Hotel Proust (Cabourg, habitación 414)

Si los americanos encontraban inspiración en París, un parisino –al menos, en verano– la busca en la costa. En busca del tiempo perdido, Marcel Proust se subía en el expreso de Cherbourg, en la estación de Saint-Lazare. El destino final, tras cinco horas y media de viaje, era el Grand Hôtel de Cabourg.
La cultura como decorado (un homenaje involuntario a la farsa)

Los libros han dejado de leerse. Ahora se tocan como reliquias de un culto que veneramos sin entender. En las tiendas de diseño, los clientes pasan las yemas por los lomos con gesto de sommelier. El verdadero drama ya no está en las páginas, sino en la paleta Pantone.
Un arroz con bacalao. Cultos y bronceados (III)

El verano está hecho para gozar de cosas de las que no pudiste gozar durante el invierno. Para hacerlo sin encontrar la menor contradicción entre ser feliz con los placeres sencillos de la existencia y tu compromiso militante con un mundo más libre, más justo.
El tiempo que hiere de Pilar Pequeño

Huellas, de Pilar Pequeño Railowsky C / Gravador Esteve, 34. Valencia Hasta el 5 de abril, 2015 Pilar Pequeño habla de “tiempos acumulados”. De las “huellas que va dejando el paso del tiempo”. También de “recuerdos y nostalgia” y de cómo la naturaleza se encarga de unir “diferentes instantes del pasado”. Lo dice con una […]