#MAKMAArte
‘Anònimes’, de Salva Ríos
Col·legi Major Rector Peset
Plaça del Forn de Sant Nicolau, 4. València
Del 14 de diciembre de 2021 al 16 de enero de 2022
Golpes Bajos, en un tema de los 90, cantaba de forma taxativa: ‘No mires a los ojos de la gente’. El título de la canción proseguía después: “Me dan miedo, siempre mienten. No salgas a la calle cuando hay gente… Escóndete en el cuarto de los huéspedes. Solos, a oscuras, no pueden verte”. Y terminaba, sin embargo, proclamando cierta angustia derivada de la ausencia de esa otra gente más cercana, más amigable: “Quédate a mi lado. No te marches más”.
Salva Ríos, en su exposición ‘Anònimes’, le enmenda la plana a Golpes Bajos para animar a los visitantes de su muestra en el Col·legi Major Rector Peset a que hagan todo lo contrario: que miren a los ojos de la gente. Una serie de mujeres por él retratadas, y recogidas en diversos lienzos, nos miran de forma directa, a veces extremadamente directa, o de manera esquiva, para que nos pongamos en su lugar y sintamos los diferentes estados de ánimo que emanan sus rostros.
“Creo”, llegó a decir el gran Vincent Van Gogh, “que no hay nada más artístico que amar verdaderamente a la gente”. Ríos se pone en la piel del pintor holandés para buscar la empatía con sus retratadas, ya sea cuando muestran “entereza”, “conocimiento” o “inteligencia”, que cuando se hallan bajo el síndrome del “desconcierto”, la “angustia”, la “súplica” e incluso la “venganza”, adjetivos todos ellos que le sirven para caracterizar y de denominar cada una de las obras.
El conjunto expositivo se cierra con una instalación elocuentemente titulada ‘People’ (Gente), en la que hasta casi medio centenar de ojos parece escrutar al espectador, que, más que observado, diríase conminado a ponerse en el lugar de quienes han sentido las múltiples caras de la existencia. “Vivimos en un estado permanente de emergencia”, se puede leer bajo el rostro de la “resignación”, una mujer con los ojos cerrados, quien sabe si cansada de sufrir tamaña emergencia a diario.
“En un viaje personal utópico, el artista Salva Ríos imagina relatos de personas y las muestra en retratos inspirados en diversas situaciones, invitando al espectador a reflexionar e imaginar las historias de esas personas representadas”, se dice en el texto que acompaña a la exposición. “La gente nunca resulta ser del todo como uno cree que es”, dirá William Golding en su famosa novela ‘El señor de las moscas’.
De manera que enlazando ese “viaje personal utópico” con ese otro más inquietante de quien no termina de saber cómo es verdaderamente la gente, podríamos colegir que la muestra de Ríos también nos interroga acerca de la identificación o proyección (rechazo) a las que la expresión del rostro puede dar lugar, cuando el espectador se siente atraído por algunas de esas expresiones o se siente escrutado por ellas.
En este sentido, conviene tener en cuenta lo dicho por el escritor Henry James en su ‘Retrato de una dama’: “A mi manera de ver, solo hay dos clases de gente: aquella de quien me fío y la contraria”. Las personas ‘Anònimes’ que Salva Ríos nos muestra en la sala del Col·legi Major Rector Peset seguramente despierten esos sentimientos encontrados de atracción y repulsa que el espíritu artístico del creador buscaba hermanar.
Su pintura, con fondos rojos y ocres, se limita a mostrarnos esos diferentes estados de ánimo reflejados en sus expresiones faciales, para que el espectador los asocie con los suyos propios, en una suerte de cadena emocional que viene a traspasar las fronteras vinculadas con los distintos rostros. Hay, así, expresiones duras, frías, amables o distraídas, que, en todo caso, pretenden arrancarnos del cómodo lugar desde el que las contemplamos, para que nos arriesguemos a imaginar la vida que trasluce en sus poliédricas miradas.
