Yturralde
‘Hathor’, de José María Yturralde
Fachada del IVAM
Guillem de Castro 118, València
Del 22 de febrero al 30 de mayo de 2021

José María Yturralde, Premio Nacional de Artes Plásticas 2020, muestra su “devoción por la mitología” mediante la obra ‘Hathor’, nombre de una diosa egipcia, “aunque no la representa”, explicó el artista, durante la presentación de la pieza que viene a abrir, metafóricamente, la fachada del IVAM. Apertura diríase mental, por cuanto ese carácter mitológico del círculo representado, “trata de buscar lo esencial del mundo; lo anímico y lo sagrado”, añadió.

El círculo, la esfera o incluso el anillo, casando con esa fachada que amplía las paredes del museo hacia el exterior, adquiere tal intensidad cromática que rompe las limitaciones del propio círculo, para hacerse eco del espíritu que lo anima, que no es otro que sacar a quien lo contempla de su zona de confort. De manera que ese círculo, del latín circulus, que significa redondez y cerco, se comporta en el frontal del IVAM como un gran ojo mitológico a cuyo través se adivina una inconmensurable amplitud de miras.

José María Yturralde y Nuria Enguita, con la obra ‘Hathor’ al fondo, en la fachada del IVAM. Fotografía: Miguel Lorenzo.

“Es una obra en cierto modo sagrada”, subrayó Yturralde. “Es la forma abstracta que nos lleva a pensar en cuestiones profundas”, resaltó Nuria Enguita, directora del IVAM, para quien ‘Hathor’ es una “magnífica imagen” que “genera esperanza”. En tiempos de cierres perimetrales, para contener la expansión del coronavirus, y de cierres mentales, derivados de la extrema polarización del pensamiento causado por las igualmente extremas posiciones ideológicas, el círculo de Yturralde, efectivamente, destila esa esperanza de la mente abierta a las contradicciones de la vida.

“Ahora tenemos otros mitos: Messi, Steven Jobs o el dinero, que es otro tipo de mitología”, apuntó el artista, cuya pretensión es “darle sentido a todo cuanto hago”, ciñéndose así al auténtico espíritu del carácter mitológico. “El mito instituye en algún lugar -del tiempo, del espacio- el origen de la palabra fundadora de la que depende el acceso al ser”, afirma Jesús González Requena en el texto ‘Escrituras que apuntan al mito”.

José María Yturralde, junto a su obra ‘Hathor’, en la fachada del IVAM. Fotografía: Miguel Lorenzo.

Según el propio autor de ‘Hathor’, el círculo y la esfera “son formas de la naturaleza y de todas las culturas donde históricamente ha mantenido una trascendencia mágica”. Que no se entienda esta trascendencia como algo metafísico, sino la materialidad misma del sentimiento abisal encarnado en el cuerpo. El espíritu y la sacralidad a la que alude Yturralde con su obra se expresa a través de formas, que son la expresión abstracta de las ideas que bullen en el interior del artista y fluyen al lienzo a través de sus manos.

“En la Grecia antigua se distinguía entre ‘figura’ –aquello que se ve y se percibe– y ‘forma’ –que era invisible y se captaba con la mente–”, señala el artista, que puntualiza cómo el término ‘idea’ proviene del verbo ver. Una visión, esta de la idea, que requiere profundizar en las formas que luego harán visible, no sin ímprobos y a veces frustrantes esfuerzos, el mundo que se oculta a la grosería de nuestros órganos perceptivos.

‘Hathor’, del artista José María Yturralde, en la fachada del IVAM. Fotografía: Miguel Lorenzo.

“Es algo hipnótico, un atractor”, formula Yturralde, ante una obra de nueve metros que convierte la fachada del IVAM en un faro que, desde la lejanía, transmite la sensación de abrirnos a una dimensión desconocida. ‘Enso’, la serie a la que se circunscribe ‘Hathor’, “es un modo de iluminación, un ejercicio espiritual, y simboliza el universo, el vacío, la infinitud”, asegura. Ese círculo, que se cierra y se abre, y que, según el propio artista, tiene esas connotaciones sagradas en casi todas las culturas, asemeja al aro por el que todos deberíamos pasar si queremos acceder a una experiencia de rango superior al más abúlico de nuestra cotidianeidad.

El dramaturgo Eugene Ionesco decía que, si pintas un círculo y lo acaricias, se convertirá inmediatamente después en un círculo vicioso. Círculo del que el artista sale, tras un periodo de obsesiva creación, una vez consumada esa búsqueda del sentido, a partir del sin sentido mismo que configura su travesía por el desierto de lo real, aludido en la película ‘Matrix’. “Los ensos representan para mí, con su inmensa sencillez –mayor aún que un haikú–, la imperfecta perfección del momento presente”, destaca Yturralde.

Presentación de la obra ‘Hathor’, del artista José María Yturralde, en la fachada del IVAM Fotografía: Miguel Lorenzo.

Momento reflejado en uno de los kaikus del maestro Matsuo Basho: “A pesar de la niebla es bello el Monte Fuji”. Siempre a pesar de. Como en el círculo, donde a pesar de su cierre perimetral, o como consecuencia del mismo, la mente busca el sentido hurgando en sus confines: “Por el simbolismo de infinitud que proyecta [el concepto enso, círculo en japonés] y por su intención de liberar la mente para llegar a lo esencial”. También implica, añade Yturralde, “una componente de imperfección deliberada, casi necesaria, que posibilita el cambio y la trascendencia”.

‘Hathor’ sirve de prólogo a la exposición ‘Imaginarios mecánicos y técnicos en la Colección del IVAM’, que el 11 de marzo acogerá el instituto valenciano, con otras cinco obras de Yturralde vinculadas a su etapa en el Centro de Cálculo de la Universidad Complutense de Madrid. Las conexiones entre arte y ciencia, tan características de su trabajo, se ven aquí primorosamente expresadas y contenidas en ese círculo, donde el verde irradia amarillos, naranjas y rojos cuya refulgencia solar evoca ciertos eclipses y cambios de humor del universo.

“Es un círculo y todos los círculos en Occidente”, si bien a Yturralde le interesen sus “aspectos simbólicos”. El símbolo de la infinitud, del vacío, tan desarrollados en Oriente, pero también desde la espiritualidad de nuestra más cercana mística. Formas y colores que, en su acepción más emotiva y orgánica, serían “la condición esencial para trascender la entropía, que es como decir ‘fluir con la vida’”, asegura el artista. ‘Hathor’ es el círculo que proyecta la universalidad de la vida, ahora que tantos y tan variados como homogéneos particularismos parecen invadirlo todo, congelando esa fluidez existencial que es germen y pasión en la obra de José María Yturralde.

José María Yturralde, junto a su obra ‘Hathor’, en la fachada del IVAM. Fotografía: Miguel Lorenzo.

Salva Torres