedad ponen en cuestión los derechos conquistados por el feminismo.

Amparo Vayá
Amparo Vayá, directora de ‘Locas. Cae la noche’.